23 Oct, 2016 |
Fudenas 2014. Me esperaron en la Meta.
Normalmente uno se enamora de alguien, que entre otras cosas, “es” algo: fontanero, médico, autónomo, panadero… A veces, ese alguien además, practica algún hobbie con más o menos entrega: hace fotos, le gusta cantar, practica la escalada, juega al fútbol, es un freaky de Star Wars… o lo que sea.
Pero yo me enamoré de un ciclista. Porque no es algo que hace, es lo que es.
Cuando le conocí me pareció “un señor muy serio”. No le encontré especialmente atractivo, aunque la verdad es que nunca ha sido algo muy decisivo en mis relaciones. Me suelo enamorar del contenido, no del continente…
La primera cita fue lo normal que cuentas y te cuentan. Contar un poco quién eres, qué haces con tu vida, cómo te ha ido con las relaciones de pareja y sobre todo, qué quieres…
Me sentí a gusto, pero tampoco me fui pensando que fuera el hombre de mi vida. La verdad es que en ese momento yo no buscaba una relación seria. Estaba convencida de que no me iba a enamorar en muuuucho tiempo.
Desde el principio sabía que montaba en bici, mucha gente lo hace, incluso yo que soy la personificación de la antideportista. Pero según pasaban las horas de charla, se iba desdibujando el velo de lo que creemos ser y se ve lo que somos de verdad. Empecé entonces a conocer al ciclista dentro del hombre.
Pasé horas escuchándole hablar de forma apasionada de la bici, de sus carreras, de ídolos con pies de barro y de hombres llenos de barro que deberían ser ídolos. De afán, de superación, de ideales, de esfuerzo, de trabajo, de constancia, de sacrificio, de compañerismo, de amistad, de renuncias, de esperas, de metas que cruzas con lágrimas, a veces por llegar primero, y otras, casi todas, por llegar. De buscar ojos que te esperan, de no encontrarlos. De honestidad, de principios, de cabeza y corazón.
Me enamoré de un ciclista que me enseñó que la vida, al más puro estilo Forrest Gump, es como ir en bici.
Que da igual lo que pase durante la carrera, hay que seguir pedaleando.
Que el equilibrio está en el movimiento.
Que el camino no distingue entre ricos, pobres, intelectuales y obreros
Que hasta el final, no hay carrera ganada… ni perdida
Que los compañeros pueden ser rivales y los rivales, compañeros.
Que las carreras no siempre las gana el más rápido, ni el más fuerte.
Que eres tan fuerte como lo sea el más débil de tu equipo.
Que las cuestas y las montañas seguirán ahí, si hoy no pudiste, mañana.
Que siempre hay alguien mejor que tú.
Que siempre, cuando crees que ya no puedes, puedes hacer un poco más.
Que en la vida no siempre interesa ir rápido, pues te pierdes los detalles del paisaje, la sonrisa de aquellos con quienes te cruzas, la charla y las risas con los amigos que van a tu lado.
Que la vida es un viaje que tú has de controlar, aunque a veces vayas lento, de subida, y a veces embalado, en el descenso.
Que lo importante al final, es de quién te despides cuando sales a montar y quién te recibe al llegar.
Y entre historias de ciclistas, de carreras y entrenamientos
De caídas, de lesiones, de fracturas en los huesos.
De duras recuperaciones, de adioses tempraneros.
De cimas imposibles e impasibles, con los nombres en el suelo.
De hazañas memorables, del fracaso inesperado.
De héroes, a golpe de pinchazos, falsamente encumbrados.
De “señores” en la bici y fuera de ella, de señores todo el tiempo.
De traiciones y lealtades, de amigos, enemigos, compañeros.
De ilusiones que se agotan, goteando saladas, sobre el suelo.
Del afán por superarse, de poder vencer al sufrimiento.
De gestas del que creías que era el más pequeño.
De victorias, abandonos y derrotas.
De aquellos que nunca vuelven, que siempre recordaremos.
Me cautivó la pasión que ponía en sus palabras.
Escuchando esas historias, se escribía nuestra historia.
El mayor reto, el más complejo, muchas veces me decía.
Con más cuestas que bajadas, sin ver, muchas veces, la cima.
Me enamoré de un ciclista con todas sus consecuencias.
Me enamoré de un ser libre que vuela sobre dos ruedas.
Me enamoré y prometí esperarle en sus metas.
Y aquí estamos y pronto será ya nuestra tercera “Fudenas”.
Autora: Nohemi Hervada Palou
12 Jul, 2016 |
Una vez me preguntó un periodista: «¿Es dura Fudenas?» a lo que respondí: «No, Fudenas no es dura, lo que es duro es el camino para llegar a Fudenas.»
Entrenamiento
Antes que nada quiero dejar claro que no soy entrenador ciclista. Fui ciclista de carretera durante doce años, diez de ellos en la península con entrenador. Competí a cierto nivel, llegando a ganar alguna carrera y participé en tres Campeonatos de España con Andalucía. Ahora no soy un profesional y no escribo este texto como tal, ni para sustituir un entrenamiento profesional. Escribo de lo que yo hago, como deportista aficionado que se conoce, que tiene experiencia con su cuerpo y, sobre todo, porque sé a lo que me enfrento cuando hablamos de Fudenas. Dejando esto claro, me gustaría compartirles las pautas por las que yo me guío para preparar Fudenas. Ten en cuenta que no es un plan de entrenamiento para ganar, para jugarte el podio al esprint . Es algo personal que hago por el placer de hacer y completar esta carrera que siento un poco mía y que con esto pretendo ayudarte a superar tus límites, pero no a hacerte un ganador de podio, simplemente a ganarte a ti mismo. Pero tu eres quien corre.
