Tengo un hijo que monta en bici y al que le gusta montar en bici.
Empezó a montar, como la mayoría de los niños, por diversión. Por lo que deberían montar todos los niños.
Cuando nos enteramos que en nuestra ciudad había una escuela de ciclismo, le pregunté si quería ir y me dijo que sí. No es un niño que haya destacado en el deporte así que me alegré de que hubiera encontrado una actividad deportiva que le gustara y divirtiera. La clave es si el día de clase tiene ganas de ir, o hay que obligarle “un poco”.
Ya en la escuela nos comentaron la posibilidad de federarse y participar en pruebas deportivas. A él no le hizo especial ilusión el tema de competir y a mí la verdad, las competiciones infantiles no eran algo que me atrajeran lo más mínimo. He visto a padres pelearse por cómo juegan sus hijos, hasta llegar a insultar al contrario o a sus hijos por no ser más agresivos. Es un espectáculo bochornoso que no quiero bajo ningún concepto en la vida de mis hijos. Pero el ciclismo es bastante diferente al fútbol (al menos en la inmensa mayoría de los casos).
Tenemos, además, la suerte de pertenecer a una escuela y un club del que estar orgullosos:
- Un club que no busca campeones. Al menos no con los niños de estas edades.
- Un club y unos monitores que les enseñan a amar la bicicleta y lo que esta implica.
- Que les recuerdan que lo importante es que disfruten.
- Que les recalcan que el día de la prueba lo que han de hacer ante todo, es pasarlo bien con sus amigos, los de su club, y los de los otros clubes a los que ven cuando hay carreras.
- Que insisten en la importancia de disfrutar con la familia del día al aire libre.
- Que les recuerdan que en la carrera van a poder practicar aquello que van aprendiendo en las clases, y que no necesariamente es ser el más rápido y llegar el primero.
Y todo eso le repito a mi hijo cuando el día antes de una carrera le noto nervioso. Eso y que él sabe que sólo participa si le apetece. Sin presión.
No quiero que mi hijo sea Indurain. No digo que no pudiera serlo, no lo sé. Digo que no quiero que lo sea porque YO lo quiero.
Veo a los padres los días de las carreras y tengo sentimientos encontrados. Quizás sea porque mi hijo es de los que nunca gana. No puedo saber cuál sería mi comportamiento si fuera ese que siempre llega primero, pero la realidad es que hay más posibilidades de ser la madre del que no gana, que del que gana, así que creo que merece la pena pararnos a pensar en esos niños que nunca van a subir al podio, que nunca reciben medallas, y que nunca oyen al llegar a meta: “eres un máquina”.
Todas las competiciones son, en cierto modo injustas, porque nunca hay dos seres humanos que jueguen en igualdad de condiciones. En el deporte te ponen con los de tu misma edad, aunque tengas menos aptitudes, más o menos peso, más o menos experiencia, más o menos habilidad en ese campo y mejor o peor bici.
Yo en las carreras tiendo a fijarme en ese niño que ve cómo el primero de la carrera le dobla y aún así no se para. Al que le cuesta la vida seguir pedaleando, aun sabiendo que no habrá podio, ni medalla, ni siquiera aplauso, salvo el de sus padres, si es que estos no son de los que ponen cara de decepción cuando su niño no gana. Ese niño que a pesar de saberse el último, sigue pedaleando. Porque no lo hace por ganar (ya sabe que será el último de la clasificación), sino que corre por él mismo. Es su propio reto. Terminar la carrera, superarse a sí mismo. Vencerse.
Yo soy la madre de uno de esos niños.
De ese niño que se emocionó el día en que en una de las carreras hubo medalla para todos, foto para todos, escenario para todos, aplauso para todos. PARA TODOS.
Porque ¿quien dice que se esfuerza más el que más corre? Quizás el mayor esfuerzo es el de aquél a quien más le cuesta correr. Aquél que no tiene “el tipo” de ciclista. Aquél que nunca ganará una carrera contra otros.
