Crónica de un atropello 1/3

Crónica de un atropello 1/3

“Perdona, no te he visto.”

¿Has oído esta frase en alguna ocasión?

Yo, tras 30 años sobre la bici, la he oído unas cuantas veces, aunque, de todas ellas,  sólo  en  cuatro ocasiones hubo accidente y/o atropello anterior.

Hoy me han atropellado por cuarta vez. No va mal la estadística para 30 años.

Físicamente , el accidente de hoy no ha sido grave: algunas contusiones musculares  dolorosas, raspones y dos puntos en la rodilla. Lo que solemos llamar “chapa y pintura”. En el aspecto material, la bicicleta ha sufrido un golpe trasero sobre la rueda, la maneta izquierda golpeada y raspones varios.

He decidido  hacer una crónica paso a paso,  de todo el proceso del accidente, desde el  momento  del golpe hasta la esperada resolución del mismo, para que sirva de ayuda a otros compañeros que se vean involucrados en una situación parecida.

Capítulo 1: El Accidente

Hora: 12:10 del mediodía.
Lugar: La calle donde vivo, en  Vecindario (Gran Canaria-España)
Características de la vía: Calle bidireccional de unos 400 metros de longitud con rotondas.
Circunstancias: Voy en bici por la calle, llego a una rotonda y en el momento de casi superarla y continuar por la misma calle, sentido y dirección, del lado derecho hace su aparición un automóvil que no respeta la presencia de otro vehículo dentro de la rotonda (ya estaba casi fuera) y accede a la misma impactando contra mí  y golpeando la parte trasera de mi bicicleta.

El impacto me desestabiliza y me hace caer sobre el asfalto, aterrizo con el lado izquierdo de mi cuerpo contra el suelo. Inmediatamente se detienen tres automóviles más que circulaban tras el causante y quedo en medio de la rotonda cerca a su salida.
Dos personas vienen a auxiliarme, la conductora del automóvil causante detiene su vehículo pasada la rotonda y mismo sentido que llevaba.
En este caso no hubo necesidad de llamar ambulancia pero nunca desestimeis esa posibilidad, ya que puede contribuir a asegurar el  estado físico y servir para la  posterior posible reclamación de daños.
Una de las personas me indica que no me mueva y me quede quieto.  Tras un accidente es habitual reaccionar como  si no hubiese sucedido nada, es parte del estado de shock. Lo mejor que podemos hacer es quedarnos quietos los primeros momentos, siempre que, lógicamente, no sea peligroso permanecer en el lugar. Este  momento de incertidumbre y  desconcierto puede llevarnos a cometer errores que generen un peligro mayor. Por tanto, tranquilidad ante todo.

Una vez que el tráfico está detenido (es una calle tranquila sin mucho tránsito) compruebo que estoy bien. No parece que haya nada roto, ni clavícula, ni  cadera, que suele ser lo más frecuente en este tipo de accidentes. La conductora está sentada en el borde de la acera con un ataque de ansiedad. Camino, aunque me duele la pierna y sangro por una rodilla y por la mano. Siento la espalda algo magullada, le pregunto  a la conductora  si se encuentra bien y una vez me responde que sí le pregunto si tiene seguro.
En este punto ojo con los espectadores curiosos que a veces se acercan en plan “iliuminado”, alegando conocer  todo lo relativo al tráfico y  a estas situaciones y contribuyen a crispar el ambiente. Lo importante, repito,  mantener la calma y  hablar sólo con el causante del atropello o accidente.

Una vez identificada a la conductora  causante del atropello y su automóvil es importante localizar testigos del suceso. Por lo general  se suelen mostrar colaboradores. Pídele (s) sus datos personales y número (s) de teléfono para un posterior contacto. Es importante hacerlo rápido, antes que continúen y se vayan sin posibilidad de localizarles después. Teniendo  testigos nos cubrimos ante la  posibilidad de cualquier negativa de reconocimiento de  culpabilidad del accidente, ya sea por parte del causante o de la aseguradora.
Posteriormente se llama a la Policía Local. Aunque la causante reconocía su culpa, es desgraciadamente habitual que, posteriormente y en frío, lo niegue. Ya sea “aconsejado” por el amigo de turno o por la propia aseguradora que no lo ve claro. La presencia de la policía es esencial para la realización del atestado e informe correspondiente, que será  relevante ante una posible reclamación de daños o ante la posibilidad de un litigio por no llegarse a un acuerdo  con la parte contraria.
La policía local toma datos de los implicados, de las características del accidente, datos de la vía, fotografías de los vehículos implicados,matrículas  y/o números de serie y, muy importante, de los testigos.
En este caso, la conductora reconoce su culpa y así lo hace constar ante los miembros de la policía local. Se elabora un parte amistoso y se nos entrega a los implicados una copia del mismo. Todos los implicados en un accidente, o sus representantes legales, pueden solicitar copia del informe  a las autoridades correspondientes. En este caso la Policía Local, si hubiese sido en una carretera interurbana, la responsable sería la Guardia Civil o policía autonómica si hay.
Solicito  que me vea un médico. Hay un plazo máximo tres días después del siniestro para acudir y tener un informe médico. En mi caso la mayoría de los daños son leves, pero el dolor del muslo es algo más agudo.

Es aconsejable  SIEMPRE  ser evaluado por un médico.  ¿Razón?: queda constancia del accidente y  se emitirá un informe médico en el que se verifica que ha habido un siniestro. Se hacen radiografías de los posibles daños y las curas pertinentes. El centro médico tiene la obligación de comunicar al juzgado el siniestro de tráfico y hace constar en su informe que es causado por un accidente.
Lo deseable es que la parte culpable se ponga en contacto con su aseguradora dando parte del accidente y declarando que asume la culpa. Pero indistintamente, el interesado, yo, también  he de interponer una  reclamación a la aseguradora (máximo un año desde la estabilización de los daños).

La aseguradora  tendrá tres meses para realizar una oferta o una negación motivada. Después el interesado tendrá de plazo de un año para interponer demanda si no hay acuerdo.
Mañana me pondré en contacto con la aseguradora y enviaré el parte de lesiones y daños materiales.