Mis pautas valen tanto para mujer como para hombre, teniendo en cuenta que la mujer tiene algunas diferencias físicas con respecto al hombre, por ejemplo su propio corazón y casi siempre un ferrea decisión.
Para preparar los entrenamientos has de pensar en el tiempo de que dispones y adaptarte a él teniendo en cuenta tus obligaciones profesionales y familiares. No es lo mismo tener 30 años que 52 (mi caso) y no es lo mismo llevar treinta años en la bici que tres.
Es importante también tener claro cuál es tu deseo: acabar, mejorar tu tiempo, ganar tu categoría, etc.
Yo comienzo los entrenamientos a primeros de Julio, pero ya cuento con una base de carretera al salir al menos cuatro días a la semana unas dos horas y media cada vez. A partir de Julio, comienzo a intercalar la montaña con la carretera y a hacer más kilómetros y horas. He de acostumbrar al cuerpo al “traqueteo” de la montaña y a las horas de sillín, mi semana tipo es:
Jandía, marea alta
Lunes descanso.
Martes: carretera, ritmo alto con 70 km más o menos, 140 ppm. Puedo hacer algún puerto largo y a ritmo alto sobre las 150 a 160 ppm.
Miércoles: montaña 3 horas y media a 4 horas y media, ritmo “quema grasa” . Termino sobre 135 ppm.
Jueves: carretera, normalmente algo cansado del día anterior, mis piernas me lo dicen y voy más suave. Termino con 125 ppm de media.
Viernes: montaña, salida en plan contrarreloj. Tengo un circuito de 35 km e intento mejorar el tiempo. Una hora y media, sobre 140 ppm de media.
Sábado: Montaña con un grupo, plan carrera en algún momento, pausado en otro, sin agobios.
Domingo: Carretera con la peña de amigos. Podemos jugar a ser ciclistas un poco y andar a ritmo alto, yo me entreno y me suelo despreocupar si me canso o no.
Lo suelo hacer durante tres semanas, luego me relajo la cuarta dos días y retomo el miércoles los entrenamientos. Según se va acercando la fecha de Fudenas aumento tiempo y distancia, para llegar a cinco horas de montaña.
No me ofusco en hacer siete horas, creo que es negativo, prefiero hacer esas siete horas el día de la prueba solamente, así no me genera agobio alguno.
Cuando entrenes has de pensar en lo que haces, piensa en tu entrenamiento, dibuja la prueba y lo que representa. Ten pensamientos positivos siempre y lo que vas a lograr. Aliméntate en la bici y piensa que te entrenas para ello.
Todo en orden
Algunos consejos si me lo permites:
- Conoce mínimamente tu cuerpo, tu pulso en reposo y a máximo esfuerzo. Te ayudará a diseñar un plan de entrenamiento. El pulso en reposo es acabado de levantarte.
- Ve controlando tu peso para evitar pérdidas bruscas y conoce cuál es tu peso ideal como ciclista. Hay una regla no escrita que dice que el peso ideal son los centímetros de altura menos diez. En mi caso 188 cm serían 78 kilos, aunque realmente llego a Fudenas con 74-74,5 kg, cuando era ciclista de competición mi estado de forma ideal estaba en 73 kg. y 42 ppm, aunque llegué a pesar 71,8.
- Piensa que para Fudenas es bueno dejar un poco más arriba tu peso, así el cuerpo tendrá de donde alimentarse si entra en carencia.
- Sal siempre: No importa el tiempo que puedas dedicar, pero sal casi todos los días, que las piernas no se olviden de cuál va a ser su trabajo.
- Mantén un plan de entrenamiento. Lo puedes diseñar tú mismo, pero sé muy disciplinado y llévalo a cabo.
- Es muy importante al menos salir dos horas diarias, dejando un día a la semana para descansar o dos dependiendo de tus obligaciones personales.
- Al menos uno de los días de entrenamiento de la semana intenta aumentar el tiempo que le dedicas, pasando paulatinamente de las dos horas que haces diariamente hasta cuatro o cinco el día escogido.
- Las famosas series. Las puedes realizar, aunque piensa que Fudenas es ritmo más que esprint. Pueden mejorar tu rendimiento pero han de ser de larga duración, al menos de cinco kilómetros, con descanso de tres entre una y otra.
- Fudenas es pedalear y pedalear. No hay puertos, por tanto, las montañas no son algo que tengas que introducir en tu entrenamiento.
- Intenta de vez en cuando mantener ritmos altos. Ejemplo:
Mi pulso en máximo esfuerzo roza los 175 ppm (regla aproximada 220-edad, mujer 225) Fudenas la suelo terminar entre 145 y 150 ppm de media, por tanto intenta algunos días llegar a tu pulso de competición, en mi caso sobre el 80% del máximo.
- Acostúmbrate a comer en la bicicleta, tendrás que hacerlo en Fudenas.
- Entrena, si es posible, en los horarios de la carrera y acostumbra a tu cuerpo al Sol que posiblemente luzca en todo lo alto durante varias horas.
- La clave para Fudenas es acostumbrar el cuerpo al esfuerzo, eso te hará más llevadera la prueba y podrás superarla con mayores garantías. No vale de nada hacer un día cinco horas y no salir más durante la semana.
La salida
La prueba
Fudenas es una prueba homenaje a una isla particular, Fuerteventura, que queremos siga siendo especial, por tanto sé respetuoso con ella y no arrojes nada de basura. Guárdatela en el bolsillo y despréndete de ella en los avituallamientos.
Desde el punto de vista orográfico, Fudenas se puede dividir en tres tipos de terreno.
1ª Parte: Desde la salida hasta Antigua, lugar de finalización de la cicloturista.