Ese valor quiero que mi hijo aprenda del ciclismo:
- Un deporte en el que la mayoría de profesionales no vestirá nunca un maillot amarillo, y aun sabiéndolo participan en la carrera.
- Un deporte en el que la mayoría corre para que gane otro de su equipo.
- Un deporte en el que la victoria no se mide de forma individual.
- Un deporte que mide la fuerza del equipo por su eslabón más débil, no por el más fuerte.
Un valor que a veces los padres que gritan a sus hijos en las carreras cosas como: -“A por él” -“No te entretengas a hablar” -“No te pares” -“Tienes que ganar”, olvidan.
Olvidan que la mayoría de esos niños en vez de disfrutar de lo que hacen, incluso de lo que consiguen, acaban por odiarlo por la presión a la que les someten. Olvidan que educar desde la competitividad será menos valioso para la vida adulta que educar desde la colaboración. Olvidan, que cuando ellos están diciéndole a su hijo: –“eres un máquina que has ganado” hay otros niños oyendo que sienten que ellos no lo son porque han quedado últimos.
Todos los niños son especiales, todos son máquinas. En una carrera de niños deberíamos animar a todos, ¡de verdad! Porque la lección más importante que tenemos que enseñarle a nuestros hijos no es cuándo cambiar el piñón o cuándo apretar sino a respetarse a uno mismo y al compañero.
El próximo día que vayas a una carrera, acuérdate de felicitar a todos los niños que corren… incluido al último.
Autora: Nohemí Hervada Palou
Maravilloso, estoy totalmente de acuerdo. Se me han humedecido los ojos leyéndote.
Muchas Gracias. A la autora le viene desde el sentimiento y la realidad que vive.
Yo e vivido eso en el mundo del fútbol que es aun mas desagradecido con mi hijo cuando era pequeño ..ahora tengo 53 años y monto en bici mtb con unos amigos increíbles un monte espectacular y en la meta una cerveza fría ese es nuestro mejor podium
Y eso es saber disfrutar de la vida, de los amigos, de la bicicleta. Y es bueno que se incolque en su hijo. Felicidades
Mi hijo viene de jugar a fútbol y estoy muy muy decepcionada. En el ciclismo ha sido todo muy diferente, estamos todos muy contentos !
pedazo de articulo, los valores de niño seran los valores del futuro
Mi hijo corre en ciclismo y yo siempre he dicho que en una carrera para que haya un primero un segundo y un tercero también tiene que haber un último y que es tan importante como los demás que todos son iguales y unos campeones animo para todos los ciclistas y mucho cuidado con las carreteras
MUY BUENOS CONCEPTOS PUES ES LAMENTABLE QUE EL DEPORTE INFANTIL ESTE LLENO DE MALOS VICIOS PRINCIPALMENTE EL DE LA PRESIÓN PUESTA POR PADRES Y TÉCNICOS, SE HA PERDIDO LA IDENTIDAD, LA IMPORTANCIA DEL JUEGO GRUPAL
Totalmente de acuerdo. La presión mediática “los Ronaldos” han hecho y hacen mucho daño.
Hola , estoy muy de acuerdo en tu planteamiento general de cómo debe de ser las competiciones en esa edad , sea la modalidad que sea . Pero el que compitan de una manera sana y limpia ( esta es labor del Club y los Padres ) percibiendo ellos el nerviosismo de la competición la competitividad de sus compañeros que son sus primeros rivales y los demás rivales , hago incapie esa palabra , porque desde los padres y monitores muchas veces se tilda de enemigo al rival . Y es muy clara la diferencia , la rivalidad se terminaba cuanto termina la competición y luego volvemos a ser amigos o compañeros .
