Han pasado unos días desde la finalización de la prueba ciclista Fudenas. Unos días que nos han ayudado a recuperarnos del esfuerzo y de todos los sentimientos que genera esta prueba de ciclismo. Personalmente ha sido una prueba diferente por una razón íntima y sentimental.Fudenas a su paso por el Risco
Pero dejando de lado estos aspectos, también ha sido una Fudenas que me ha hecho ser algo crítico con la misma. Parto de la base que Fudenas es un trozo de mi vida deportiva y la quiero. Yo era presidente de la Federación de Ciclismo en el momento de la gestación de Fudenas, hasta la edición del 2014, y he participado en todas las ediciones finalizándolas en la modalidad de carrera, desde el 2006 al 2022.
Entremos en materia y cual es la razón de mi crítica.
Tengo un amigo, que una vez terminada la segunda edición de Fudenas, me expresó de manera muy gráfica, lo que significaba la prueba organizada por el destacamento militar de infantería Soria 9, me dijo:
“César, es la única prueba ciclista en la que he participado en la que la Coca-Cola del avituallamiento me la han puesto en vaso de cristal y con hielo.”
En esa segunda edición (2007) yo ejercía como presidente de la Federación Canaria, como he dicho, y llevaba en el cargo desde el año 2002.
El general de división D. Mateo Castañeyra (DEP) se había puesto en contacto conmigo en el año 2004 para poner en marcha una idea que le rondaba la cabeza, atravesar Fuerteventura de Norte a Sur en bicicleta.
Este evento no solo sería una prueba deportiva, también serviría como ejercicio logístico al destacamento de Infantería Soria 9, domiciliado en Puerto del Rosario y así mismo, sería una forma de hermanamiento entre la población de la isla de Fuerteventura y la sociedad militar, la cual no siempre había sido muy bien vista en una isla donde, la Legión y paracaidistas, tuvieron una presencia durante años que dejó una mala imagen.
En el año 2006 se lanzó la primera Fudenas, 51 ciclistas nos decidimos a cruzar la isla por el centro para llegar a Morro Jable desde Corralejo, tras 120 km.
Cuando el General Mateo, originario de Fuerteventura, y yo, hablábamos de la prueba, de los distintos aspectos de la misma, yo le insistía en una sola cuestión:
La seguridad, la seguridad y la seguridad, esta prueba posiblemente será un desafío y creo que también será un éxito, el tiempo lo dirá. Si hay un trofeo más grande o más pequeño o bocadillos de queso o de jamón de jabugo eran aspectos secundarios, pero no se podía cometer un error debido a un accidente o una negligencia o descuido de la organización, pues la prueba quedaría marcada y difícil sería que continuase.
No hubo problema alguno, se tenía todo analizado y cuantificado, se controlaba hasta el tiempo que se tardaría en atender a un posible accidente de un ciclista y contactados los centros sanitarios a los que se le podría desplazar. Se cuantificaba los botellines de agua, los kilos de plátanos o el personal a atender en cada puesto. Incluso en la semana de la celebración de la prueba, había personal militar que se quedaba controlando diferentes zonas de paso ya marcadas, para que no se produjese cualquier variación de la señalizaciones, cosa que sucedió en la primera edición.
Fue un éxito, y continúo siéndolo los años siguientes. El tercer año el General me enseñaba orgulloso las duchas con agua caliente, desplazadas desde Tenerife o el helicóptero venido de Gran Canaria para mejorar la seguridad. Cada año se iba mejorando, masaje en meta, paella, bebidas, duchas en alguno de los puntos de avituallamiento de la prueba, servicio de baño para mujer y hombre en el recorrido, motocicletas en sentido contrario para seguridad de los ciclistas, traducción en varios idiomas en meta para los ciclistas extranjeros. Incluso aún tengo en mi poder las dos revistas alemanas donde se le hacía una entrevista al propio General y se hablaba de Fudenas y lo que significaba.
Cada año se procuraba mejorar el evento, pues cada vez era más el número de participantes y también el grado de exigencia. Algún año me llegó a consultar un Coronel del Regimiento, el cual varía cada dos años, la posibilidad de que asumiese otra entidad la organización de la prueba, a lo que le respondí que era complejo que alguien lo organizase a ese nivel y con esos costes. Aspecto que al finalizar aquella edición se desestimó completamente, al ver el éxito que tuvo. El siguiente año se llegó a los mil participantes.