Un terreno con pocas dificultades, la zona de rizados del principio, algunas zonas empedradas y malpaís hasta una subida que te hace descender vertiginosamente hasta Puerto Lajas. En todo este trayecto el
Kilómetros por delante, decisión en tu mente
pelotón de participantes aún va muy compacto y has de tener cuidado con los enganchones. Después de la subida para descender a Puerto Lajas, se abre un poco la carrera y el sendero es más ancho, por lo que vas más tranquilo. Un buen lugar para descansar y no agobiarte en el descenso. Hay que extremar la precaución pues la bajada es algo atractiva pero es tierra suelta y un frenazo inesperado puede hacer que te vayas al suelo.
Llegas a Puerto Lajas y luego entras en la capital de la isla, Puerto del Rosario, pasando por la costa y no por el interior de la ciudad como se hizo en alguna ocasión (el dichoso tráfico lo desaconseja). Llegas al aeropuerto y girarás hacia el interior, hacia Antigua, después de pasar por debajo de la carretera y subir un tramo muy corto donde tendrás que bajarte de la bici.
De ahí nos vamos para Antigua, tranquilo, sin prisas, pero rodando ligero, por una parte asfaltada junto a un polígono industrial con la más que probable ambientación musical de un vecino de la zona, que coloca sus altavoces en la azotea y nos anima. Llegaremos a Antigua donde finaliza la primera etapa de la cicloturista y tenemos otro avituallamiento para los que continuamos.
Lo mejor, reponer fuerzas y avituallarte sí o sí, en este punto. Comenzará entonces un tramo largo hasta llegar al mar, por lo que ahora cambiará el terreno.
2ª Parte: De Antigua hasta la costa, Tarajalejo.
Siempre están. Seguridad
Esta zona es de mucho rodar, si puedes ir en grupo mejor. No hay zonas complicadas, simplemente pedalear y pedalear. Algunos rizados y paso de caseríos, donde los vecinos ya instalan sus mesas de comida fuera para verte pasar, Fudenas se ha convertido en un acontecimiento y lo hacen por ti, tu eres la estrella.
Es bueno que comas ya, llevarás ya unas tres horas en la bici y no podemos dejar el estómago vacío. Al ser una zona cómoda, podrás alimentarte, incluso hay tramos de asfalto largo y en descenso. El viento casi siempre de espalda, sólo se dio el caso de viento en contra en la primera edición, pero bueno es consultar el estado del dios Eolo.
Antes de Tarajalejo tienes otro avituallamiento, te recomiendo hidratarte y coger alimento. Los plátanos son una fuente primordial de sodio, potasio y azúcares, fáciles de comer. Y el agua, no te despistes, aunque no tengas sed, bebe y bebe, que llega lo peor.
3ª Parte: Tarajalejo a Morro Jable.
Aquí empieza lo difícil de Fudenas. Para empezar, el empedrado de la playa, luego los continuos sube y baja del recorrido, con fuertes pendientes, algunas difíciles de ascender montado. Si es tu caso, te aconsejo que bajes de la bici y camines, es una manera de desentumecer las piernas y relajarlas, pero ¡¡cuidado al subir!!, hazlo despacio y tranquilo. Si vas justo, los gemelos se te pueden poner duros, lo que popularmente se conoce como “se sube la bola”. El cansancio del músculo es ya palpable por lo que la hidratación es muy importante. Si te sucede, lo mejor es relajar las piernas y no estirar enseguida, sino bajar de la bici si estás en ella y sentarte. Intentar ahora levantar los dedos de los pies a la canilla estirando la pierna y a la vez masajear la zona del músculo, mejor en dirección hacia el corazón. También refrescar la zona, luego subir a la bici y continuar suavemente al principio. Beber agua o bebida isotónica.
Sube y baja, tierra y arena
En esta zona es digna de mención la subida brutal de asfalto que te encontrarás en la zona de la Playa del Salmo, si no me equivoco. Es fácil de identificar porque te llamará la atención ver lo larga que es. Luego viene un descenso, ten siempre mucho cuidado porque empiezas a estar agotado y a no dominar tu cerebro. Controla el descenso porque lo que quieres es terminar y algunos descensos terminan en arena (jable) y te puedes encontrar de golpe que la rueda se clave y caigas al suelo.
Ya hemos pasado Costa Calma, lugar del fuera de control. Ya respiras porque ves que podrás terminar, bebe y come, quedan aún unos 30 kilómetros y no podemos bajar la guardia. A muchos, eso de pasar dentro de control, los relaja mucho y tardan más de dos horas en hacer los últimos 30 km.
Después de Costa Calma llega Jandía. Da placer pasar por la playa y ver a los turistas bañándose o aplaudiendo a los que pasan. ¡¡ Atención a la subida del mar !! Consulta cómo estará la marea y así saber a lo que te has de enfrentar. Si la marea está alta, nos toca pasar por la arena y caminar, por consiguiente, llenarnos de arena las zapatillas.
Una vez pasado este tramo e introducirnos hacia el interior nuevamente, tendremos que subir un tramo algo antipático de arena y tierra. Cuidado con la bajada y el final de la misma. Enfrente llegaremos al ansiado asfalto y los últimos 15 kilómetros, con algún repecho hasta Piedras Caídas, donde bajaremos por un pequeño barranco. Cuidado que hay tierra suelta y la cabeza ya no funciona bien. He visto caer a compañeros en este tramo y ya solo faltan pocos kilometros para llegar.
Meta, tu destino
Una vez que descendemos llegamos al amado carril bici y ya sólo queda disfrutar del paso ante los turistas y aficionados, hasta la meta.
¡Hemos derrotado a Fudenas! y claro, a bañarse a la playa, te lo mereces.
Besos, abrazos de amigos, parejas, familia, conversación y emoción con los compañeros, ducha o playa, masaje y comida y tu merecido diploma de finalista. Has derrotado a Fudenas, te has derrotado.