Promuevo el fomentar la competívidad sana y limpia , porque además de enseñarles a gestionar los momentos de nervios , tensión , miedos , adrenalina , instinto de supervivencia , esfuerzo y sobre todo que aprender a gestionar sus fracasos , frustraciones y errores en competición . Esto les educara y les hará sentir a qué sabe y como se sale de estos sentimientos dolorosos a edades tempranas , algo que tanto los padres los protegemos .
Es delicado dónde está esa línea que el niño deba entender. Si hablamos de escuelas de ciclismo, ha de primar la diversión, compañerismo y el premio para todos. Si nos movemos ya en edades de cadetes o superiores, si que pueden entender esos aspectos de rivalidad y sana competición. Pero siempre el problema aparce en monitores, muy poco formados y padres exesivamente mediatizados y desconocedores de este deporte. Gracias
Preciosa lectura. Lo comparto. Me ha hecho sentir muchas cosas pues yo fui una de esas niñas y sigo disfrutando del deporte,tanto que es mi profesión. No hay nada más bonito que ver a in niño contento y motivado sean cuales sean los resultados. Porque los resultados son tener niños felices conel deporte que practican.
Muchas Gracias, ojalá con el deporte hagamos personas mejores para una mejor sociedad, donde deje de primar valores erróneos.
Mi hijo ha empezado hace muy poco tiempo en una escuela de ciclismo y casi podia decir que este maravilloso texto habla de mi hijo, estoy muy contento ya que esta escuela les educan con estos valores.
Nos alegramos enormemente que su hijo haya elegido este deporte, que es formador de personas, déjele que disfrute de él, seguro que así lo hará, que se divierta, que se socialice y descubra el valor de lo que es el mismo hace.
Gracias
Se y conozco de lo que hablas, porque mi hijo ya de 36 años comenzó en cadetes y hasta los 30 ha competido y no tengo por más que felicitarte por tu comentario con el que estoy totalmente de acuerdo. Y creo, que todos y cada uno de ellos se merecen lo mejor de todos. un saludo.
Muchas Gracias
Me encanta como lo has contado, me identifico al cien por cien contigo, yo soy otra de esas madres ,de las que le dicen “diviértete” y “me da igual como quedes solo te pido que no te caigas” y disfruto viéndolo jugar con sus compañeros de competición, de otros clubs, cuando terminan su carrera, quizá nunca pise el pódium ,pero tiene tanto merito como el que si….
El intentarlo y el respetar a sus compañeros,me siento orgullosa de el y contenta porque hace algo que le gusta ,un saludo.
Se lo transmitiré a la autora (mi mujer). Y ese es el verdadero deporte. Nunca presionarle, que disfrute, divertirse y si continúa en este deporte, ya tendrá tiempo de competir, porque seguirá haciéndolo gracias a que en su infancia, no tuvo nadie que le exigió. Y si no haz un pequeño ejercicio: Mira los resultados de los últimos 10 años de cadetes o juveniles en los campeonatos de España ¿quienes siguen en el ciclismo? de 30 ciclistas, no llega al 15%. Se cansan. Saludos
Yo fui ese último muchas veces.Y eran mis padres los que calmaban esa frustración. Ellos si veían lo que yo no podía ver. Para ellos yo era el mejor.
Ahora de adulto he vuelto a competir en este caso en Máster. Entreno siempre que mi trabajo me lo permite, sigo siendo el último, pero ahora lo veo como lo veían mis padres y disfruto como debí disfrutar de niño.
Un artículo excelente, se lo reenviaré y conociendo a mi madre se emocionará leyendo. Gracias.
Gracias David: Yo con 52 años y tras 10 en la competición seria (25 a 35) sigo montando y disfrutando y alguna vez compitiendo, no soy el primero, tampoco el último, pero es lo que no me importa, tengo la misma filosofía que tu. disfruto, me cuido y la amistad. Y si eres o somos los últimos, significa que hemos llegado, otros no llegan. Derrotarse a uno mismo, esa es la filosofía.