Pero ese listón que estaba alto y que había que, al menos, mantener o mejorar, ha ido descendiendo, la calidad de la prueba ha mermado en algunos aspectos y los iré desgranando y dando una posible solución.
Estirando, César AcostaAhora no soy nadie en la Federación y menos aún en la organización, también es una opinión muy personal que me ha dado la experiencia y que puede ser errónea totalmente, no quiere decir que ha de ser como yo digo, faltaría más, es simplemente la expresión de experiencias de años y conocimientos.
Comenzamos por partes:
En Fudenas participan unos 3.000 deportistas de ambos sexos entre las dos modalidades, carrera y ruta. Un número considerable para una prueba de montaña, en Canarias.
El protagonista de la prueba es el y la ciclista y es al que se ha de cuidar en grado máximo, sin él o ella no hay razón.
LA SALIDA
Esta se concentra en una zona denominada Panorama Tres Islas, que ha variado de la zona original que era en la Avenida Juan Carlos I junto a la estación de guaguas de Corralejo.
Esta actual zona, aunque es fácil para ubicar al personal de la organización, los medios necesarios y también sencillo para los acompañantes que quieren ver la salida o incluso los vehículos de los participantes, es un lugar algo complejo para el participante. Veamos la razón:
1.- La hora de la salida son las 8:00 para los participantes en la carrera y 9:00 los de ruta, con horario de verano, antiguamente la salida se daba a las 9:00. Por lo que cuando los participantes comienzan a llegar, es de noche cerrada. Es una zona no iluminada que no es posible ver por donde se circula, a no ser que lleves iluminación personal, hay muchas personas caminando, otros ciclistas u obstáculos que pueden generar un accidente. Se debe iluminar esa zona, toda la calle desde la que se va a tomar la salida, sea de una manera o de otra no puede estar oscura totalmente.
2.- La megafonía es inaudible desde 75 metros del arco de salida, por tanto si se ha de dar alguna instrucción, solo la oyen los ciclistas que estén más cerca. En mi caso estaba casi en el giro de la calle de salida, no entendía absolutamente nada. Colocar altavoces en varios puntos más es algo necesario.
3.- La salida en si misma. Al salir, con una subida algo pronunciada desde el mismo momento de dar la señal, genera una situación problemática a los que no se han colocado entre los 200 primeros. Eso, unido a la estrechez del sendero, trae consigo el que se generen retenciones y un efecto dominó desde el primer momento en que un ciclista ponga el pié en tierra o reduzca en exceso la velocidad, por lo que cada vez se vuelve más lenta la salida, hasta tener que detenerse.
Esto no sucedía en la antigua salida de la Avenida Juan Carlos I, toda vez que era muy ancha, llana y había kilómetros por delante para irse acomodando hasta llegar a Majadicho.
4.- Los cajones: Para evitar lo complejo de la salida se podrían habilitar cajones por tiempo estimado o por años de participación o por tiempo en ultima prueba realizada. Aunque sabemos que la picaresca haría aparición, si que podría de alguna manera evitar el bloqueo inicial. Así mismo se ha de tener en cuenta a las bicicletas eléctricas y que tengan su lugar y cajón aparte o incluso horario.
EL RECORRIDO
Cada uno y una que viene a Fudenas, ha de saber que va a encontrarse un recorrido bastante sencillo y con pocas zonas técnicas, la posibilidad de descender de la bicicleta es mínima, en teoría. También ha de saber que son muchas horas sobre la bicicleta y que ha de estar entrenado/a para ello. La tierra y el polvo hacen también su efecto. A partir del kilómetro 110, cualquier repecho es un puerto de primera.
Pero las detenciones debido a bloqueos de ciclistas es un aspecto que rompe al participante, al participante que circula a partir del lugar 100, pues los primeros se entiende que tienen una mejor técnica, no son un número elevado y pueden sortear esas detenciones sin mayor problema.
Algunas son inevitables, paso por túnel o sendero imposible de salvar por otra parte. Pero hay otros pasos que pueden ser evitables. Partimos de la base de la protección del medio ambiente y de no generar un daño, pero sería discutible si el paso de 2.000 ciclistas por un mismo sendero estrecho, no genera un mayor daño que ampliar ese acceso y dar la posibilidad de continuar sobre la bicicleta sin necesidad de desmontar.
En esta edición hubo tres detenciones que obligaban a bajar de la bicicleta y aumento de tiempo, pues llegamos a detenernos completamente, no cuento los pasos de los túneles o zonas de arena.