El material
El ciclismo no es sólo dar pedales y tener una bicicleta y ropa. Ten en cuenta que vas a estar al menos unas siete horas sobre la bicicleta, por tanto, el material ha de ser de cierta calidad, tanto la bici, como tu indumentaria. Unos buenos culotes son esenciales, con una buena badana. Gracias a la técnica de materiales ya no se usan los de gamuza que llegué a probar en mi época de competición y
Mi montura las últimas dos Fudenas
a los que le colocábamos vaselina para suavizarlos. Ahora los hay de muy buena calidad y diferentes densidades de absorción, por tanto adquiere calidad, tanto en el culote como en el mallot. Inclusive se de algunos que han usado dos culotes a la vez.
Las zapatillas ídem de lo mismo. Las calas y el pedal han de estar en perfectas condiciones. La bicicleta tienes que tenerla perfecta, te recomiendo que unos quince días antes la lleves al mecánico para que te la ponga en perfecto estado. No lo dejes para los últimos días porque lo más probable es que tenga saturación de trabajo y no pueda atenderte.
Las cubiertas, si son sin cámara has de saber cómo cambiar un pinchazo, si no es suficiente con el líquido que llevan en su interior para tapar el agujero producido, tendrás que extraerla y estas cubiertas son duras para extraerlas, has de estar acostumbrado. Yo las uso con cámara, no me importa perder 10 minutos.
Si lo deseas ponte vaselina en los labios o protector labial, se pueden secar y cortar, si usas crema del Sol, que no sea de una protección alta, pues entre el sudor, el polvo y la propia crema, se genera una pasta que hace difícil la transpiración de tu cuerpo, yo uso de factor 15.
El día antes
Recogida de dorsal
Ya habrás recogido tu dorsal y la bolsa de regalos en el acuartelamiento del Soria 9 en Puerto de Rosario. Comprueba los horarios y hazlo lo antes posible, así evitarás esperas.
Los nervios los tienes a flor de piel.
La bicicleta es tu herramienta, por tanto es esencial que esté en perfecto estado, pero el día antes no hagas de mecánico, sólo algo de aceite, presión de neumáticos correcta, amortiguación, etc. Nada de ponerte a arreglar cosas. Es bueno que te lleves un bote de aceite en carrera, son muchas horas y la cadena se suele secar, sobre todo si hay que circular por la arena en la zona de Jandía.
Vuelve a revisar el recorrido y mira dónde se encuentran los avituallamientos. Una pequeña ayuda es llevar un papel donde se indican los kilómetros de los avituallamientos. Yo lo llevo pegado a la barra horizontal de la bici, con los tiempos de paso que quiero hacer.
Si lo deseas puedes darte un paseo en bici, en plan tranquilo, hacer los primeros kilómetros de la prueba, sobre todo si no los conoces. Un paseo en plan suave, sin esfuerzos, de no más de 20 o 30 kilómetros, sin elevar pulsaciones y vuelta para el hotel. Ducha relajante y cena no pesada ni copiosa.
Dormir posiblemente se te haga difícil, no te preocupes, el cuerpo es inteligente. Es mucho mejor haber dormido la noche del jueves muy bien, sabiendo que el viernes te costará conciliar el sueño. Es bueno mantener la rutina normal de sueño, no hagas nada especial que pueda romperla. Si eres amigo de infusiones o algún preparado para conciliar el sueño, tómatelo antes de irte a dormir y relájate, lee, mira la TV o da un pequeño paseo, lo que te ayude a conciliar el sueño.
Ese día anterior has de tenerlo todo preparado. Yo lo que hago es que lo coloco todo sobre una mesa: casco, guantes, ropa, zapatillas, comida, bebida en la nevera, herramientas, cámaras (llevo dos además de parches y tronchacadenas) y compruebo que no me falte nada. Sólo he pinchado en una edición, suelo llevar la presión más alta de lo habitual, no me importa botar un poco más, pero voy más seguro. Las cubiertas las he adquirido unos 15 días antes y me he llevado otra de repuesto por si el viernes, que salgo a rodar un poco, sucede algo. Has de ser muy precavido con cualquier detalle que lleve al traste tu ilusión.
La salida
Dos mil quinientos ciclistas en la salida, música, helicópteros, militares, policías, autoridades, periodistas, aficionados, público, familia, amigos y…tú.
Ese “miedo escénico” es importante controlarlo. Recuerdo al gran Miguel Indurain, con quien tuve el placer de cenar en una ocasión, cuando me dijo que las carreras las has de dominar tú, no que te dominen ellas a ti. Es importante estar tranquilo, ir con tiempo suficiente, comprobar si has de firmar o entregar tu equipaje a la organización, saber dónde se dará la salida y hacer tus necesidades antes ( lo que los ciclistas llamamos “la meada del miedo”).
Colócate en un lugar que sepas que no has de interrumpir el paso a ciclistas que van a otra carrera, los que van a ganar y quieren salir en cabeza. No te preocupes, tendrás muchas horas para ir escalando posiciones y colocarte más adelante. No te agobies, quedan 150 km por delante, pon atención a tu bici y que no te falte nada. Es bueno que tu cuenta kilómetros o gps esté en correcto estado, será un gran amigo.
Cuando se dé el bocinazo de salida, tranquilo, controla bien tu bici porque algunos salen como poseídos por el diablo y parece que fuera ya el esprint final de la prueba. Repito: controla bien, sería tonto que sufrieses un enganchón o lo generases.
La primera parte de la carrera se hace por la localidad de Corralejo hasta la estación de guaguas (autobuses), ahí se gira a la izquierda y comienza la prueba. Extrema la precaución en estos primeros kilómetros ya que hay muchos ciclistas que no están acostumbrados a ir en pelotón y realizan movimientos bruscos o sin avisar. Utiliza tu voz y grita si es necesario. Presta atención a los rizados que te encontrarás los primeros kilómetros, ve por los laterales.