Hasta aquí el primer capítulo de este proceso que espero sirva de ejemplo para  saber cómo actuar en caso de accidente de tráfico donde se vean involucrados.
¡Estén atentos!
Seguiremos informando del proceso en posteriores capítulos.

Código de registro: 171154820664

La miopía del RACE


Un conocido y poco afortunado estadista dijo en una ocasión:

Si se quema el bosque, pues talamos los árboles.

El RACE (Real Automóvil Club de España) ha lanzado, a modo de globo sonda, su propuesta para disminuir  la siniestralidad en carretera. Después de un año en el que los fallecidos  por  accidentes de tráfico han aumentado, el RACE tiene su propia teoría de hacia dónde trabajar. Su opinión, que a la postre es eso, una opinión, es que los ciclistas han engrosado esa estadística y que, para reducirla, se ha de actuar sobre este colectivo de usuarios. Entre las medidas que aporta, destaca: un carnet por puntos, un seguro de responsabilidad civil y una matrícula para la bicicleta.

Eso es más o menos lo que pretende la “afortunada” opinión de una asociación denominada RACE (Real Automóvil Club de España),  cuyo nombre ya deja claro a quién representa aunque sus actividades abarcan otros nichos de mercado en aspectos de seguros a través de UNACSA, su empresa aseguradora. Ver la noticia completa.

Final de año, época de balance.

Analicemos esta noticia empezando por ver todo el contexto. Consideremos 3 cuestiones:

  1. Las estadísticas de siniestralidad en  carreteras han aumentado por primera vez desde que se impuso el carnet por puntos.
  2. Se ha nombrado a un nuevo director de la Dirección General de Tráfico.
  3. Por último,  y no por ello menos relevante, el RACE es una empresa de seguros, con  intereses económicos.

El carnet por puntos lleva ya diez años de vigencia. Ha demostrado ser una herramienta muy válida que, junto a otras, ha contribuido a la reducción de la siniestralidad.
Una causa del aumento en la tasa de siniestralidad este pasado año, rompiendo la tónica descendente de una década,  es que los nuevos conductores ya han “crecido” con el carnet por puntos. A diferencia del impacto que tuvo esta medida en su día en los conductores veteranos, para los nuevos conductores esta medida es lo normal y ya no causa tanto “efecto”. Si sumamos a esto  la “acomodación” del conductor veterano con el paso del tiempo a este carnet, tenemos como resultado una medida que pierde efectividad.
La mejora de la situación económica con respecto a estos últimos años también influye en perder el miedo a las sanciones. Si a eso le unimos un reglamento de circulación y, más aún, un Código Penal permisivo ante las infracciones de tráfico, tenemos ya el campo abonado para que aumenten las estadísticas de siniestralidad y, por tanto, salten las alarmas.

Aprovechando que ha saltado la alarma con el balance de final de año y que se ha nombrado un nuevo director general de tráfico, el RACE ha sabido aprovechar la coyuntura para enarbolar la bandera del bien común y alzarse como el salvavidas general con esta proposición de puntos para la mejora de la seguridad vial y  la reducción de la siniestralidad.

Quienes llevamos tiempo en esto sabemos que esto no es nuevo. Ya hubo en su día  un debate sobre la obligatoriedad del casco con la anterior directora de tráfico, María Seguí, la cual salió por la puerta de atrás de la DGT. En aquel tiempo era la Fundación de Seguridad Vial Mapfre la que enarboló esa bandera. En un congreso en Salamanca la propia directora de la DGT desmintió estar estudiando implantar las medidas propuestas. (ver desmentido de la DGT) .

Viendo de dónde parten este tipo de inciativas ( colectivos de automovilistas, empresas de seguros y/o de venta de automóviles)  es evidente que hay intereses económicos  detrás y que no les preocupa sólo “el bien común”.

Pero ¿qué hay de malo en imponer un carnet, seguro y matrícula a las bicicletas?

No habría mayor problema si esas medidas realmente beneficiaran a unos usuarios que actualmente se ven desamparados por la administración, léase: código penal, reglamento de circulación, baremo de accidentes.
La realidad no es esa.

 ¿ Creen ustedes  de verdad que con un seguro de accidentes obligatorio, matrícula y carnet ciclista se atropellarán a menos ciclistas? pregunto. Si es así, lo firmamos ya.

La realidad es que en los últimos años han fallecido unos 50 ciclistas al año de media.

Analicemos los datos del último año (ver documento DGT):

  • Accidentes ciclistas: 7.186
  • Fallecidos según tipo de vía.
    • Interurbana: 48 (obligatorio casco desde enero 2004)
    • Urbana: 10 (no obligación casco mayores 16 años)
  • Hospitalizados: 652
  • Accidentes:
    • Urbanos 72%
    • Interurbanos 18%
  • Accidentados sin hospitalizado
    • Urbana: 71%
    • Interurbano: 19%
  • Accidentes en España: 97.756
  • Fallecidos: 1.689
    • Porcentaje ciclistas fallecidos: 3,4%
  • Accidentes de Peatones: 13.569
    • Fallecidos: 367
      • Vía urbana: 247
      • Vía interurbana: 120
    • Heridos: 1.999
    • No hospitalizados: 12.156

En el 77% de los accidentes, está implicado un turismo

Fallecidos ciclistas 2006-2015 según vía.       Fuente: DGT

Los costes directos e indirectos asociados con los accidentes de tráfico y el resultado de los mismos, fallecidos o heridos, se estiman en el año 2015 en unos 5.087 millones de euros. Si  se exploran otros sistemas de información estos podrían ser de 9.251 millones, lo que supondría el 1% del Producto Interior Bruto de España para el año 2015.

Fallecidos desde 1960 al 2015. Máximo número fallecidos año 1989 (9.344). Año 2006 entrada carnet por puntos. Fuente DGT
  • En el 20% de los accidentes con fallecidos el exceso de velocidad estuvo presente.
  • Las denuncias de la DGT fueron 4.826.246, de las cuales el 68% son debidas a la velocidad.
  • 43% de los conductores fallecidos presentaron alguna sustancia psicoactiva (alcohol o drogas).
  • 45% de los conductores en vías interurbanas habían cometido alguna infracción y el 37% en vía urbana.

