Crónica de un atropello 2/3

Crónica de un atropello 2/3

Hace pocas fechas, publique la  cronología del accidente de tráfico sufrido cuando circulaba con mi bicicleta (Ver aquí) y cómo gestionar esos primeros momentos.

Ahora continúo con la segunda entrega del mismo y cómo se inicia el proceso de contacto con la aseguradora, médicos y cuantificación de daños.

Tras el accidente y una vez que se presentaron los medios policiales responsables de la vía, calle urbana policía local e interurbana Guardia Civil, para recabar la información necesaria, testigos, daños físicos y materiales y confeccionar el correspondiente atestado, fui trasladado en automóvil al centro sanitario correspondiente.

La parte física, médicos

En el centro médico accedo por urgencias e indico que se trata de un accidente de tráfico. El protocolo es distinto a un accidente de otro tipo, por lo que hay que hacerlo constar. La administración del centro tomará datos del accidentado y de los implicados, así como del seguro correspondiente y su número de póliza, que aparece en el recibo del seguro, o en su caso de la compañía aseguradora y número de matrícula del automóvil, haciendo constar que el afectado conducía una bicicleta y lugar de accidente. Esto es esencial, toda vez que la Seguridad Social o el servicio sanitario autonómico, no cubre los accidentes de tráfico y sin saberlo, podemos encontrarnos que tengamos que hacer frente a la factura sanitaria.

Cuando accedo con el médico de urgencia, le indico las características del accidente y las lesiones que me afectan, haciendo notar las molestias en cadera izquierda y tobillo. Es importante las radiografías que se realicen, pues siempre pueden existir lesiones ocultas que pueden aparecer a posteriori y es una manera más de verificar el siniestro. Se realizan las dichas radiografías y curas necesarias. Tras lo cual abandono el centro y se me entrega el parte de lesiones, documento muy importante para adjuntar al expediente del siniestro. El centro médico quedará como responsable de tu recuperación y lo normal, si no ha habido ingreso, es que al día siguiente, te indique fecha de revisión médica para ver el proceso de recuperación, lo normal a la semana del accidente.
El centro médico se puso en contacto conmigo al día siguiente y me citó unos seis días después.
Ya he asistido a la consulta médica y recibido el alta, una vez el médico comprueba mi estado. Si no fuese así, el médico indicará las medidas necesarias, rehabilitación, continuar con las curas o convalecencia en casa o ingreso, si se hubiese reproducido lesiones o aparecido otras. Atención a la rehabilitación y el centro donde lo realice, no es lo mismo que lo elijas tú o tu médico de atención, que sea la aseguradora la que se lo indique, por obvias razones. Si estabas trabajando con la bici en el momento del accidente y tu empresa tiene una mutua laboral, puedes solicitar la rehabilitación con ellos.
Se ha de tener en cuenta que cada día que se esté de baja, con inmovilidad, hospitalización, recluido en casa, etc. se indemniza por distinta cuantía por día (tener en cuenta que son datos del 2016, tras ese año aumentan en un 0,25%):

  • 100€ en estado graves o cercanos al coma, hospitalizado.
  • 75€ hospitalizado pero sin extrema gravedad.
  • 52€ sin hospitalización pero coartadas sus actividades normales de vida (trabajar, estudiar, deporte, ocio, de pareja y sexuales).
  • 30€ cuando entre la fecha del accidente y el alta médica (inclusive tras la rehabilitación) y que no estén incluidas en las anteriores definiciones, se entiende como perjuicio personal básico.

Todo gasto que se genere directa o indirectamente por el accidente, se ha de tener en cuenta y guardar recibos, facturas etc. para presentarlo ante la aseguradora. Entiéndase, medicamentos, gastos de taxi y desplazamiento, noches de hotel de familiares, alimentación, desplazamiento a la rehabilitación, etc. Así mismo, si trabajas y estás de baja, la empresa te descontará una parte de tu nómina, ese importe también es reclamable a la aseguradora. De igual manera que si tienes un negocio y tu accidente afecta al mismo, por cierre de la actividad de forma temporal, es reclamable el importe que dejas de ingresar.

La parte material, la bicicleta.

Ahora vamos a tratar la parte material. En principio hablamos de la bicicleta, pero hemos de entender que puede incluirse cualquier otro material que se haya visto afectado por la colisión o accidente. Hablamos de la bicicleta y todos sus componentes: casco, ropa, cuentakilómetros, teléfono móvil que se haya visto afectado, reloj de pulsera, cadenas o el material que pudiésemos estar transportando en el momento del accidente.