Ahora vayamos a Costa Calma y la variante de El Risco El Paso. Hasta el año pasado lo hacíamos por la playa de Sotavento, uno de los lugares emblemáticos de Fudenas y que quedaba marcado en nuestro recuerdo. Por razones medioambientales, este año no se permitía. No discuto ese aspecto, el cual no admite discusión alguna, el medio ambiente primero. Pero sí que podría discutir, desconociendo si hubiese sido factible, la solución adoptada. El bajar hasta los Gorriones (hotel) para luego subir hasta el carril bici y volver a bajar por El Risco para incorporarnos al recorrido tradicional, esto generó un esfuerzo mayor que no solo se vio incrementado por la distancia, algo asumible cuando vienes a Fudenas, sino por el tipo de terreno que hacía difícil pedalear y traía consigo que infinidad de deportistas tuvieran que detenerse por calambres o contracturas. El jable hacía que no se pudiese ir sobre la bici, descenso que se realizaba desmontado y con un recorrido nada agradable.
Pregunto, y anticipo mi desconocimiento.
¿No cabría la posibilidad que una vez llegados a Costa Calma y pasado el avituallamiento, se hubiese ido a la derecha, circular paralelo a la antigua carretera que lleva al Barranco de La Barca y tomar el carril bici hasta bajar por el cauce del barranco hasta el antiguo itinerario nuevamente. Aunque no se evitaría el jable, que al final y al cabo es algo intrínseco a Fudenas, pero ese descenso al hotel y volver a subir, creo que no era necesario, aunque insisto en que puedo estar equivocado.
AVITUALLAMIENTOS
Plátanos, orejones, dátiles, naranjas, galletas, ambrosías, frutos secos, barritas y barritas energéticas, cola, agua. Todo esto lo llegó a haber en los avituallamientos, no en todos, pues no es necesario en el kilómetro 11 colocarlo, pero sí en el 70 o 100.
Los dos últimos años ha ido decayendo los avituallamientos, llegando solo a las barritas energéticas, las cuales no todo el mundo asimila de igual manera o plátanos y como bebida solo agua o isotónico.
Este aspecto ha de mejorar y bastante. Hablo en general, personalmente soy de los que llevo mi comida, soy vegetariano y estoy acostumbrado a unos alimentos los cuales no varío en una prueba de este tipo, para evitar cualquier problema estomacal. Pero sí que me hubiese gustado encontrar frutos secos o dátiles, los cuales son muy interesantes para este tipo de eventos.
Los avituallamientos y su escasez, ha sido algo muy llamativo para casi todos/as los/las ciclistas.
LA META
Recuerdan que les hablé al principio del orgullo del General cuando me enseñaba las duchas o los servicios en meta. Pues algo se ha perdido.
Un año se firmó convenio con el Colegio de Fisioterapeutas de Canarias y alumnos en prácticas y profesores daban masaje en la llegada de Fudenas, sin coste para la organización, un masaje es algo muy demandado tras un recorrido de 150 km. y un servicio añadido más a una prueba de este nivel.
Así mismo el avituallamiento que hay en meta fue cambiando con el tiempo, desde las enormes paellas a las ensaladas de pasta y atún actuales. Pero es que ahora hay 3.000 participantes y hay una casuística de la alimentación en la que se ha de pensar. Hay deportistas intolerantes a determinados alimentos, celiacos, vegetarianos o veganos. Y tras 150 km. se necesita recuperar fuerzas lo antes posible, por tanto se ha de tener en cuenta estas variantes.
Las duchas, los aseos de meta, los servicios que son necesarios para atender a todos y todas las ciclistas que llegan, han de estar listos, ya no vamos a bañarnos a la playa como era tradición.
También es típico el charlar con compañeros y compañeras al llegar, en el momento de la comida se solía hacer, por lo que había unas carpas donde te podías sentar y comer tranquilamente y charlar de la prueba y sus momentos.
LA SUCIEDAD
Me llamó mucho la atención. Hemos sido nosotros los que hemos arrojado basura donde no se podía hacer, los que no hemos metido en nuestro bolsillo el envoltorio de la barrita energética o el que no ha tirado la botella en el lugar habilitado para hacerlo. Mientras que otros años sí he observado que muy poco se arrojaba en otros lugares que no fuesen los indicados, este año me ha llamado poderosamente la atención. Y esas personas que no tienen esa preocupación por la limpieza y poco les importa más que su comodidad y egoísmo, pueden ser las culpables también de que Fudenas tome otros derroteros o sea mucho más estricta con determinadas acciones.
