Nueva campaña DGT – Bicicletas

Ya nos lo anunciaba Javier Villalba, subdirector general adjunto de Normativa de la DGT, en la última reunión de hace quince días, que la bici se haría protagonista.
Una campaña hacia la bicicleta y hacia los automovilistas con respecto a la bici. Nos alegrarmos de que se nos vaya tomando en cuenta, esfuerzo nos cuesta desde aquellos años que éramos un problema y no nos veían como una solución, tiempos que ni se nos preguntaba por soluciones a problemas de tráfico ciclista, años que los ciclistas éramos el peligro y no las víctimas de un sistema pro coche exclusivamente.

La comunicación es muy fluida, reconozcamos que gracias al Sr. Villalba sobre todo, pues es persona muy dialogante y cercana a nuestras posturas y con la cual podemos debatir y llegar a acuerdos, que a la postre es lo que nos interesa, son tiras y aflojas, comprender los otros lados de la baraja y entender que hay más afectados. Pero siempre partimos que somos vulnerables y la pirámide en la base han de estar peatones, ciclistas y transporte público.

Este es el enlace a la campaña de tráfico sobre ciclistas estos próximos fines de semana.

Imágenes de la campaña

Las aseguradoras quieren más pastel

A raíz del informe publicado por una aseguradora en la que se indica que los ciclistas implicados en accidentes, se han multiplicado por dos entre los años 2008 y 2013. Han aparecido varias voces discordantes, entre ellas la nuestra. Y este informe deja a las claras que hay algo que desde la DGT y el Gobierno no se hace bien. Aumentan la siniestralidad de la bicicleta, pero no se ataja. Y cuando se ponen a hacerlo, lo que se impone es la autoprotección, casco, prenda reflectante, luces, pegarse a la derecha, etc. Y sin embargo no disminuye, más bien lo contrario. ¿Quien es el causante de esa siniestralidad? no hay que pensar mucho, ¿verdad?

Los ciclistas no tenemos que pagar seguro, por tanto somos un cliente potencial y que estarían encantados de “capturar”. El Sr. Montoro, al que se refiere en el informe, uno de los “iluminados”, en la seguridad vial, la única cátedra que existe sobre este tema, es la de él, en Valencia, es un viejo conocido de los que llevamos años luchando por la seguridad del ciclista. Llego a decir en los años 90 que el ciclista era el culpable del 70% de los accidentes.
Este análisis no mira aspectos de uso de la bici, urbanos y sesga el análisis del casco. Diciendo que el principal causa de muerte en el golpe en la cabeza, algo que según parece el casco debería de mitigar, toda vez que el casco es obligatorio en carretera interurbana desde el 2003.
Siempre diré lo mismo, la seguridad lo da la cantidad de usuarios y la pacificación del tráfico, que contribuye el ciclista y no, precisamente, el coche. La industria del automóvil ve un enemigo web la bicicleta. Y últimamente aparecen este tipo de noticias. Miremos fuera, Europa.
El artículo publicado por AXA lo pueden leer en el siguiente enlace: INFORME AXA

Y la réplica de los compañeros de ConBici en la Mesa Española de la Bicicleta lo pueden leer aquí debajo.

CONBICI

 

¿Declinar toda responsabilidad?

La importancia de los seguros

Cuántas veces has participado en una prueba deportiva o lúdica y cuando has ido a recoger la documentación, el dorsal o los regalos que suelen hacer, te entregan un documento en el que puedes leer entre otras cosas:

“La organización declina toda responsabilidad por los daños, perjuicios o lesiones que la participación en esta prueba pueda ocasionarle a usted mismo, a otras personas o en el caso de que terceras personas causen daños a los participantes.”

Lo lees y firmas pues piensas que es simplemente un trámite más y que a ti no te va a suceder nada. Pero ¿y si sucede? Es aquí donde aparece el problema.

Si al organizar una prueba deportiva  no se han contemplado todas las obligaciones médicas, logísticas, de seguridad, etc., se incurre en negligencia organizativa. Y si se produce un accidente, más o menos grave, entonces nos enfrentamos a un problema.
Todos deberíamos saber en cada circunstancia, primero, cuáles son nuestros derechos, y segundo, a quién y cómo exigir que estos se cumplan. Hemos de tener claro, llegado el caso,  a quién  pedir responsabilidades si algo sucede.