Partimos de la base que la aseguradora enviará a un perito de su compañía para cuantificar los daños y entendemos que ésta deseará ahorrarse lo máximo posible y podrá discutir aspectos, que en muchas ocasiones desconoce. Lo mejor es depositar la bicicleta en el taller o tienda donde solemos adquirir material, donde la hayamos comprado o sea nuestra tienda de confianza siendo el lugar al que se ha de dirigir el perito.
Previamente ya le he enviado a la aseguradora, un presupuesto del arreglo, si es factible, de la bicicleta, así como del material necesario y mano de obra. Sería conveniente también, el facilitar la factura de compra o copia de la misma que nos pueda entregar la tienda.
Aquí hay un aspecto muy delicado y que los peritos o aseguradoras denominan, gasto venal y que representa el gasto por el uso de la bicicleta y los años de la misma. En este tema siempre soy muy sensible, pues yo no he deseado tener el accidente, sino que me he visto involucrado en él por culpa del asegurado de la compañía que viene a realizar la tasación. Por tanto no admito el gasto venal, toda vez que si deseo adquirir una bicicleta igual o similar a la que ha sido dañada, no la podré obtener por el precio que, pretenda ofrecer la aseguradora, sino superior. Quedando la víctima, en un estado peor al anterior momento del accidente. Y confirmando este aspecto, existe jurisprudencia:

Así, el Tribunal Supremo, en Sentencia de 28 de mayo de 1999, y la Audiencia Nacional, en la Sentencia de 1 de junio de 2001, señala «el valor venal, por sí solo, no constituye reparación suficiente pues no repone al perjudicado en la situación anterior al siniestro, en la que disponía de un vehículo propio que satisfacía un valor de uso notablemente superior al valor venal». En sentido similar se pronuncia la Sentencia de 27 de septiembre de 2002 de la Sala de lo Contencioso Administrativo (Sala de Burgos) del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León.

Y ya llegados a este punto, esperamos la visita del perito de la compañía quien puede ir al lugar indicado donde se encuentra la bicicleta sin necesidad de comunicártelo. Una vez realizada la visita, el profesional se lo comunicará a su aseguradora.
Plazo máximo, si ya estamos de alta médica, es de tres meses para que el seguro haga una oferta en las cuantías a indemnizar.

FIN DE LA SEGUNDA PARTE.

 

Código de registro: 1711234917123
Crónica de un atropello 1/3

Crónica de un atropello 1/3

“Perdona, no te he visto.”

¿Has oído esta frase en alguna ocasión?

Yo, tras 30 años sobre la bici, la he oído unas cuantas veces, aunque, de todas ellas,  sólo  en  cuatro ocasiones hubo accidente y/o atropello anterior.

Hoy me han atropellado por cuarta vez. No va mal la estadística para 30 años.

Físicamente , el accidente de hoy no ha sido grave: algunas contusiones musculares  dolorosas, raspones y dos puntos en la rodilla. Lo que solemos llamar “chapa y pintura”. En el aspecto material, la bicicleta ha sufrido un golpe trasero sobre la rueda, la maneta izquierda golpeada y raspones varios.

He decidido  hacer una crónica paso a paso,  de todo el proceso del accidente, desde el  momento  del golpe hasta la esperada resolución del mismo, para que sirva de ayuda a otros compañeros que se vean involucrados en una situación parecida.

Capítulo 1: El Accidente

Hora: 12:10 del mediodía.
Lugar: La calle donde vivo, en  Vecindario (Gran Canaria-España)
Características de la vía: Calle bidireccional de unos 400 metros de longitud con rotondas.
Circunstancias: Voy en bici por la calle, llego a una rotonda y en el momento de casi superarla y continuar por la misma calle, sentido y dirección, del lado derecho hace su aparición un automóvil que no respeta la presencia de otro vehículo dentro de la rotonda (ya estaba casi fuera) y accede a la misma impactando contra mí  y golpeando la parte trasera de mi bicicleta.

El impacto me desestabiliza y me hace caer sobre el asfalto, aterrizo con el lado izquierdo de mi cuerpo contra el suelo. Inmediatamente se detienen tres automóviles más que circulaban tras el causante y quedo en medio de la rotonda cerca a su salida.
Dos personas vienen a auxiliarme, la conductora del automóvil causante detiene su vehículo pasada la rotonda y mismo sentido que llevaba.
En este caso no hubo necesidad de llamar ambulancia pero nunca desestimeis esa posibilidad, ya que puede contribuir a asegurar el  estado físico y servir para la  posterior posible reclamación de daños.
Una de las personas me indica que no me mueva y me quede quieto.  Tras un accidente es habitual reaccionar como  si no hubiese sucedido nada, es parte del estado de shock. Lo mejor que podemos hacer es quedarnos quietos los primeros momentos, siempre que, lógicamente, no sea peligroso permanecer en el lugar. Este  momento de incertidumbre y  desconcierto puede llevarnos a cometer errores que generen un peligro mayor. Por tanto, tranquilidad ante todo.

