Tú eres un ejemplo
Cuando montas en bici en tu ciudad, suele ocurrir que te miran porque, en algunos casos, eres un rara avis. Esta es una buena oportunidad para generar sinergias positivas en tu entorno. Como el buen anuncio de publicidad que es recordado con el paso del tiempo, que te vean montando en bici contribuye a promover la bicicleta en tu ciudad.
Por tanto, has de tener o poner en práctica ciertas actitudes que harán que la bicicleta sea vista de manera positiva.
Sé respetuoso
Tú no estás solo en la calzada, piensa que hay otros usuarios y que también tienen el mismo derecho que tú a utilizar la carretera, sé consciente de ello. Sobre todo, ten siempre en cuenta al más débil, el ciudadano. Si sufres una mala maniobra, aunque cueste, no actúes de igual manera y en todo caso, llama la atención de forma respetuosa. Tú podrías ser el siguiente que obre de forma inadecuada.
La norma es para todos
Los semáforos, las aceras, los pasos de peatones, los stop y cedas el paso, son señales que están en la vía para ser respetadas, nos guste o no. Por tanto no puedes hacer oídos sordos y pensar que como vas en bici, no has de respetar las señales que ordenan el tráfico. Si todos hiciésemos lo mismo, el tráfico resultaría un caos. Párate en los semáforos y en los pasos de peatones, no des un ejemplo negativo, que pueda ser aprovechado para calificarnos a todos los que utilizamos la bicicleta.
La alegría se transmite
Sé amable, facilita el que te adelanten siempre que sea posible y no te suponga un riesgo. El automovilista se acordará la próxima vez que vea un ciclista. Sonríe al conductor que se detenga a tu lado o al peatón que cruce.
El ciudadano, la estrella
En la ciudad hay distintos modos de movilidad: autobuses, taxis, bicicletas, camiones de mercancías, autos privados.
Todos ellos son personajes de esta obra denominada “Movilidad ciudadana” y todos tienen sus obligaciones y sus momentos de protagonismo. Pero, sin lugar a dudas, hay uno que es el principal protagonista: el ciudadano, o peatón cuando se desplaza en la vía. Ese es al que hemos de cuidar entre todos. Los automóviles, las bicis o el resto de miembros de esta obra, no podemos imponer nuestra teórica fuerza, ya que, a la postre, todos somos peatones o ciudadanos.
Así que, sé siempre respetuoso, ponte en su lugar, piensa que algunos son mayores y otros son niños, y no tienen las mismas formas de reaccionar. Anticípate a sus reacciones, ten en cuenta que pueden ser imprevisibles.
Diviértete
La bici genera endorfinas, te da vida, alegría, te ayuda en tu día a día y encima, te hace ganar tiempo en tus desplazamientos urbanos. Muestra esa alegría, posiblemente algunos de los personajes de esta obra ciudadana vea en ti algo diferente y atractivo y puedes ser el “culpable” de que la bicicleta vaya adquiriendo un mayor protagonismo y vayamos creando una ciudad más amable y diferente. Puede que tus compañeros de trabajo descubran que el coche no es necesario, que la libertad de ver 360º cuando vas en bici, te da humor y ganas de vivir y trabajar junto a ellos.
Tú eres nuestra mejor publicidad, usa la bicicleta.