Desde la Escuela de Ciclismo del Club Ciclista Burgalés….CHAPO!!!. Esa es la esencia y esa es la idea de lo que debería ser una escuela. En nuestras competiciones se organizan pruebas “populares” para no federados… y siempre procuramos poner a toda nuestra escuela a aplaudir y a animar a todos los no federados, del primero al último.
Un saludo.
Nos alegra que las escuelas y sobre todo, los monitores, inculquen esa idea, es la que ha de prevalecer. Siempre la figura del monitor es esencial. También muchas escuelas o pruebas de escuelas, unen a federados y no federados, además es una cantera para la escuela que pueden alimentarse de esos niños que no se han acercado aún al ciclismo federado y organizado. Gracias
Me identifico mucho con el artículo. Mi hijo acaba de comenzar en una escuela de ciclismo y les inculcan que todos ganan.
Mi niño sólo va a participar para pasárselo bien.
En el momento que vea que se puede preocupar por no llegar en buen lugar, seré la primera en intentar que no participe.
Nos alegra. Es importante que nunca vea presión en ganar. La escuela ha de educar en esos valores y los monitores aplicarlos y el resto de padres aplicarlos.
Tienes toda la razon del mundo, yo cuando era mas joven contetia y era demianamente bueno a bueno y cuando tuve a mi primera hija a los 8-9 años le compre una bici de carretera esperando que hiciera el deporte que a mi me gustaba, pero cai en el error pues a mi hija no le gustaba la bici de que lo que gusta a un padre no tiene porque gustarle a sus hijos y desde ese dia o el deporte que le gustaba tenis y a mi segunda hija ya no meti la pata como lo habia hecho con la mayor, juega al basquet, y cuando van a los partidos todos los padres aplaudimos tanto a las mejores como a las menos mejores, en la vida hay que aprender que hacemos muchas cosas por diversión y no por obligación.
Gracias. Ellos son l os que eligen, nunca nosotros.
Yo no estoy tan de acuerdo. Creo que muchos comentarios son de tipicos padres frustados, que como ellos no pudieron, o no lograron hacer tal deporte o tocar cual instrumento cargan a sus hijos con una responsabilidad que no les corresponde. Lo primero que hay que saber es si al chaval o a la chavala le gusta hacer deporte. Porque igual estas montando a un chico en una bici, y el muchacho no quiere saber nada de las bicis, y sigue en el deporte porque es lo que quieren sus papás, y sigue por no decepcionarles hasta que se hace un gallo grande y lo manda todo al carajo, claro. Dejen decidir a sus hijos la actividad que quieran! Que son niños, pero no son idiotas! Aparte que con padres con la mentalidad de muchos de ustedes nunca hubieran surgido los grandes cracks del deporte. Si un chico tiene ciertas cualidades lo suyo es que las aproveche. Y que se esfuerce al máximo, llegue el primero o el último. Quien triunfa es porque aparte de tener facultades, se ha esforzado. Más o menos que los demás, pero muchísimo. Parece que hay que darle más valor al niño que se esfuerza y no llega, que al que gana por condiciones. Para mi el esfuerzo y el intentar las cosas es lo que te engrandece. Y por último, hacer saber a los chavales, que aunque se esfuercen al máximo van a perder muchas veces, no sólo en el deporte, sino en la vida. Saludos
Estimado lector:
Creo que no has leído el artículo o al menos no has entendido lo que en él se ha escrito y transmitido. Y leyendo tus palabras, te contradices en ellas mismas. Hablamos de niños, no de un chaval de 16 años. Hablamos de que le apetece ir voluntariamente, no es obligado y no hay ninguno de los comentarios anteriores que se respire a padres fracasados, más bien todo lo contrario, padres que saben ver el valor de la infancia. Vivimos en una sociedad competitiva porque la hemos construido, erróneamente así, pero se puede cambiar.