Una vez que el tráfico está detenido (es una calle tranquila sin mucho tránsito) compruebo que estoy bien. No parece que haya nada roto, ni clavícula, ni  cadera, que suele ser lo más frecuente en este tipo de accidentes. La conductora está sentada en el borde de la acera con un ataque de ansiedad. Camino, aunque me duele la pierna y sangro por una rodilla y por la mano. Siento la espalda algo magullada, le pregunto  a la conductora  si se encuentra bien y una vez me responde que sí le pregunto si tiene seguro.
En este punto ojo con los espectadores curiosos que a veces se acercan en plan “iliuminado”, alegando conocer  todo lo relativo al tráfico y  a estas situaciones y contribuyen a crispar el ambiente. Lo importante, repito,  mantener la calma y  hablar sólo con el causante del atropello o accidente.

Una vez identificada a la conductora  causante del atropello y su automóvil es importante localizar testigos del suceso. Por lo general  se suelen mostrar colaboradores. Pídele (s) sus datos personales y número (s) de teléfono para un posterior contacto. Es importante hacerlo rápido, antes que continúen y se vayan sin posibilidad de localizarles después. Teniendo  testigos nos cubrimos ante la  posibilidad de cualquier negativa de reconocimiento de  culpabilidad del accidente, ya sea por parte del causante o de la aseguradora.
Posteriormente se llama a la Policía Local. Aunque la causante reconocía su culpa, es desgraciadamente habitual que, posteriormente y en frío, lo niegue. Ya sea “aconsejado” por el amigo de turno o por la propia aseguradora que no lo ve claro. La presencia de la policía es esencial para la realización del atestado e informe correspondiente, que será  relevante ante una posible reclamación de daños o ante la posibilidad de un litigio por no llegarse a un acuerdo  con la parte contraria.
La policía local toma datos de los implicados, de las características del accidente, datos de la vía, fotografías de los vehículos implicados,matrículas  y/o números de serie y, muy importante, de los testigos.
En este caso, la conductora reconoce su culpa y así lo hace constar ante los miembros de la policía local. Se elabora un parte amistoso y se nos entrega a los implicados una copia del mismo. Todos los implicados en un accidente, o sus representantes legales, pueden solicitar copia del informe  a las autoridades correspondientes. En este caso la Policía Local, si hubiese sido en una carretera interurbana, la responsable sería la Guardia Civil o policía autonómica si hay.
Solicito  que me vea un médico. Hay un plazo máximo tres días después del siniestro para acudir y tener un informe médico. En mi caso la mayoría de los daños son leves, pero el dolor del muslo es algo más agudo.

Es aconsejable  SIEMPRE  ser evaluado por un médico.  ¿Razón?: queda constancia del accidente y  se emitirá un informe médico en el que se verifica que ha habido un siniestro. Se hacen radiografías de los posibles daños y las curas pertinentes. El centro médico tiene la obligación de comunicar al juzgado el siniestro de tráfico y hace constar en su informe que es causado por un accidente.
Lo deseable es que la parte culpable se ponga en contacto con su aseguradora dando parte del accidente y declarando que asume la culpa. Pero indistintamente, el interesado, yo, también  he de interponer una  reclamación a la aseguradora (máximo un año desde la estabilización de los daños).

La aseguradora  tendrá tres meses para realizar una oferta o una negación motivada. Después el interesado tendrá de plazo de un año para interponer demanda si no hay acuerdo.
Mañana me pondré en contacto con la aseguradora y enviaré el parte de lesiones y daños materiales.

Hasta aquí el primer capítulo de este proceso que espero sirva de ejemplo para  saber cómo actuar en caso de accidente de tráfico donde se vean involucrados.
¡Estén atentos!
Seguiremos informando del proceso en posteriores capítulos.

Código de registro: 171154820664

He vuelto a casa, gracias

Hoy he llegado nuevamente a casa. Comentario simple, sencillo y elemental para cualquier persona que trabajase, se divirtiese, saliese de compras, de paseo y de un sin fin de acciones más, como podría ser también hacer deporte y, por tanto, practicar ciclismo. Debería ser algo normal, volver a casa.

Hoy un compañero no llegará a casa ¿por qué?

Porque alguien decidió que tenía prisa y que un grupo de ciclistas le molestaban para llegar a su casa, a su destino. Y sin importarle el destino final de ese grupo, decidió que algunos de ellos no llegarían al final de su pasión. Tomó una decisión egoísta: adelantar y pasar por encima de la libertad de disfrutar de su tiempo, de su actividad, de su deporte, a un grupo de personas.