Fuerteventura es una isla única, con un medio ambiente muy sensible, la cual hay que cuidar y proteger para seguir disfrutando de ella de forma natural. Por eso, la próxima vez, guarda tú basura en el maillot o culotte y no arrojes nada, absolutamente nada, a esta isla que hemos de proteger.
LA PARTE HUMANA
No todo es negativo, faltaría más viniendo de mí. Qué decir de los y las militares, solo GRACIAS, miles de gracias. Gracias a los cientos de militares, mujeres y hombres que te animaban a tu paso, que se desvivían por ayudarte a rellenar la botella de agua de tu bici o a darte el agua sin que te bajases de la bicicleta. Su profesionalidad, humanidad y colaboración está más allá de sus posibles obligaciones. Es un aspecto que caracteriza a Fudenas, su personal. Y siempre estaré agradecido al esfuerzo que también para ellos y ellas supone el atendernos.
Y como anécdota, recuerdo la de la primera edición, cuando pasaba por la playa de Sotavento y llegaba a El Risco con marea alta. Circulaba solo, en el puesto 11, de los 38 que llegaríamos a meta. Un soldado, a unos 100 metros, hacía sonar su silbato indicándome la dirección que tenía que tomar para continuar, lo hacía continuamente y yo caminaba sobre la arena, cuando me acerqué a él, le dije: “Muchas gracias, ya puede dejar de tocar el silbato, ya sé para donde he de ir, gracias.” Eso es Fudenas, organización extrema.
Qué decir de la población majorera, se vuelcan con los y las participantes, gritos de ánimo, música, bebida, ayuda, esperan al paso de cada uno y una para que su grito nos empuje a la meta, gracias.
MI OPINIÓN FINAL
Quiero mucho a Fudenas, la amo. Este año he dejado un poco de mi madre, recién fallecida, en ella y la relación de mi pareja y yo, está unida también a Fudenas.
Cada año me cuesta prepararme mínimamente para participar y acabar, yo ya corrí a cierto nivel hasta los 32 años y gané lo que pude ganar y perdí mucho más. Ya no son los 42 años de la primera edición, este año han sido 58.
Quiero que continúe y que la descubran más y más personas que llegan a ella con miedo, con temor, con ilusión, con deseos, con promesas, con decisión, con respeto y salgan reforzados, con su autoestima alta, sabiendo que lo han hecho, que han ganado su Fudenas.
Y por eso me duele que la critiquen, en ocasiones con razón, en otras no con tanta y la defiendo. Y me duele incluso que yo haya escrito este artículo. Pero como la madre que educa a su hijo, éste a veces, necesita una reprimenda por algo mal hecho, explicándole la razón de ello y cómo hacerlo correctamente. Lo o la educa como ella considera que es la mejor manera para que su vida sea la mejor posible, pero siempre desde el respeto a un ser que tiene personalidad propia.
Incluso podemos entrar a debatir la parte económica y los coste de la organización. Si es necesario que el importe de la inscripción sea otro si se pretende mejorar ciertos aspectos. Entiendo que Soria9 no es una empresa mercantilista y que tampoco domina los aspectos de imagen social que tal vez una empresa organizadora de eventos domina mejor, pero no por ello ha de ser una disculpa para errores que pueda cometer. Y lo hablo desde el conocimiento de haber sido durante cuatro años organizador de pruebas ciclistas.
La página web es otro tema a tocar (www.fudenas.com), en ocasiones es complejo encontrar información, es poco práctica y no se actualiza. Un ejemplo, aún están las imágenes de los ganadores del 2021, y con la misma errata en la cabecera, en su portada o no hay un menú de resultados. El éxito de una web es su inmediatez e información.
Cuando compras una casa, tienes ilusión en los muebles, el color de las paredes o el electrodoméstico que comprarás para que tu casa sea más cómoda y agradable de vivir. Pasado un tiempo comienzas a colocar cuadros, figuras y objetos personales. Así haces de tu casa, tu lugar favorito.
Fudenas está en ese momento, ha de saber colocar los cuadros necesarios, las figuritas y los objetos personales para que esta casa, mi casa, sea un lugar acogedor al que quiero ir, al que queremos ir. Cuidémosla entre todos y todas para que nos dure muchos años y llegue un día en que nos podamos reunir y contar las batallas ganadas sobre la arena de nuestra Fudenas.
Gracias Fudenas, mi Fudenas, nuestra Fudenas.