¿El triunfo y ganar? muy bien, pero en una edad donde la personalidad o la mente del niño ya lo entienda o al menos lo pueda asimilar, y aún así a veces, esos valores del ganar, son un lacra para muchas personas. Cuantos deportistas se han quedado en el camino por esa presión y no tener la cabeza preparada para ello. Y yo que he competido a cierto nivel, lo sé, como chicos de 21 ó 22 años, no podían llegar a más, simplemente por no soportar la presión del ganar. Y nadie da más valor a uno que al otro, pero no están en la misma balanza, por eso hemos de ayudar al que le cuesta llegar. Tienes dos hijos, uno con matrícula de honor y el otro suspende, contratamos un profesor particular, pero, se lo ponemos al que saca matrícula de honor.
Gracias
Me ha encantado, pienso que en todas las competiciones donde hayan niños, debe de haber medallas para todos.
Mis hijos han jugado al ajedrez y he visto cada cosa, que me daba verguenza ajena, padres obligando a los niños a entrenar de madrugada para la próxima pártida, padres que regañaban a los niños, padres que no dejaban hacer a sus hijos amigos con los niños de las otras provincias, en definitiva, padres que no dejan a los niños ser niños, todo se ve en el fútbol pero no es así, mi ejemplo es un deporte supuestamente tranquilo,educativo,intelectual, y sin embargo, también existe ese afán de los padres de ganar a costa de lo que sea, lo peor que he visto, ha sido un niño vomitando en plena partida mientras su padre, amenazante lo miraba, siempre he pensado que habrá sido de la vida de ese crio…..
Gracias. Efectivamente tomamos el fútbol como un mayor ejemplo, pero no quiere decir que solo sea en él. El problema no es en si el deporte es la actitud de unos padres, influenciados por una sociedad competitiva. dará igual el deporte que practiquen, si detrás hay unos padres que no comprenden lo que es ser niño y que vuelcan en su hijo, sus fracasos o faltas de autoestima.
Esa actitud del padre ante la partida de ajedrez de su hijo y la respuesta de éste, es una clara respuesta al miedo atroz que tenía. Eso es lo que no podemos consentir.
Estoy totalmente de acuerdo con el espíritu del artículo, pero le veo un pequeño párrafo desafortunado, el que dice “No quiero que mi hijo sea Indurain. No digo que no pudiera serlo, no lo sé. Digo que no quiero que lo sea porque YO lo quiero.” Miguel fue un gran campeón en todos los campos, en el primero en el de la humildad; Miguel comenzó a montar en bici desde muy pequeño y cuando ganaba sus primeras carreras, como después de profesional, tuvo grandes detalles de respeto por los demás; Miguel creció y esos valores le sumó el esfuerzo y fue el gran campeón que todos conocemos, nada comparable en las formas a otros campeones. Por eso estoy de acuerdo que debemos, sobretodo los niños, hacer deporte para disfrutar, pero a mi si me gustaría que mi nieto, cuando venga, se parezca a Miguel Indurain. Me gustaría porque estoy seguro que, como tú a tu hijo, lo querré como nieto mío, más aún sabiendo lo que ha conseguido y cómo lo ha conseguido.
Estimado Sr. José. No estamos hablando de la figura, de la persona o del deportista como tal, no hablamos de los valores que ha representado o representan deportistas de esa talla, como la de Miguel Indurain, a quien tuve la ocasión de conocer personalmente y cenar con él en mi etapa de federativo, e inclusive llegué a competir en una prueba “open” años ha. Y además no se inicio desde las escuelas, ya era más mayor y comenzó sus triunfos en juveniles, donde se le llevó progresivamente.
Hablamos de lo que representa, el ganar, el llegar a lo máximo, hablamos del echo de los padres que quieren un campeón a toda costa, llámese Indurain, Nadal, Contador, Gasol, etc. Hablamos de esos padres que pretender tener un hijo a imagen del ganador, no de los valores que representan o pudiesen representar, hablamos de ganar, exclusivamente. Padres que creen que presionando, construirán un ganador. A Indurain no se le presionó en su época de aficionado, ni en su primera vuelta a España, en su primer tour se le retiro antes de llegar a los Pirineos.