La responsabilidad civil.

Con respecto a la responsabilidad en un evento deportivo  y/o lúdico hay toda una escala que va subiendo desde la organización,  celebración y la autorización  de la misma. En este tema intervienen:

  • El club o empresa organizadora del evento.
  • Los miembros o titulares de gobierno y representación de la entidad organizadora.
  • Administración pública que da la autorización para la celebración del evento.
  • Federación Autonómica, Nacional o Internacional en la que recae una responsabilidad subsidiaria al dar el visto buena al evento.
Vuelta al Pais Vasco. Accidente con conos, responsable el organizador.

Cláusulas ilegales.

El artículo 8 del Real Decreto Legislativo 1/2007, de 16 de noviembre, que aprueba la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios, establece que es un derecho básico de los consumidores y usuarios la indemnización de los daños y la reparación de los perjuicios sufridos. Considerando abusivas las cláusulas que limiten o priven al consumidor de los derechos reconocidos por normas dispositivas o imperativas, en concreto las que pretendan evitar la indemnización por los daños y perjuicios sufridos y quieran excluir la responsabilidad del empresario en el cumplimiento de los contratos, por los daños, por la muerte o por las lesiones causadas al consumidor y usuario por una acción u omisión de aquél.

“Las cláusulas abusivas que limiten o priven al consumidor de los derechos reconocidos son consideradas nulas.”

Los Tribunales han considerado que estas cláusulas son nulas de pleno derecho, entendiéndose por no puestas, siendo válidas el resto de estipulaciones (Sentencia Tribunal Supremo 20/10/1984). Igual consideración tienen las cláusulas de conocimiento y asunción del riesgo, tales como: “somos conocedores del riesgo implícito del ejercicio o la actividad deportiva que vamos a realizar, asumiendo los posibles daños”.

Recuerden siempre verificar que el organizador esté en posesión de los seguros correspondientes. Pueden consultar  en esta misma web cuáles son y las cuantías mínimas a tener contratadas.

Y recuerden que el artículo 636 del Código Penal establece que:

“Los que realizaren actividades careciendo de los seguros obligatorios de responsabilidad civil que se exigieran legalmente para el ejercicio de aquéllas serán castigados con la pena de multa de uno a dos meses.”

Por tanto, cada vez que asistas a una prueba deportiva de cualquier tipo o incluso eventos de otra índole, has de estar seguro que cumple con toda la normativa vigente y que tiene contratado su seguro de responsabilidad civil correspondiente. No es válido uno cualquiera y por un importe X, todo está contemplado en el Real decreto 7/2001 de 12 de enero, cuantificando la cantidad mínima en 150.000€.

El artículo 15 de la Ley Orgánica 1/2002, de 22 de marzo, reguladora del Derecho de Asociación, que es de aplicación a los clubes deportivos, establece que:

“Los miembros o titulares de los órganos de gobierno y representación, y las demás personas que obren en nombre y representación de la asociación, responderán ante ésta, ante los asociados y ante terceros por los daños causados y las deudas contraídas por actos dolosos, culposos o negligentes.

La figura del voluntario y responsabilidad

El voluntario en una prueba deportiva.

Esta figura también está contemplada  y es una parte vinculada al organizador y dependiente de éste. La Ley 6/1996 de 15 enero  del Voluntariado establece en el artículo 10 que las organizaciones serán responsables ante terceros por los daños y perjuicios causados por los voluntarios que participen en sus actividades organizadas.

El valor de las pruebas federadas.