La alimentación, la bebida
Fudenas es una prueba de fondo, una prueba de resistencia y una prueba mental. Podemos llegar a decir que el 50% es físico y el otro 50% mental.
En muchos momentos te vendrán deseos de abandonar y no seguir, sobre todo si tus fuerzas han sido diezmadas más de lo necesario en los momentos en que no hacía falta. No te pares, esos momentos pasarán, te lo aseguro, domina a tu mente, sobre todo controla el ritmo de la primera hora y media, hasta que el cuerpo empiece a adaptarse al ritmo.
Por ello, saber dosificar los esfuerzos, saber mantener un ritmo, saber alimentarte e hidratarte es esencial, pero también lo es tu férrea decisión de acabar la carrera.
La hidratación, piedra angular para superar Fudenas, no se reduce sólo al día de la prueba. Toda esa semana previa has de hidratarte muy bien, esos famosos dos litros de agua diaria, con ello conseguirás que tu cuerpo no entre en deficiencia de hidratación y por consiguiente tus músculos no se vean afectados por los calambres o las subidas de “bola” muscular.
¿Qué beber y cuánto?
La cantidad y frecuencia depende de cada uno, no existe una receta general. He conocido a ciclistas que bebían poca agua en la competición y otros que no paraban de hacerlo.
Existe una regla general de beber un sorbo de agua cada 15 o 20 minutos, pero no es una regla fija. Lo ideal es que nunca llegues a sentir sed, pues eso significa que ya has llegado a la deficiencia hídrica y será complicado recuperarte de ello, por tanto, bebe cada rato, aunque no tengas sed, pero no te excedas pues tampoco es lo mejor para tu estómago.
Y ¿qué beber? pues ídem que la respuesta anterior, hay ciclistas que toman la clásica bebida isotónica, otros que sólo prefieren el agua limpia y otros que se la preparan ellos mismos, como en mi caso. Con un poco de bicarbonato (media cucharada), media naranja y miel en agua, me fabrico mi propia bebida isotónica, pudiendo sustituir la miel por azúcar (dos cucharadas).
Con las bebidas industriales también hay que tener cuidado porque no todas son iguales. Algunas llevan una carga de azúcar elevada y eso genera en tu cuerpo más necesidad de agua y, por tanto, tu estómago puede convertirse en un depósito y sentir pesadez. Te recomiendo leer los ingredientes y así saber cuál elegir. Pero si estás acostumbrado a una marca determinada o lo haces de forma personal, sigue así, no cambies, pues ya tu cuerpo está habituado.
Yo suelo no parar en los dos primeros avituallamientos y ya en el tercero repongo agua. Llevo dos botellas de 750 cc, no llevo mochila de agua desde hace dos ediciones porque me siento algo más cómodo y aprovecho los bolsillos del mallot para comida.
¿Qué comer y cuándo?
Recuerda comer y beber
La comida es otro aspecto esencial. Desde la misma semana de la prueba tu cuerpo ha de irse cargando de hidratos de carbono de asimilación lenta, pero sin olvidarse de las grasas y proteínas. Estas últimas son esenciales para la recuperación de las células musculares y las grasas son las reservas de las que el cuerpo tirará una vez agotados los hidratos de carbono.
La pasta, el arroz, las papas, son alimentos que no han de faltar esa semana. Si comes carne y pescado (yo soy vegetariano), has de entender que la calidad ha de primar. Siempre debería ser así, pero en esta semana más. Mejor pescado que carne y ésta sin abusar. La carne tiene elementos que al cuerpo le cuesta digerir y asimilar, aparte de los posibles aditivos que le añaden. Si es posible evita la charcutería y la casquería, pues no es lo más indicado para el cuerpo de un deportista. Es lo primero que me quitaron de mi dieta cuando competía en el ciclismo, ahora soy vegetariano desde hace ya 22 años.
La cena del día anterior es el clásico “fiesta de la pasta”, pero mejor que el día anterior son los dos días anteriores. Tampoco hemos de atiborrarnos a macarrones el viernes si lo hemos hecho bien durante esa semana, así que sin agobios.
La mañana de la prueba es importante no comer demasiado fuerte y hacerlo, al menos, dos horas antes. Desayuna hidratos de carbono, alguna proteína y poca grasa (cereales, huevo, queso tierno y tostadas de mantequilla y mermelada)
La comida el día de la prueba ha de ser sobre todo de recarga de los depósitos de hidratos de carbono así como alimentos que contengan los famosos oligoelementos (sodio, potasio, zinc, cobre, yodo, etc). Las almendras y nueces son buena elección. Yo suelo llevar en mis bolsillos plátanos, orejones, dátiles y un “arma secreta” : mis turrones “La Moyera”. Lo hago desde mi época de competición en la península en carretera y en todas las Fudenas. Los uso incluso los fines de semana y días de entrenamientos largos. Los famosos turrones del ribete de papel los llevo ya preparados para comérmelos, llevo unos cinco para ir comiendo durante el trayecto.
Lo normal para mí es comer algo a partir de la tercera hora o dos horas y media y después cada rato, cuando el recorrido es más cómodo como algo y voy recargando continuamente. Tenía compañeros que llevaban pasta, macarrones cocidos que se comían en carrera. Otros llevan las famosas barritas energéticas que, a la postre, no es mucho más que lo que llevo yo por separado. Existen en el mercado unas barritas de gofio y plátano con miel, una buena decisión si no quieres hacértelas tú mismo.
Hagas lo que hagas, has de estar acostumbrado a ello, no hagas pruebas extrañas en carrera. Aliméntate con los productos que normalmente consumes, cualquier «invento» el día de la carrera, te puede traer malas consecuencias.
Recuerdas los lugares de avituallamiento
En los avituallamientos hay agua, fruta y bebidas isotónicas. Como dije antes, cuidado con las marcas que no conoces, si no estás acostumbrado a ellas o eres de estómago delicado.