Estos son datos publicados por la propia DGT disponibles para cualquiera que tenga ganas de entretenerse un poco en ver las razones  de la siniestralidad y no aprovechar la coyuntura para expresar su opinión, disfrazada de otra cosa.

Intentar hacer ver que la imposición de un carnet por puntos, seguro de responsabilidad civil y matrícula  a la bicicleta, hará que disminuya la siniestralidad es ser, cuanto menos, muy miope. Arrojar esa carga de responsabilidad a un medio de transporte y movilidad que no alimenta el problema de la siniestralidad sino todo lo contrario es, cuanto menos, reprobable.

Visión objetiva, no miope

Incluso sin tener en cuenta el aspecto deportivo del uso de la bicicleta, ésta consigue precisamente lo que se necesita para reducir la siniestralidad:  pacificar  el tráfico y las ciudades. A mayor número de usuarios de la bicicleta, menor número de fallecidos peatones, ciudades más habitables y  mejor calidad de vida.

¿Seguro de Responsabilidad Civil?

La bicicleta no necesita un seguro de RC porque  no es generadora de problemas, de fallecidos y/u hospitalizados. La bicicleta no es  problema por su alta velocidad o por el peligro que ocasiona al no observar las reglas del tráfico. Esos son problemas que genera  el automóvil.
En caso de accidente ocasionado por un usuario de la bicicleta, el propio seguro de hogar del que disponemos la mayoría, cubre la RC de este tipo de siniestros. En caso de no contar con un  seguro, nadie ha dicho que el generador del problema pueda irse sin responder por el daño, pues se actúa contra él de forma personal vía judicial.

¿Control de velocidad?

La velocidad es uno de los  principales generadores de accidentes como muestran  las estadísticas. Una bicicleta no podrá nunca ir a 100 km/h por una vía limitada a 80 km/h y en el hipotético caso de que fuera la bici la causante de un accidente, los resultados del mismo no son comparables a los causados por un automóvil.

¿Matrícula para bicis?

¿Realmente hay una razón argumentada para exigir matrícula a un medio de transporte que, como norma, difícilmente supera los 20 Km/h ? ¿Hay un peligro real de “fuga” de una bici implicada en un accidente?
¿Es la bici en este sentido comparable a un automóvil que en manos inadecuadas puede ser un “arma” letal ?

¿Sanciones a las bicis?

Por supuesto  que hay ciclistas que no cumplen las normas. Pero los resultados de ese incumplimiento no son comparables, ni por asomo, con los que ocasionan los automóviles. A los usuarios de la bicicleta  que no acatan las normas, se les ha de sancionar pero teniendo en cuenta que la repercusión nunca es comparable al coche y que la sanción ha de ir en consonancia con el daño causado. Si un ciclista se salta un semáforo, quien a buen seguro tendrá las peores consecuencias, será el propio ciclista.
La bicicleta se ha de regir, como usuaria de la vía, por un Código de Circulación. Pero con  discriminación positiva pues son más los beneficios que genera a la sociedad que los perjuicios  que ocasiona y, como tal, ha de ser apoyada e impulsada.

No estamos inventando nada, sólo hay que analizar qué hacen  los países de nuestro entorno y ver qué imposiciones tiene  en ellos la bicicleta.

El uso del casco en nuestro entorno

Actuemos sobre el vertebrador del problema.

  • Modificación del Reglamento de Circulación en los temas que generan la mayoría de los accidentes.
  • Modificación del Código Penal en temas de accidentes con resultados de heridos graves.
  • Modificación de los baremos de siniestralidad de las aseguradoras.
  • Apoyemos los medios de transporte más benignos socialmente y que generan una mejor calidad de vida a todos.
  • En España en Enero del 2016 habían aproximadamente 2 millones de vehículos circulando sin seguro (Fuente: UNSEPA y DGT)

El coche es necesario pero nunca ha de estar por encima de las personas y la vida.

Si hablamos de accidentes y movilidad es porque el automóvil se ha convertido en un problema y no en una solución.

La Gran Vía de Madrid

 


 

©Código de registro: 1701050306102

Carril bici SI. Carril bici NO

Quizás los habitantes de Las Palmas de Gran Canaria (Islas Canarias) recuerden que a finales de los ochenta  se construyó un carril bici segregado en una avenida de la ciudad. Seguramente esta decisión estuvo motivada por el deseo de modernizar la ciudad pero  la realidad es que reflejaba un grave desconocimiento de lo que significa la  movilidad y más específicamente, la ciclista.

Este carril era de esos que “empiezan en ninguna parte y terminan en ningún lugar”,  o en otras palabras, que no servía para nada. No unía puntos de interés, no daba paso a otros lugares por donde seguir con tu bici y tampoco se podía llegar a él fácilmente. Pero, a pesar de todos esos sinsentidos, se pretendía que al día siguiente de la inauguración se llenase de bicicletas.

Lógicamente no fue así y con el tiempo el carril  desapareció y los coches volvieron a ocupar aquella isla en mitad del océano de contaminación.

¿Qué se consiguió con aquella infraestructura?

Nada positivo para la bicicleta en particular y mucho menos para la movilidad en general.  Este tipo de obras  hechas sin pensar sólo acarrean:

  • Gasto de dinero público.
  • Rechazo del usuario potencial.
  • Indisposición  de la ciudadanía a acometer otro gasto de similar fin.
  • Mala prensa hacia el ciclista por parte del resto de ciudadanos que desconocen lo que implica una obra mal hecha : “Les han hecho  un carril bici y no lo usan”.

Aquella infraestructura generó un gran daño a la imagen de la movilidad lógica. Al final consiguió todo lo contrario de lo que se pretendía. De hecho,  aún hoy  hay voces discordantes sobre la creación de una red ciclista, recordando lo desastroso de aquella obra.

Montequinto (Sevilla)

En la actualidad  la ciudad de Las Palmas de G. C. está inmersa en un cambio de prioridad en la movilidad, dándole el protagonismo a quienes nunca debieron perderlo:  el ciudadano en  primer lugar y esos otros modelos de transporte que generan beneficios a todos y no sólo a unos pocos.