Un campeón se ha de ir haciendo, y si hace un ejercicio de búsqueda, comprueba en la categoría de juveniles, durante los diez últimos años y seleccione a los tres primeros clasificados. De los 30 nombres que habrá encontrado, actualmente, no llegan ni a 5 los ciclistas que aún compiten o son profesionales.
Muchas Gracias
Impresionante !!!!te felicito!!!!! Has copiado todo mi pensamiento como si lo hubiese escrito yo …… Tengo reconocer que tus palabras tus frases me has hecho llorar con felicidad por acordar de aquellos que se esfuerza…… para mí los campeones pues cada niño cada persona tiene sus limitaciones ………si más me gustaría compartirlo…..
Muchas gracias. Encantado de que lo hagas.
Yo en contra de lo que dice la autora del escrito pienso que por lo menos los que nos gusta el ciclismo y lo vivimos con pasión aplaudimos a todos los corredores y sabemos apreciar el esfuerzo de todos incluido el último. (hasta sentimos envidia de no estar nosotros en el peloton como uno mas).
Cierto que a veces gente ignorante (no tienen otro nombre) se mofan de quienes se quedan rezagados.
Tambien están y eso es peor los padres que piden de sus hijos lo que la naturaleza no les doto, de la fuerza y el nervio de los campeones aunque mucho está tambien en el entrenamiento asiduo.
No hay ciclista malo, hay gente mal (om poco) entrenada.
Lo que no hay que hacer es sobreesfuerzos, si aguantas en el peloton bien, si te quedas rezagado vete a tu ritmo pues forzar durante muchos km. tu marcha no es bueno.
un saludo a todos.
Saludos Juan José:
Creo que no has entendido correctamente el artículo, pues nunca se habla de no aplaudir a unos y a otros si, y lo que dices es también lo que dice la autora. Estamos hablando de niños, a esas edades no puede existir entrenamiento como tal, es juego, técnica, destreza y habilidades. No se puede entender sobre esfuerzos a niños de 10, 11 ó 12. En la categoría cadete ya si que podemos comenzar a pedir algo más, sus monitores o entrenadores.
Saludos
Olé, Olé y Olé!!!
Muchas gracias por estas grandes palabras: yo fui, soy, sigo siendo y seré siempre uno de esos niños de los que hablas.
A día de hoy, tengo 41 años y tus palabras me han conmovido.
Un saludo. Manu.
Muchísimas gracias Manu. Y nos alegramos que sigas teniendo ese espíritu.
Que gran verdad, me encanta, todos debíamos pensar así ????
Efectivamente, sería un giro social muy importante, crearíamos futuras personas con un comportamiento diferente.
Gracias
Buenas noches… fantástico el artículo, refleja la historia día a día y cada fin de semana que hay competición.
En mi caso colaboro como padre de alumno de una escuela ciclista en un pueblo de Huelva, donde nuestros alumnos nunca llegan primero pero siempre van con la sonrisa en sus caras.
Mi hijo conoce el ciclismo como un deporte alternativo puesto que a raíz de una enfermedad le busco el ciclismo para sustituir el fútbol. Tiene 11 años y compite desde los 7. He presenciado auténticas peleas entre padres y discusiones por un puntos en la clasificación, cosa que es lamentable y directamente me voy de la competición. Mi hijo casi siempre es de los últimos pero los padres de la escuela ciclista lo animamos, y entrando en meta acabando la carrera se le felicita ya que ha acabado que es lo más importante. Últimamente me he llevado a las competiciones a mi hija pequeña de 4 años y a competido, consiguiendo que cada tarde me pida dar un paseo con la bici. Mi hijo se enorgullece de transmitirle el amor por el ciclismo a su hermana. En la escuela ciclista donde colaboro organizamos varias competiciones durante el año a nivel provincial y premiamos a todos los participantes ya que creemos que al podium deben de subir todos los niños y si no caben lo hacemos más grande. El nivel de participantes el alto y el ambiente es bastante bueno lo que incita a niños de la zona a participar. Lo que se intenta es que les guste el deporte, el ciclismo y la deportividad.