Los plátanos siempre vienen bien, además suelen tenerlos cortados en trozos para comerlos directamente. En cualquier caso, es bueno que pares un momento y te avitualles correctamente. Los militares son sumamente amables y te suelen llenar las botellas o abrírtelas para que no tardes mucho. Es un buen momento para relajar piernas y estirar un momento aunque sea. Al montarte de nuevo, hazlo tranquilo, sin nervios, no vas a ganar nada y sí puedes perder mucho, recuerda que tu meta es acabar.
Cuando llegues a meta es importante que comas. Después de la ducha y del masaje, es un buen momento si lo deseas para comer. Suele haber comida disponible, arroz normalmente o ensalada de pasta y mientras recargas fuerzas puedes entablar conversación con otros ciclistas, intercambiar experiencias y hacer nuevas amistades. Ya eres un fudenero.
Por la noche, bebe y aliméntate nuevamente, pero no te atiborres. El cuerpo suele estar agotado y sin energías y no desea comer en exceso. Al día siguiente podrás darle algo más.
Carril bici, la meta
La Clave: Piensa en positivo
Seis, siete u ocho horas encima de la bicicleta. Posiblemente puedas arreglar el mundo unas cuantas veces y también creerás que no vas a poder vencer a Fudenas otras tantas. Te doy algunas pautas o consejos, si me lo permites, para ayudarte a llegar a tu meta:
- Piensa siempre, utiliza el cerebro continuamente.
- No pienses en los que te pasan o en los que superas tú, piensa en ti mismo.
- Utiliza la «calculadora» mental, piensa lo que te queda.
- Si llevas pulsómetro, guíate por él. La media normal para mí es entre 142 y 150 pulsaciones (mi límite está en 175).
- No hagas alardes, eso se paga.
- La velocidad es importante, si prevés hacerlo en X horas, controla la velocidad media. 20 km/h es una buena media en esta prueba y sobre 18 es lo mínimo. Ten en cuenta que la media desciende mucho a partir del kilómetro 108.
- Mejor comer siempre y reponer en los avituallamientos, ten en cuenta que alguno está algo alejado del siguiente.
- Si lo deseas ponte vaselina en los labios o protector, se pueden secar.
- Un truco: si tienes mucha sensación de sed, corres el peligro de deshidratarte, pero si hace calor puedes llenar tu estómago de agua innecesariamente y tampoco es bueno. Chupa un grano de café para eliminar esa sensación de la boca.
- Recuerda que a partir de los 108 km. comienza lo difícil, dosifica tus energías.
- Normalmente en la carrera el viento es a favor, pero la primera edición fue al revés. Piensa que si es así, todo será más duro aún.
- Realiza estiramientos cuando puedas sobre la misma bici o párate si lo crees necesario.
- Si te comienzan a venir pensamientos negativos, lleva tu mente a lo positivo, recurre a recuerdos agradables, piensa en la comida de la noche, en tu familia o pareja, en ti viéndote cruzar la meta, en las charlas con los amigos y piensa que eres fuerte y que puedes hacerlo, que te has entrenado para esto.
Si abandonas
Si por cualquier razón has de retirarte, comunícalo a la organización o a cualquier militar que encuentres. Esto es muy importante ya que la seguridad es un aspecto importante de esta prueba. Que un ciclista no aparezca en meta y no se sepa nada de él puede generar un enorme trastorno a la organización. No sería la primera vez que participantes se retiran y aparecen en su casa sin comunicar nada.
Terminar, esa es tu meta
En Resumen
Fudenas es ante todo un reto personal, tú no eres un ciclista profesional y no lo pretendes ser, pero sí que pretendes vencerte y superar un reto que te has impuesto. Piensa que tu mayor contrincante eres tú mismo, olvídate del resto. Otra cosa distinta es si vas a competir para ganar, pero supongo que si ese es tu caso, ya sabrás cómo hacerlo, te admiro por ello, pero también admiro al último que llega, porque nadie le ha vencido y posiblemente ha sufrido más que el primero.
Sé siempre respetuoso con la isla de Fuerteventura, con la organización, con los espectadores y con tus compañeros. Eres ante todo ciclista, por tanto has de ser un caballero o una dama, representas a nuestro deporte, representas una filosofía de vida.
Si lo vences, alégrate y aprovéchalo en tu vida diaria: eres capaz de vencer los obstáculos. Si Fudenas te ha derrotado, ya sabes, el año que viene has de volver y vencer a Fudenas y vencerte.
Gracias a:
- Soria 9: Por dejarme ser parte de la historia de Fudenas junto con los cientos que la amamos y por su entrega a Fudenas que va más allá de la simple organización.
- A los miembros de seguridad de la prueba por el esfuerzo que representa su trabajo para sentirnos seguros: policías locales, guardias civiles, Protección Civil, 112, personal de helicópteros, Cruz Roja, ambulancias, etc.
- A los ciclistas que he conocido y conoceré, que me han enseñado que el ciclismo no es sólo montar en bici y que los más grandes campeones, muchas veces, no han ganado una carrera.
- A las metas que nos imponemos y conseguimos, por hacernos continuar. Aunque sea difícil, nos enseñan a vivir.
- Y sobre todo a los que nos esperan en nuestras metas, sin importarles los días, las horas o las vidas que hayan de estar esperando a que crucemos.
- Felicidades a todos los que se enfrentan a Fudenas, llegar a decidir ganarle es como la vida misma, sabes que tienes posibilidades de triunfar, pero solo si te preparas para ello.