No siempre es fácil obtener el apoyo social cuando se acometen estos cambios, quienes trabajamos en estos temas lo sabemos, pero sabiendo que el resultado es  crear una ciudad para las personas y para el futuro y existiendo una clara voluntad política de conseguirlo, será posible.

Una vez decididos a trabajar por el cambio en la  movilidad, el debate es si se precisa  la  creación de nuevas infraestructuras, llamadas carriles bici, si  no son tan necesarios, o si lo son sólo en determinadas ocasiones.

John Forester (ingeniero industrial especialista en temas de movilidad ciclista) decía:

Claro ejemplo de la educación errónea, egoísmo, insolidaridad a la puerta del colegio

Todavía hay ciclistas que creen que las ciclovías están pensadas para que el ciclismo sea seguro. Nada podría estar más lejos de la verdad. Las ciclovías fueron creadas por el sistema de carreteras para tener a los ciclistas fuera de los caminos para la conveniencia de los motoristas. Los hechos de la historia no permiten otra interpretación”.

Los automóviles son máquinas de devorar espacio: espacio para aparcar, para circular, para ser deportados cuando no son útiles, para almacenarlos antes de venderlos, para reparar, para repostar  sus combustibles, etc. Y cada vez devoran más, pues cuanto más espacio les damos, más espacio requieren.

El automóvil es también devorador de velocidad, demanda ir cada vez más rápido. Velocidad egoísta e insolidaria:  mi velocidad es más importante que la tuya, mi tiempo es más importante que el tuyo. El coche ha contribuido a crear una sociedad egoísta, una sociedad de la imagen y el  dinero.  Y nosotros, simples consumidores, hemos caído en ello.

El automóvil ha ido apoderándose de nuestras vidas hasta niveles insospechables, cual droga que nos controla, que creemos poder dominar  y abandonar a nuestro antojo.

Amsterdam (estación de tren)

Cuántas veces hemos oído decir eso de: “No puedo ir porque no tengo coche”, como si no existiese otra forma de moverse, de desplazarse. Nos hemos vuelto práctica y totalmente dependientes del coche. Cuando te subes en tu coche, lo primero que piensas: “¿Dónde voy a aparcar?”.

Cambiar esos pilares, esos cimientos, se hace complejo y difícil. La presión social, la imagen, la publicidad, el sistema así nos lo hace creer. Pero cada vez es más evidente que hay que mostrar la señal de STOP, que no podemos continuar por la senda que marca el automóvil pues cada día se va haciendo más complejo detener su progresión y peores son las consecuencias de no hacerlo.

La bicicleta, junto a otras herramientas, es una forma de hacer frente  a la dictadura actual del automóvil y conseguir que la movilidad ciudadana sea real e igualitaria para todos.

Los autobuses, el tranvía, el metro, el taxi, desplazarse a pie,  han de ser protagonistas  de esta nueva obra de teatro que ha de comenzar a escribirse de forma coherente y lógica.

Carril bici si, carril bici no.

Centrándonos particularmente en el uso de la bicicleta, vamos a analizar  qué implica el uso del carril bici.
El automóvil ve al resto de usuarios de la vía como algo ajeno a la misma. Para el conductor, una bicicleta, un peatón, un camión, un autobús o cualquier otro medio de transporte diferente al suyo, es algo que molesta y le genera inseguridad. Si a eso le sumamos el alto grado de corporativismo entre los conductores haciendo  causa común para quejarse del resto de usuarios, no es extraño escuchar frases como estas:

  • “Hay que ver los taxistas como conducen”
  • “Los camiones hacen lo que les da la gana”
  • “Las bicicletas son un peligro”.

Frases que hemos oído muchas veces, pero recordemos que “una mentira repetida, no pasa a ser verdad”.

El peligro es cuando los propios usuarios de  esos otros modos de transporte caemos en la trampa de  asumir el estereotipo que pretenden hacernos ver: “Somos un peligro, mejor dejarle la carretera al automóvil.” “Por el carril bici vamos más seguros”.

Este percibir el peligro justo en el lado opuesto  se hace evidente al contemplar las señales de peligro del código de circulación. Siempre advierten del “peligro” al automóvil:

  • Peligro niños
  • Peligro paso de peatones
  • Peligro ciclistas
  • Peligro ganado, etc.

Viéndolo así, son el resto de usuarios de la vía  los peligrosos,  no el coche.

Mínimo espacio para no perjudicar al automóvil Error y peligro

El conductor de automóvil  ( a no ser que monte en bici  él mismo) ve al ciclista como  un extraño en su territorio, como alguien que le resta libertad  y derechos, como un generador de peligro. Por esa razón, cualquier acción errónea del ciclista, es magnificada por el conductor. Que un ciclista no respete un semáforo, no pare en un “stop” o no cumpla cualquier otra obligación en la circulación, será siempre extendida al colectivo de ciclistas, como si todos nos comportásemos de igual modo y como si no fuéramos también usuarios de la vía de pleno derecho. Usuarios que cometerán fallos y errores, conscientes o no, pero cuyas  consecuencias  no son las mismas  dada la particularidad del vehículo que manejan.  
La realidad es que por una mala maniobra de un ciclista habrá cien de un automóvil, pero en este último caso, aparece el corporativismo: “hoy tú, mañana yo”. El ciclista, casi siempre es conductor, pero el conductor, en pocas ocasiones es ciclista.

En este marco de cohabitación poco solidaria algunos perciben la aparición de  la bicicleta en la ciudad como un generador de “peligro” para el automóvil. Un elemento que le roba  el poder disfrutar de su merecida  velocidad, que le roba  “su” espacio para aparcar y/o circular.  Si, además, en algunos casos, se le prohíbe al coche la circulación  pero no a la bicicleta, el automovilista comenzará a ver a la bicicleta o al ciclista, como un enemigo, un claro competidor en su derecho a ir rápido.En su percepción el carril bus,  más anchura de aceras, lomos de asno, etc., son elementos que le coartan su libertad. Esa libertad que nunca vio privilegiada cuando él era el beneficiado.