Y ahora, ¿qué?

Mañana yo volveré a salir en bici, mañana lo haré con mi grupo, con mi peña, con mi club, con mis amigos. Y quiero volver a casa, quiero volver a disfrutar de mi vida, de mi tiempo, de mis hijos, de mi familia, de mi pareja, de mi mundo. No quiero que nadie coarte mi libertad, no quiero que nadie, por el simple hecho del miedo, no quiera que yo pueda disfrutar de mi vida.

No quiero ver colgada la bicicleta en mi trastero, no quiero mirar el mallot que tantas veces sudé, colgado en el armario, no quiero que caigan de mis ojos lágrimas cuando vea a un ciclista hacer uso de su libertad. No quiero no poder ver un reportaje de ciclismo porque no soporte la tristeza de recordar  a los que ya no están o el miedo que unos me han creado debido a su egoísmo. No quiero que ese beso que me dio mi pareja sea el último beso, mi último beso.

Mañana saldré en bicicleta y nadie, nadie, repito, nadie, me quitará la libertad de hacerlo, simplemente, porque:

YO SOY CICLISTA.

En memoria de los que haciendo uso de su libertad, ya no están, DEP

Tú eres un ejemplo


Cuando montas en bici en tu ciudad, suele ocurrir que te miran porque, en algunos casos, eres un rara avis. Esta es  una buena oportunidad para generar sinergias positivas en tu entorno. Como el buen anuncio de publicidad que es recordado con el paso del tiempo, que te vean montando en bici contribuye a promover la bicicleta en tu ciudad.

Por tanto, has de tener o poner en práctica ciertas actitudes que harán que la bicicleta sea vista de manera positiva.

Sé respetuoso

Tú no estás solo en la calzada,  piensa que hay otros usuarios y que también tienen el mismo derecho que tú a utilizar la carretera, sé consciente de ello. Sobre todo, ten siempre en cuenta al más débil, el ciudadano. Si sufres una mala maniobra, aunque cueste, no actúes de igual manera y en todo caso, llama la atención de forma respetuosa. Tú podrías ser el siguiente que obre de forma inadecuada.

La norma es para todos

Los semáforos, las aceras, los pasos de peatones, los stop y cedas el paso, son señales que están en la vía para ser respetadas, nos guste o no. Por tanto no puedes hacer oídos sordos y pensar que como vas en bici, no has de respetar las señales que ordenan el tráfico. Si todos hiciésemos lo mismo, el tráfico resultaría un caos. Párate en los semáforos y en los pasos de peatones, no des un ejemplo negativo, que pueda ser aprovechado para calificarnos a todos los que utilizamos la bicicleta.

La alegría se transmite

Sé amable, facilita el que te adelanten siempre que sea posible y no te suponga un riesgo. El automovilista se acordará la próxima vez que vea un ciclista. Sonríe al conductor que se detenga a tu lado o al peatón que cruce.

El ciudadano, la estrella

En la ciudad hay distintos modos de movilidad: autobuses, taxis, bicicletas, camiones de mercancías, autos privados.
Todos ellos son  personajes de esta obra denominada “Movilidad ciudadana” y todos tienen sus obligaciones y sus momentos de protagonismo. Pero, sin lugar a dudas, hay uno que es el principal protagonista: el ciudadano, o peatón cuando se desplaza en la vía. Ese es al que hemos de cuidar entre todos. Los automóviles, las bicis o el resto de miembros de esta obra, no podemos imponer nuestra teórica fuerza, ya que, a la postre, todos somos peatones o ciudadanos.
Así que, sé siempre respetuoso, ponte en su lugar, piensa que algunos son mayores y otros son niños,  y no tienen las mismas formas de reaccionar. Anticípate a sus reacciones,  ten en cuenta  que  pueden ser imprevisibles.

Diviértete

La bici genera endorfinas, te da vida, alegría, te ayuda en tu día a día y encima, te hace ganar tiempo en tus desplazamientos urbanos. Muestra esa alegría, posiblemente algunos de los personajes de esta obra ciudadana vea en ti algo diferente y atractivo y puedes ser el “culpable” de que la bicicleta vaya adquiriendo un mayor protagonismo y vayamos creando una ciudad más amable y diferente. Puede que tus compañeros de trabajo descubran que el coche no es necesario, que la libertad de ver 360º cuando vas en bici, te da humor y ganas de vivir y trabajar junto a ellos.

Tú eres nuestra mejor publicidad, usa la bicicleta.