Por todo lo anteriormente expuesto las pruebas federadas dan siempre un valor añadido a la seguridad del evento.  Son pruebas que cumplen los requisitos que la Ley estipula y en las que sabemos  sin ningún tipo de oscurantismo quiénes son los responsables. Estas pruebas  contemplan los seguros de responsabilidad civil tanto para los miembros individuales como a los clubes pertenecientes a su federación, así como la organización de pruebas que lleven a cabo los propios clubes. La administración delega en las federaciones el fomento, organización y control de las pruebas deportivas y por tanto se produce un vínculo, administración-federación, entre ambas.
El Real Decreto 1835/1991, 20 diciembre, de Federaciones Deportivas españolas y el Registro de Asociaciones Deportivas («B.O.E.» 30 diciembre), dice en su artículo 30, punto 2:

Las Federaciones deportivas españolas, además de sus propias atribuciones, ejercen, por delegación, funciones públicas de carácter administrativo, actuando en este caso como agentes colaboradores de la Administración pública.

 

Bibliografía: Reglamento del ciclismo RFEC, iesport.es, BOE, noticias.jurídicas.com, Reales Decretos

Solidaridad mal entendida

Recuerdo hace años, la costumbre de lanzar una ráfaga de luz larga al automóvil que venía en dirección contraria, para avisar de la presencia de la Guardia Civil, se pensaba que con eso hacíamos una labor de “buen samaritano”, que se nos tildaba de solidario con el resto de usuarios de la vía. Así le poníamos en atención y si estaba realizando una infracción, podía evitar la sanción, el control, la multa al final.

No era cierto, era una falsa solidaridad.

  • ¿Por qué no pensaba en los peatones o ciclistas, al que ese conductor que yo avisaba, podría no respetar?
  • ¿Por qué ese afán de ser protagonistas en un momento determinado?
  • ¿Por qué voy a 140 km/h y cuando veo a los miembros de seguridad de la GC, reduzco hasta 90 y luego vuelvo a hacer lo mismo?
  • ¿Por qué paso por debajo del radar y disminuyo velocidad y luego vuelvo por mis fueros?
  • ¿Por qué me quejo de las multas y los controles, si lo que debería es de celebrar que los hayan, pues gracias a ellos podré circular más seguro?
  • ¿Por qué me quejo siempre diciendo que las multas tienen un “carácter recaudador”, si lo que tenía que hacer es alegrarme de que suban aún más para evitar que hayan individuos que no respetan al resto de usuarios y que solo entienden el castigo y no la educación?
  • ¿Por qué celebramos que el “amigo” de turno a hecho tal trayecto en X minutos menos, cuando lo que tenía que hacer es recriminarle por poner la vida de los demás en peligro, deseando ser alguien cuando posiblemente su vida sea irrisoria e insignificante?

No seamos permisivos con aquellos que no valoran, ni respetan al resto de los usuarios, al resto de las personas. Recriminemos sus conductas, apartémosles a una esquina. Hasta que un día, no lo deseamos, vivan en su propia existencia, el resultado de un insolidario conductor, que un día, alguien le avisó, le aplaudió y celebró su actitud negativa, y como resultado cercenó la vida de alguien muy cercano, ahora vivirás en tus propias carnes, la desgracia que has generado.

Salidas en grupo ¿responsabilidades?

Salidas en grupo ¿responsabilidades?

Cada fin de semana, nuestras carreteras y zonas de montaña se llenan de ciclistas. Cada vez más ciclista salen en grupos más o menos numerosos, con más o menos kilómetros a recorrer, pero todos con algo en común: divertirse, romper con la monotonía, entrenar, hablar y al final, la parada en el punto de encuentro habitual, el esperado bar donde charlar y recuperarnos.

Pero esta práctica lúdica y deportiva, totalmente normal, puede a veces, traernos algún problema no deseado.

¿Qué hacer si se produce un accidente en el grupo?

Las salidas en grupo suelen estar, de alguna manera, organizadas por el propio club o peña ciclista. Muchas veces son los responsables del mismo club (presidente, secretario o vocales) quienes, en coordinación con los diferentes miembros del mismo, han podido crear un calendario de salidas domingueras. Esto que parece una simpleza y algo sin importancia será, como verán más adelante, algo esencial si se produce algún tipo de accidente.

Este calendario muchas veces se imprime con la colaboración de los patrocinadores que tenga el club o con recursos propios obtenidos de las cuotas de sus socios.

Desde el momento en que esto ocurre, si hay un calendario de salidas, ya existe una cierta organización: horas, recorridos, reglas, lugares de agrupamiento, etc. Insisto: esto es ya una salida organizada.