Ahora pretendemos colocar a todos los medios de transporte al mismo nivel y que sea el usuario el que pueda elegir la forma de desplazarse, pero en igualdad de condiciones.

¿Construimos  entonces o no un carril bici?

Sobran comentario

Vamos a reflexionar:

  • Si lo construimos, se da la imagen de que la bicicleta no pertenece a la circulación, que es un objeto extraño y peligroso que hay que aislar, que  hemos hay que  segregar, como hacemos con los peatones ( recordemos las señales de peligro advirtiendo al conductor de automóvil de la presencia de niños, peatones o bicis).
  • Construirlo significa que no molestamos a los automóviles para que puedan seguir circulando por la ciudad sin impedimento alguno y generando un  peligro continuo.
  • Construyéndolo no contribuiremos con un arma esencial a la pacificación del tráfico.
  • Hacer a las bicis ir por un carril bici no ejemplifica de forma evidente que para muchos desplazamientos es más efectiva la bicicleta que el coche.
  • Construir un carril bici en muchos casos supone una merma de espacio  ( ya de por sí reducido) al ciudadano, de sus aceras, en vez de quitárselo al automóvil
  • Si por el contrario optamos por no necesitar un carril bici  podemos usar ese espacio para los  ciudadanos, los autobuses, a comercios o industrias. Todos ganamos en espacio por no hablar del ahorro de dinero de las arcas que pagamos entre todos.

De este modo  las opciones posibles ante la opción del carril bici son:

  1. Eliminar  espacio al automóvil.
  2. Quitarle espacio  al ciudadano.
  3. Mezclar  al automovilista y al ciclista.

O para que se entienda:

  1. Carril bici segregado de los vehículos motorizados.
  2. Carril bici (acera bici) sobre la acera por la que circulan los peatones.
  3. Ciclistas usando las vías que usan los automovilistas, un vehículo más.

Cualquiera de las tres opciones generará controversias y polémica, el consabido: “ hagas lo que hagas, siempre se te criticará”. Pero está claro que la balanza de la movilidad no está equilibrada y que, por tanto, si hemos de perjudicar a alguno de los protagonistas, este ha de ser a todas luces el automóvil. Es el mayor devorador de espacio como lo demuestra la  vieja solución  a la  saturación del tráfico:

-Nuevo carril para luchar contra la saturación que atrae más tráfico y por consiguiente más saturación .

Resumiendo:

-El carril bici no sería necesario si la velocidad de los coches no fuese superior a 30 km/h y las ciudades estuviesen adaptadas a una circulación correcta.

-Tenemos que utilizar las herramientas necesarias para evitarlo, diseñando y remodelando las ciudades, construyendo calles amigables, donde el ciudadano disponga de un espacio más que suficiente con aceras anchas y cómodas que invitan a caminar.

¿Es esto movilidad?

-Los autobuses públicos han de tener prioridad de paso siempre, recordemos que  trasladan a un mayor número de personas que un automóvil privado.

– Todos saldremos beneficiados en aspectos vitales no sólo para nuestra economía sino para nuestra salud, como la reducción de la contaminación.

-Las políticas pro movilidad ciclista traerán consigo un aumento del uso de bicicletas y por tanto, a más bicicletas circulando, más seguridad para todos.

Lo que da seguridad al ciclista no es el casco o la prenda reflectante o las luces, lo que da seguridad, es la cantidad de usuarios.

En algunos casos puede ser necesaria la implantación de un carril bici, como en vías de alta velocidad, circunvalaciones, avenidas de muchos carriles, etc., pero siempre recordando  que no podemos usurpar espacio al ciudadano/peatón, sino que ha de ser el automóvil quien ha de ceder ese espacio que en el transcurso de los años le hemos ido entregando sin condiciones y sin conciencia.

 

Me enamoré de un ciclista (Autora: Nohemí Hervada)

Fudenas 2014. Me esperaron en la Meta.

Normalmente uno se enamora de alguien, que entre otras cosas, “es” algo:  fontanero, médico, autónomo, panadero… A  veces,  ese alguien además, practica algún hobbie con más o menos entrega: hace fotos, le gusta cantar, practica la escalada, juega al fútbol, es un freaky de Star Wars… o lo que sea.

Pero yo me enamoré de un ciclista. Porque no es algo que hace, es lo que es.

Cuando le conocí me pareció “un señor muy serio”. No le encontré especialmente atractivo, aunque la verdad es que nunca ha sido algo muy decisivo en mis relaciones. Me suelo enamorar del contenido, no del continente…
La primera cita fue lo normal que cuentas y te cuentan. Contar un poco quién eres, qué haces con tu vida, cómo te ha ido con las relaciones de pareja y sobre todo, qué quieres…
Me sentí a gusto, pero tampoco me fui pensando que fuera el hombre de mi vida. La verdad es que en ese momento yo no buscaba una relación seria. Estaba convencida de que no me iba a enamorar en muuuucho tiempo.

Desde el principio sabía que montaba en bici, mucha gente lo hace, incluso yo que soy la personificación de la antideportista. Pero según pasaban las horas de charla, se iba desdibujando el velo de lo  que creemos ser y se ve lo que somos de verdad. Empecé entonces a conocer al ciclista dentro del hombre.

Pasé horas escuchándole hablar de forma apasionada de la bici, de sus carreras, de ídolos con pies de barro y de hombres llenos de barro que deberían ser ídolos. De afán, de superación, de ideales, de esfuerzo, de trabajo, de constancia, de sacrificio, de compañerismo, de amistad, de renuncias, de esperas, de metas que cruzas con lágrimas, a veces por llegar primero, y otras, casi todas, por llegar. De buscar ojos que te esperan, de no encontrarlos. De honestidad, de principios, de cabeza y corazón.
Me enamoré de un ciclista que me enseñó que la vida, al más puro estilo Forrest Gump, es como ir en bici.