- Un amigo me dijo una frase referente a la organización de Fudenas y que me tomé la libertad de utilizar en una presentación de la prueba y que resume su organización:
“Fudenas es la única carrera donde la bebida me la han dado en vaso de cristal y con hielo”
Y gracias Nohemí Hervada, por hacerme llegar a mi meta, nuestra meta y también por ayudarme con la corrección de este artículo. Como siempre, eres especial.
Y pido disculpas y perdón por los errores que haya podido cometer, nunca han sido intencionados.
César Acosta Lantigua
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3 May, 2016 |
«Los conductores españoles siguen siendo muy críticos con sus Ayuntamientos: casi el 90% atribuye carácter recaudatorio a las multas y el 60% piensa que los radares persiguen obtener cuanto más dinero, mejor.»
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Así reza una de las conclusiones del informa realizado por la Fundación Línea Directa (pueden leer todo el informe en el enlace inferior, al final del artículo).
Pero me voy a entretener en escribir sobre ese manido argumento de: «Es que tiene afán recaudatorio solamente.»
Analicemos el tema.
¿Por qué existen la multas de tráfico?
Cuando el tráfico motorizado comenzó a tener cierto volumen y aumentaron los problemas de movilidad en las ciudades, hubo que instaurar algún sistema para ordenarlo pues, hasta entonces, cada uno podía campar por donde buenamente podía. Primero que nada porque en número de usuarios de la vía eran pocos y los ciudadanos aún ocupaban la parte central de la calle. Pero a medida que el número de vehículos motorizados fue mayor, se añadió el adjetivo de peligrosidad al coche y comenzó a ser necesario un reglamento de circulación.
El primer Reglamento General de Circulación data de 1926 y ya se establecían velocidades máximas (35 – 40 km/h) y sanciones. Desde el mismo principio quedaba claro que no podíamos saltarnos las normas y que si lo hacíamos, eso era sancionable.
Esto no hubiese sido necesario de haber sido todos ciudadanos-conductores ejemplares, pero eso es una utopía, como vivir en los mundos de Yupi.
Si yo soy de los que no se salta las normas, si mi intención no es superar el límite de velocidad ¿qué más me da que el importe de una multa por exceso de velocidad sea de 100€ o de 500 €?. . .
Siempre las voces en contra serán de ese grupo de conductores que ya están predispuestos a saltarse el reglamento. Al resto, nos da igual.
Lo cierto es que por muy habituados que estemos a convivir con él, el automóvil actual es una máquina que genera peligro, peligro mortal en demasiadas ocasiones y por eso ha de tener un seguro obligatorio de responsabilidad civil y una matrícula. Y por eso el individuo que lo conduce ha de superar una serie de exámenes teóricos, prácticos y de aptitud física para obtener su licencia de conducción. Creo que convendría incluso incluir un test psicológico, sobre todo a algunos.
«Pese a la creencia general, el 70% de las multas de tráfico impuestas por los ayuntamientos españoles están directamente relacionadas con la Seguridad Vial y tan sólo el 30%, con la movilidad o el aparcamiento, lo que destierra el mito de que las multas se imponen fundamentalmente por razones recaudatorias.»
Sangre y dinero
Somos un país de «sangre y dinero». ¿Qué quiero decir con esta frase tan contundente?. Que nos movemos, que hacemos caso, que ponemos atención o nos preocupamos, cuando ha pasado algo grave, sangre, o cuando nos cuesta el bolsillo. Y tenemos claros ejemplos de ello.
Recordemos, sin ir más lejos, el triste suceso del Madrid Arena. A raíz de aquel desaguisado los ayuntamientos extremaron la seguridad y se solicitan los protocolos de emergencia, aunque sea una reunión para celebrar un cumpleaños. Antes de eso no se daba la importancia que requería este tema y es algo de lo que puedo dar fe porque lo he vivido en primera persona.
Cuando ejercía como presidente de la Federación de Ciclismo de Canarias éramos nosotros mismos los que confeccionábamos los protocolos de emergencia, pues el ayuntamiento en cuestión donde se celebraba el evento ciclista, no lo contemplaba. O algunos tenían un seguro de responsabilidad civil precario.
En el aspecto económico, nos preocupamos y prestamos atención cuando nos «pica» el bolsillo. Vamos a otro claro ejemplo.
El carné por puntos ha supuesto un antes y un después en el número de siniestros y fallecidos, por no decir en el número de sanciones. Estos son los datos
- Antes de la entrada del carné por puntos, cada fin de semana podía haber de 35 a 40 fallecidos cada fin de semana.
- Desde la entrada en vigor se han reducido a 7 – 10 fallecidos en el mismo periodo.
¿Por qué?
Pues porque nos cuesta el bolsillo, simplemente. Ahora prestamos más atención a lo que hacemos y a lo que llevamos entre manos porque puede salirnos caro. Y sin embargo al inicio de la entrada en vigor de los famosos puntos, mucho alzaron su voz en contra. La razón esgrimida era que tenía un carácter sancionador y que perjudicaría a los profesionales.
Y uno pregunta ¿por qué? Pues porque ya estás dispuesto a saltarte la norma. Antes de aplicarse ya estamos pensando en cómo hacer la trampa. ¿O no recordamos la moda de decir que era Fulanito el que conducía en lugar de quien realmente lo hacía, para así no perder los puntos correspondientes? Se llegó incluso a vender los puntos entre conductores. Somos así, podríamos decir fácilmente.
Sin lugar a dudas conducir un vehículo exige una gran responsabilidad y no podemos creer que el conductor puede seguir campando a sus anchas. El coche no puede seguir marcando nuestro recorrido en la movilidad y marcando los ritmos.
Los conductores españoles siguen siendo muy críticos con los ayuntamientos: casi el 90% atribuye carácter recaudatorio a las multas y el 60% piensa que los radares de las ciudades y sus circunvalaciones persiguen obtener cuanto más dinero, mejor. A pesar de ello, la realidad es otra, ya que el número de las sanciones de tráfico impuestas por las autoridades municipales en los últimos años ha descendido notablemente.