Accidentes yendo en grupo

Esta es la parte más delicada.
Vamos en el grupo y uno de los integrantes se cae y sufre lesiones.

  • Si está federado.
    En este caso no habrá mayor problema. Su licencia le da derecho a recibir la atención sanitaria concertada con su federación. (En este artículo explico cómo proceder en caso de accidente.)
  • Si no está federado.
    A veces sucede que quien sufre el accidente es simplemente un amigo de uno de los socios que está probando eso de salir en grupo. En este caso podemos tener problemas, pues se puede dar la situación de que el accidentado solicite al club el servicio de atención médica.  No será el primero ni el último que lo haga.
    Nosotros, los ciclistas pertenecientes al club que organizaba la salida, hemos dejado que se integrase en el grupo con el resto de socios oficiales,  pero él, al no ser parte del mismo, puede que no esté federado. De hecho puede que ni siquiera tenga ni soltura suficiente para ir en grupo.
    El caso es que el club puede verse en un problema, si el accidentado decide solicitar asistencia al “organizador” de la salida.

¿Por qué?

Porque, como he comentado al principio, el simple hecho de que exista un calendario de salidas, con horarios, recorridos, etc., se entiende como que es una salida organizada, con un organizador y un responsable que ha de velar por la seguridad de los integrantes de la marcha.

¿Y si alguien del club golpea a un automóvil o un peatón?

Pues idem de lo mismo. El accidente, al producirse dentro de una prueba “organizada”, se le puede requerir el seguro de responsabilidad civil del club o peña, como también es posible que se solicite el personal del causante del accidente.
Si el ciclista está federado, le cubre el seguro de la federación siempre que no se demuestre que estaba en una prueba no federada. La salida del club no lo es, por tanto, la federación puede negarse a facilitar esa cobertura.

No es lo mismo causar el accidente de forma individual, montando mientras entreno y choco contra otro vehículo, peatón o inclusive, contra otro ciclista, que hacerlo dentro de una salida dominical en grupo.

¿Y si son dos ciclistas los que chocan?

Dentro del grupo de ciclistas que han salido juntos puede ocurrir un accidente o choque entre dos (o más) de ellos. Esto es igual que una colisión entre dos vehículos motorizados cualesquiera, que han de tener su seguro de daños a terceros, lo que significa  que debemos tener el seguro de responsabilidad civil (a terceros). Insisto en “a tercero” pues es un seguro que no cubre los daños propios, sólo los que nosotros causemos a otros.
Hay que tener en cuenta que no todos los seguros de las federaciones cubren percances entre sus propios miembros federados, lo que se denomina “responsabilidad cruzada”, aspecto que se ha de consultar en la póliza de la federación correspondiente. Por tanto, se puede dar el caso de que alguno de los dos, o más, implicados en el accidente, reclame los daños que le ha podido causar  y haya que llegar a juicio si no se llega a un acuerdo de daños. Consulta el seguro de tu federación para comprobarlo.

¿Qué medidas ha de cumplir el club para evitar estos extremos?

    • Primero  y esencial: todo ciclista que salga en el club, en la salida dominical o en la grupeta, debería estar federado o al menos, asegurado de alguna manera a nivel privado. Así evitaremos situaciones extremas no deseadas.
    • Segundo: El club debe tener un seguro de responsabilidad civil contratado para sus miembros y los daños que puedan causar a terceros.
    • Tercero: Todos los integrantes del club y aquéllos que salgan con ellos en sus salidas deben  firmar un documento donde se deje bien claro:
      1. Que se participa en una excursión privada.
      2. Que el tráfico está abierto.
      3. Que no es una prueba organizada.
      4. Que cada ciclista es el propio responsable de su estado físico.
      5. Que el club no es organizador ni garante de la salida dominical.
      6. Si necesitas un documento ejemplo, ponte en contacto conmigo.

Y tener siempre presente  una frase que repito en infinidad de ocasiones:

“Nunca sucede nada, hasta que sucede.”

Artículo registrado: SalidasEnGrupo -CC by 4.0 –
César Acosta Lantigua