Que da igual lo que pase durante la carrera, hay que seguir pedaleando.
Que el equilibrio está en el movimiento.
Que el camino no distingue entre ricos, pobres, intelectuales y obreros

Que hasta el final, no hay carrera ganada… ni perdida
Que los compañeros pueden ser rivales y los rivales, compañeros.
Que las carreras no siempre las gana el más rápido, ni el más fuerte.
Que eres tan fuerte como lo sea el más débil de tu equipo.
Que las cuestas y las montañas seguirán ahí, si hoy no pudiste, mañana.
Que siempre hay alguien mejor que tú.
Que siempre, cuando crees que ya no puedes, puedes hacer un poco más.
Que en la vida no siempre interesa ir rápido, pues te pierdes los detalles del paisaje, la sonrisa de aquellos con quienes te cruzas, la charla  y las risas con los amigos que van a tu lado.
Que la vida es un viaje que tú has de controlar, aunque a veces vayas lento, de subida, y a veces embalado, en el descenso.
Que lo importante al final, es de quién te despides cuando sales a montar y quién te recibe al llegar.

Y entre historias de ciclistas, de carreras y entrenamientos

De caídas, de lesiones, de fracturas en los huesos.
De duras recuperaciones, de adioses tempraneros.
De cimas imposibles e impasibles,  con los nombres en el suelo.
De hazañas memorables, del  fracaso inesperado.
De héroes, a golpe de pinchazos, falsamente encumbrados.
De “señores” en la bici y fuera de ella, de señores todo el tiempo.
De traiciones y lealtades, de amigos, enemigos, compañeros.
De ilusiones que se agotan, goteando saladas, sobre el suelo.
Del afán por superarse, de poder vencer al sufrimiento.
De gestas del que creías que era el más pequeño.
De victorias, abandonos  y derrotas.
De  aquellos que nunca vuelven, que siempre recordaremos.

Me cautivó la pasión que ponía en sus palabras.

Escuchando esas historias, se escribía nuestra historia.

El mayor reto, el más complejo, muchas veces me decía.
Con más cuestas que bajadas, sin ver, muchas veces, la cima.

Me enamoré de un ciclista  con todas sus consecuencias.
Me enamoré de un ser libre que vuela sobre dos ruedas.
Me enamoré y  prometí esperarle en sus metas.  

Y aquí estamos y pronto será ya nuestra tercera “Fudenas”.

Autora: Nohemi Hervada Palou

Fudenas: El sudor de la arena (1º Parte)

Esta es la primera parte de los dos artículos sobre la prueba de ciclismo de montaña Fudenas (Fuerteventura de Norte a Sur). Les explico como fue el inicio de la prueba, como se cimentó y un poco de historia de las 9 ediciones habidas y en las cuales he participado en la modalidad de carrera y finalizado. En la próxima entrega explicaré el cómo superar la prueba, entrenamiento, consejos, alimentación, bebida, el recorrido y agradecimientos.

La Salida, los nervios


El sudor de la Arena

FuDeNaS: Fuerteventura de Norte a Sur.

 

Su propio nombre nos deja claro cuál es el reto de esta prueba de ciclismo de montaña. Una prueba de 154 km donde el pedaleo es casi continuo, con pocas zonas técnicas y muy poco asfalto, con una exigencia alta de control mental y esfuerzo. Fudenas son unas siete u ocho horas de media pedaleando. Siete horas que crees que no vas a acabar, que se te hacen inmensas al iniciar y te parecen imposibles cuando llevas dos horas y comprendes que aún te quedan más de cien kilómetros por delante.

No encontrarás árboles para protegerte del Sol, ni riachuelos donde meter tus piernas, pero sí encontrarás tierra, piedras, arena y agua de mar. Y  sobre todo, encontrarás a 350 militares que se desvelan porque termines un reto que te has marcado y quieres superar.

Este artículo va dirigido a todos los que vemos esta prueba como un reto personal. Si eres de los que acabarán entre los quince primeros, supongo que ya sabrás enfrentarte a Fudenas y no lo necesitas, aunque seguro que algo aprenderás. Siempre se puede aprender algo en esta vida y Fudenas es, al final, un símil de la vida: esfuerzos, dificultades, retos, amistad, decisiones, deseos. Y al final de todo, ganas de llegar a tu meta, llegar al final y derrotar a Fudenas, derrotar tus límites.

Soria 9

El Soria 9  es el Regimiento de Infantería que organiza esta prueba clásica ya en el calendario ciclista de Canarias. Es el regimiento de infantería más antiguo de Europa, fundado en 1509 con la fuerza expedicionaria mandada al Reino de Nápoles por Fernando el Católico, para repeler los ataques franceses, bajo la denominación de Tercio de Zamudio en honor a su primer oficial al mando, Pedro de Zamudio.

La forma en que el Soria 9 realiza esta prueba ciclista raya la perfección en cuanto a organización y logística. Pensemos que más de dos mil ciclistas se desplazarán del norte de la isla al sur, que no irán juntos como un pelotón y que no se puede perder ninguno, a pesar de la dificultad de la orografía.

Como me decía su creador, el general Mateo Castañeda:

“César, para nosotros es un ejercicio de logística y transporte de refugiados. Pero con dos diferencias importantes: La primera, que van en bicicleta y la segunda, que hay que dar gracias que nadie nos dispara”.

Así fue planteada la prueba Fudenas, como un ejercicio militar y como una forma de aunar lo civil y castrense en la sociedad de la isla de Fuerteventura. Algo parecido a los 101 km. de Ronda, la conocida carrera de la Legión

La reunión

El coronel del Regimiento Soria 9, Consejero de Deportes Cabildo de Fuerteventura y yo mismo.

Los primeros contactos para la creación de la prueba tuvieron lugar en el año 2005 en la sede, en aquel entonces,  del Gobierno Militar de Las Palmas de Gran Canaria, en el Palacio de San Telmo. A ella asistí como presidente de la Federación Autonómica Canaria de Ciclismo, siendo el nexo de unión el Alférez Jesús Conesa (actual presidente de la Federación Insular de Gran Canaria). Conesa, quien presidía el club ciclista Natural Bike, me llamó y me comentó el deseo del General Mateo Castañeda de organizar esta prueba.