Basta ya de padres y entrenadores gritando y exigiendo rendimientos cueste lo que cueste, a sabiendas que en este deporte se premia la continuidad .
Estimado Mati:
Es alentador que existan ese tipo de escuelas y de padres, sobre todo monitores que sepan inculcar la deportividad y amistad entre amantes de un mismo deporte o de cualquier deporte. A esas edades tan tempranas no ha de existir la competición, diversión, reirse y aprender técnica, sin valorar quien lo hace mejor o peor. Ya habrá tiempo de competir de ganar y de sufrir. Pero los más grandes campeones, no les hace falta ganar carreras.
Saludos
Yo entrene niños y niñas hace tiempo, recuerdo lo que tu dices del comportamiento de los padres. Ellos, los niños y niñas, deben disfrutar y nosotros hacerles entender que en la competición todos son muy importantes, si solo participasen los que ganan no habría competiciones.
Su máxima ilusion era poder jugar o correr, mi trabajo, era que independientemente del resultado, quisieran seguir jugando, corriendo o simplemente viendo a sus compañeros sin que sintieran obligación de ganar o ser mejores.
Hoy veo a muchos de aquellos niños y niñas seguir haciendo deporte y ese es el mayor éxito que han conseguido.
Gracias, esa es la filosofía que ha de imperar.
Me gusta mucho el artículo. Yo, como ciclista, no puedo estar más de acuerdo. Yo compito en mtb, soy malo y puedo demostrarlo, no me importa que me doblen, es más, cuando me pasan los sigo animando para que sigan a tope. Y siendo de los últimos los primeros me animan y me tratan con respeto.
Que grande es el ciclismo!!!
Muchas gracias, se lo transmito a la autora (mi mujer). Lo que me enseñó la bicicleta es el respeto a todos los que deciden a subirse a una bici. Felicidades
Me encanta este articulo, así es este maravilloso deporte, el jueves salí a un colazo nocturno el cual tuvo pendientes espectaculares, y en la más empinada, me pregunte voy sufriendo, cansado, exhausto y mi repuesta a eso fue NO SE PERO LO AMO….. Y MI LEMA ES “NUNCA PARES,” amo el ciclismo es mi pasión
Me gusta el artículo y estoy totalmente de acuerdo ……..no deja de ser un deporte y siempre siempre hay que salir a disfrutar aún en competición ……y aún más los niños !!un saludo!!
Esto de la medalla para todos, el fair play y la diversión por encima del sufrimiento, me parece bien. Pero mejor me parece eso, unido a un sentimiento de reto y compromiso con un proyecto personal y con el sacrificio y trabajo que cuesta conseguirlo. A veces en este debate competitividad vs divertimento, olvidamos que el deporte también es escuela de vida, y que la vida es competencia, y que el esfuerzo y el compromiso serán necesarios en la vida adulta. Con la dosis adecuada, no veo nada mal el forzar al niño, en momentos determinados, a cumplir con una cita con su Club aunque no le apetezca, e intentar retarse consigo mismo por obtener un objetivo, no digo ganar. Pero no caigamos en la dejadez y laissez faire que nada enseña, a la excusa fácil y al abandono, a que da igual quedar último que me van a dar la misma medalla que al primero. Demos alegría, demos ambiente, pero demos vida, en la medida que corresponda a cada categoría. Ni exceso de competitividad, ni tampoco de lo contrario. A veced viendo estos artículos veo en lo que estamos convirtiendo a nuestros hijos. Que sean felices, pero que aprendan a luchar, a comprometerse.