Informe completo Fundación Línea Directa
11 Abr, 2016 |
La importancia de los seguros
Cuántas veces has participado en una prueba deportiva o lúdica y cuando has ido a recoger la documentación, el dorsal o los regalos que suelen hacer, te entregan un documento en el que puedes leer entre otras cosas:
«La organización declina toda responsabilidad por los daños, perjuicios o lesiones que la participación en esta prueba pueda ocasionarle a usted mismo, a otras personas o en el caso de que terceras personas causen daños a los participantes.»
Lo lees y firmas pues piensas que es simplemente un trámite más y que a ti no te va a suceder nada. Pero ¿y si sucede? Es aquí donde aparece el problema.
Si al organizar una prueba deportiva no se han contemplado todas las obligaciones médicas, logísticas, de seguridad, etc., se incurre en negligencia organizativa. Y si se produce un accidente, más o menos grave, entonces nos enfrentamos a un problema.
Todos deberíamos saber en cada circunstancia, primero, cuáles son nuestros derechos, y segundo, a quién y cómo exigir que estos se cumplan. Hemos de tener claro, llegado el caso, a quién pedir responsabilidades si algo sucede.
La responsabilidad civil.
Con respecto a la responsabilidad en un evento deportivo y/o lúdico hay toda una escala que va subiendo desde la organización, celebración y la autorización de la misma. En este tema intervienen:
- El club o empresa organizadora del evento.
- Los miembros o titulares de gobierno y representación de la entidad organizadora.
- Administración pública que da la autorización para la celebración del evento.
- Federación Autonómica, Nacional o Internacional en la que recae una responsabilidad subsidiaria al dar el visto buena al evento.
Vuelta al Pais Vasco. Accidente con conos, responsable el organizador.
Cláusulas ilegales.
El artículo 8 del Real Decreto Legislativo 1/2007, de 16 de noviembre, que aprueba la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios, establece que es un derecho básico de los consumidores y usuarios la indemnización de los daños y la reparación de los perjuicios sufridos. Considerando abusivas las cláusulas que limiten o priven al consumidor de los derechos reconocidos por normas dispositivas o imperativas, en concreto las que pretendan evitar la indemnización por los daños y perjuicios sufridos y quieran excluir la responsabilidad del empresario en el cumplimiento de los contratos, por los daños, por la muerte o por las lesiones causadas al consumidor y usuario por una acción u omisión de aquél.
«Las cláusulas abusivas que limiten o priven al consumidor de los derechos reconocidos son consideradas nulas.»
Los Tribunales han considerado que estas cláusulas son nulas de pleno derecho, entendiéndose por no puestas, siendo válidas el resto de estipulaciones (Sentencia Tribunal Supremo 20/10/1984). Igual consideración tienen las cláusulas de conocimiento y asunción del riesgo, tales como: “somos conocedores del riesgo implícito del ejercicio o la actividad deportiva que vamos a realizar, asumiendo los posibles daños”.
Recuerden siempre verificar que el organizador esté en posesión de los seguros correspondientes. Pueden consultar en esta misma web cuáles son y las cuantías mínimas a tener contratadas.
Y recuerden que el artículo 636 del Código Penal establece que:
“Los que realizaren actividades careciendo de los seguros obligatorios de responsabilidad civil que se exigieran legalmente para el ejercicio de aquéllas serán castigados con la pena de multa de uno a dos meses.”
Por tanto, cada vez que asistas a una prueba deportiva de cualquier tipo o incluso eventos de otra índole, has de estar seguro que cumple con toda la normativa vigente y que tiene contratado su seguro de responsabilidad civil correspondiente. No es válido uno cualquiera y por un importe X, todo está contemplado en el Real decreto 7/2001 de 12 de enero, cuantificando la cantidad mínima en 150.000€.
El artículo 15 de la Ley Orgánica 1/2002, de 22 de marzo, reguladora del Derecho de Asociación, que es de aplicación a los clubes deportivos, establece que:
“Los miembros o titulares de los órganos de gobierno y representación, y las demás personas que obren en nombre y representación de la asociación, responderán ante ésta, ante los asociados y ante terceros por los daños causados y las deudas contraídas por actos dolosos, culposos o negligentes.
La figura del voluntario y responsabilidad
El voluntario en una prueba deportiva.
Esta figura también está contemplada y es una parte vinculada al organizador y dependiente de éste. La Ley 6/1996 de 15 enero del Voluntariado establece en el artículo 10 que las organizaciones serán responsables ante terceros por los daños y perjuicios causados por los voluntarios que participen en sus actividades organizadas.
El valor de las pruebas federadas.
Por todo lo anteriormente expuesto las pruebas federadas dan siempre un valor añadido a la seguridad del evento. Son pruebas que cumplen los requisitos que la Ley estipula y en las que sabemos sin ningún tipo de oscurantismo quiénes son los responsables. Estas pruebas contemplan los seguros de responsabilidad civil tanto para los miembros individuales como a los clubes pertenecientes a su federación, así como la organización de pruebas que lleven a cabo los propios clubes. La administración delega en las federaciones el fomento, organización y control de las pruebas deportivas y por tanto se produce un vínculo, administración-federación, entre ambas.
El Real Decreto 1835/1991, 20 diciembre, de Federaciones Deportivas españolas y el Registro de Asociaciones Deportivas («B.O.E.» 30 diciembre), dice en su artículo 30, punto 2:
Las Federaciones deportivas españolas, además de sus propias atribuciones, ejercen, por delegación, funciones públicas de carácter administrativo, actuando en este caso como agentes colaboradores de la Administración pública.
Bibliografía: Reglamento del ciclismo RFEC, iesport.es, BOE, noticias.jurídicas.com, Reales Decretos