En la reunión, antes de entrar a su despacho y empezar la  primera tormenta de ideas, se produjo una anécdota curiosa:

Llegué el primero a la reunión y estaba esperando en la cafetería del Gobierno Militar la llegada del General. He de decir que mis conocimientos castrenses no son muy elevados y puedo confundir a un cabo con un teniente general y quedarme tan pancho. Cuando llegó el General todo el mundo estuvo donde debía, mostrando el debido respeto al mando, y yo, con mi café en la barra. El General se me acercó muy campechano y  me saludó dándome la mano.  Este hombre,  asesor directo del Rey, me pide perdón por el retraso y me solicita que le acompañe, lo que hice yendo a su lado, acompañados por detrás de unas cinco personas más. Cuando subíamos las escaleras de madera de una belleza muy particular que nos llevaban a su despacho, el General me detuvo y me insistió en bajar de nuevo las escaleras. Contrariado lo sigo y bajamos. Una vez abajo nos vamos a la parte trasera de las escaleras y me muestra una bicicleta de montaña.  El General me dice: “Échale un vistazo y dime lo que opinas. Me la he comprado hace poco y suelo montar de vez en cuando. A veces vengo aquí en ella  desde mi casa o hago algunos kilómetros.”

Un poco sorprendido intentando imaginar  a todo un general montando en bici para ir al trabajo, le respondí que yo poco sabía de componentes y calidades, pues cuando corría  como ciclista, me daban la bici y lo mío era pedalear, que yo no era ningún experto en esto de las piezas y monturas.

Después de esta curiosidad ya sí subimos a su despacho e iniciamos la reunión.

El General deseaba celebrar la primera edición ese mismo año, pero estábamos ya en junio, por lo que le comenté que una prueba de ese calado tenía que ser perfectamente planificada y estar muy bien organizada, pues un error en la primera edición, podría ser un golpe fatal de cara a ediciones posteriores. Una travesía de la isla de Fuerteventura tenía tres prioridades esenciales, le dije:

1º La seguridad.
2º La seguridad.
3º La seguridad.

Que el trofeo sea más o menos grande, que haya más o menos plátanos es secundario, pero que perdamos a un participante, eso sería imperdonable y ensombrecería la prueba.

Por tanto, aunque su deseo era empezar en octubre de ese año, le convencí de posponerlo a octubre del 2006, lo que quedó definitivamente decidido  después de varias reuniones más.

Ya en contacto con el colegio de jueces, meses después, nos trasladamos a Fuerteventura para ir viendo sobre el terreno el recorrido que se deseaba y los problemas que podríamos encontrar. El mayor problema era pasar por la playa de Jandía y su zona de protección medio ambiental.

Los conocimientos de la orografía, los planos y la experiencia del Soria 9 fueron esenciales para esta parte del trabajo planificativo. Ya se sabía cómo sería ese recorrido para atravesar Fuerteventura de Norte a Sur: 120 km de travesía. Este  recorrido original, no obstante,  sólo se realizó en la primera edición.

La capacidad de resolver problemas, la logística, las ganas de hacerlo perfecto y la predisposición del Soria 9 fueron la clave para conseguir poner en marcha este gran reto. Todo ello junto a la apuesta personal del General Mateo Castañeda, originario de Fuerteventura, de realizar algo distinto en su tierra. Ya estaban todos los ingredientes para iniciar “El Reto de FuDeNaS”.

Las ediciones

Abel Sánchez

1º Edición 2006: La  primera edición fue la única con 120 km de recorrido  (después serían 150 km), pero fue  la edición más dura, junto con la del 2012. En esta primera edición el protagonista no deseado fue el viento, en sentido contrario, que sufrimos los 51 participantes de los que terminamos 38.

El ganador Abel Sánchez hizo un tiempo de  5 horas 30 minutos, jugándose el sprint con Leandro Martín (El Palmero), compañero de mis primeros años de ciclista en Gran Canaria. Yo me colé en el puesto 12. Ese año no hubo  participación femenina. Lo curioso es que a veces te veías tan solo en el recorrido  que llegabas a pensar que te habías equivocado de camino.
Recuerdo la profesionalidad de los soldados, apostados en lugares estratégicos, indicando la dirección, sobre todo en Jandía y cómo el militar, silbato en boca y desde 100 metros antes de que llegase a su lugar, iba ya pitando e indicándome la dirección. Decir que en ese punto no iba sobre la bici, sino  caminando sobre la arena seca, solo,  así que cuando llegué a su altura le dije: “Gracias, ya puedes dejar de silbar, ya sé por dónde es.”

Andress Strobel

2º edición 2007: Esta edición es de la única que no tengo las clasificaciones completas. La primera con 150 km. de recorrido y un trayecto que se mantuvo hasta el 2012 por el centro de la isla hasta Antigua.

El recorrido era exactamente de 145 km y ganó Andress Strobel (05:00:13). En la categoría femenina ganó Kerstin Brachatendorf  y sólo sé las dos siguientes clasificadas: Ada González Valderas y Victoria María Suárez Viera ,desconociendo el total de participantes.

 

James Outcherlony

3º Edición 2008: En categoría femenina finalizaron Victoria Suárez (Arubike) y Katrin Schwing (Treck Internacional).  A Katrin la recordarán pues era asidua a Fudenas y a Gran Canaria, fácil de recordar por su llamativa melena pelirroja. Venció a Fudenas en apenas 6 horas el año que ganó James Outcherlony con 5 horas y 9 minutos. Yo finalicé en el puesto 30  de un total de 130 participantes, con un tiempo de 6 h 25 min. El año de las nuevas duchas en meta, traídas de Gran Canaria.

En el año 2009 no se celebró Fudenas. El regimiento Soria 9, tenía una misión más importante,  velar por la paz en Afganistán.

Muchos temieron que no continuase la celebración de la prueba, pero el General Mateo Castañeda era su valedor y la prueba seguiría.

4ª Edición 2010: El tiempo del ganador masculino fue de 5 h 05 min., nuevamente el escocés afincado en Tenerife, James Outcherlony . Tanja Gerards fue la única mujer que finalizó la prueba de los 144 ciclistas que lograron acabarla. Ese año acabé en la mitad de la tabla y recuerdo especialmente la ayuda que presté a un compañero con calambres en la zona de Los Gorriones. Otra cosa que hace a Fudenas diferente, la solidaridad.
El General era un amante de la prueba, tuvo que irse a Gran Canaria a despedir a militares que se iban a Afganistan, por lo que dio la salida y voló a dicha isla. Me preguntó a qué hora pensaba acabar, le respondí que sobre las 16:30 y me dijo: “Estaré para verte llegar.” Se retrasó un poco, pero aterrizó en el helicóptero para estar en la entrega de trofeos, no se lo quería perder.

Francis Pérez

5ª Edición 2011: El año del récord estratosférico del “gigante” Francis Pérez en 5 horas. Lo curioso es que yo, que era presidente de la Federación Canaria en esas fechas, había entrenado en alguna ocasión con él y le dije: “Este año la Fudenas para ti, Francis.” Él me respondía que era difícil, que estaban Calvo, James, Javier y alguno más que pudiese venir de fuera. Yo le insistí en que la ganaría. Cuando crucé la meta, hora y media después de él, me esperaba para darme un abrazo y decirme: “Me he acordado de ti varias veces por lo que me habías dicho”.

Ese año, si se hubiese aplicado el fuera de control en el kilómetro 60, se habrían quedado en carrera no más de 30 ciclistas. Mi tiempo fue de 6 h y 37 mn.

En mujeres ganaba por primera vez Hedvig Nagy, de origen rumano y residente en Gran Canaria. No nos olvidemos de su nombre, su relación con Fudenas continuará en el tiempo. Su tiempo: 7 horas.

Logramos finalizar 251. Hubo un elevado número de abandonos y más de la mitad  fuera de control, lo que generó algunas protestas. Hay que entender en relación a esto, que Fudenas no deja de ser una carrera y que hay unos reglamentos que sabemos de antemano que se aplicarán. Aún así, ese año se amplió en más de media hora el tiempo límite.

6ª Edición 2012: Se puede considerar la segunda peor edición para quienes participamos. En esta ocasión la prueba discurrió en su tramo inicial por un nuevo recorrido, más costero, hasta la zona de Majadicho. Recordamos especialmente la antipática zona de Malpaís que hizo diezmar muchas de las fuerzas que estaban reservadas para otro momento.

Rubén Calvo

El tiempo del ganador se incrementó debido a esta variación, que sólo se hizo en esta edición. Rubén Calvo, que perseguía este triunfo, lo lograría por fin. Ciclista afincado en la isla de Fuerteventura de origen abulense (Ávila) y exprofesional que decidió hacer de nuestras islas su casa desde el 2010.
Para mí ese año fue especialmente duro. Me rompí la cabeza del radio por lo que empecé los entrenamientos más tarde  y las molestias en carrera fueron continuas, 7h y 19min hice yo, comparados con las  5h 27min  de Rubén.
En la categoría femenina lograban finalizar tres, con Hedvig Nagy en lo alto del pódium. Su segundo año lo lograba con apenas 7 horas y 10 minutos.

Finalizan este año 306 deportistas de los aproximadamente 550 que participaban.

7ª Edición 2013: Primera edición con paso por Puerto del Rosario, rindiendo homenaje al Soria 9 pasando por delante de su puerta. Fue emocionante el paso por la ciudad con el   público animándote.

Aristides González y Rubén Calvo

Esta edición sería especialmente recordada por el esprint final, el segundo tras la primera edición, entre Arístides González y Mathias Nothegger. Ganó Arístides, un deportista polivalente que llegó a correr a muy alto nivel y que  tuvo incluso  la oportunidad de ir a Italia a competir. Un ciclista muy completo y versado en mil batallas, que se enfrentaba a Fudenas por primera vez y que no había realizado nunca entrenamientos superiores a cuatro horas. Por su parte Mathias es un ciclista y preparador de ciclistas profesionales y amateurs, austríaco, afincado en Gran Canaria. Los dos son unos caballeros del ciclismo y dados a ayudar y contestar a mil preguntas si fuese necesario.

Hedvig Nagy

En categoría femenina volvía a cruzar la meta en primer lugar de las nueve que finalizaron, Hedvig Nagy. Su tercera vez ganando Fudenas. En los hombres finalizaban 341 y  un total de 150  no finalizaron la prueba.

Yo llegué en 6h 50min en el puesto 122 y aún me esperaba lo más agotador: la entrega de trofeos y estar 45 minutos de pie. En algunas ocasiones tenía que sentarme del cansancio.

8ª Edición 2014: Se varió el paso por Puerto del Rosario debido a problemas de tráfico y pasamos por la parte costera de la ciudad.

Mathias Nothengger

Este año Fudenas saldaba la deuda pendiente con el ganador, Mathias Nothengger, que llevaba rozando el triunfo y luchando por él varias ediciones. Finalizaron 390 ciclistas y Mathias invertía un tiempo de 5h 11min. El último, Didier Ramet invertía 8h 03min.

Cinco fueron las mujeres que lograban vencer  Fudenas ese año y nuevamente, Hedvig Nagy ganaba Fudenas. Con sus 4 victorias es,  sin lugar a dudas, la Reina de esta prueba. En esta edición invertía 6h 55min.

9º Edición: La lluvia fue la protagonista y dos días antes de la fecha de arranque de la carrera, el Soria 9, junto con el Cabildo de Fuerteventura y todas las fuerzas de seguridad, acordaban, con muy buen criterio, la suspensión de Fudenas. Yo, que estuve allí y visité al coronel del acuartelamiento, pude ver la tristeza de la organización ante las circunstancias inesperadas. Son muchos esfuerzos, incontables horas de trabajo, muchos contactos, patrocinadores, logística, miles de kilos de plátanos y litros de agua que no tendrán la salida esperada, todo ello para nada. Pero la lógica y la seguridad  tenían que imperar. Las imágenes de las aguas corriendo por barrancos y las carreteras cortadas, daban la razón a la organización. Muchos ciclistas se lanzaron por cuenta propia a realizar el recorrido y lo contaban: “Hubiese sido imposible celebrar la carrera en esas circunstancias”.

 

Fin de la primera parte. Fudenas. El sudor de la Arena

 

Texto registrado ante SafeCreativ.

No está permitido la copia sin expresa autorización del autor, si no se indica la fuente y el autor.