Me enamoré de un ciclista (Autora: Nohemí Hervada)

Fudenas 2014. Me esperaron en la Meta.

Normalmente uno se enamora de alguien, que entre otras cosas, “es” algo:  fontanero, médico, autónomo, panadero… A  veces,  ese alguien además, practica algún hobbie con más o menos entrega: hace fotos, le gusta cantar, practica la escalada, juega al fútbol, es un freaky de Star Wars… o lo que sea.

Pero yo me enamoré de un ciclista. Porque no es algo que hace, es lo que es.

Cuando le conocí me pareció “un señor muy serio”. No le encontré especialmente atractivo, aunque la verdad es que nunca ha sido algo muy decisivo en mis relaciones. Me suelo enamorar del contenido, no del continente…
La primera cita fue lo normal que cuentas y te cuentan. Contar un poco quién eres, qué haces con tu vida, cómo te ha ido con las relaciones de pareja y sobre todo, qué quieres…
Me sentí a gusto, pero tampoco me fui pensando que fuera el hombre de mi vida. La verdad es que en ese momento yo no buscaba una relación seria. Estaba convencida de que no me iba a enamorar en muuuucho tiempo.

Desde el principio sabía que montaba en bici, mucha gente lo hace, incluso yo que soy la personificación de la antideportista. Pero según pasaban las horas de charla, se iba desdibujando el velo de lo  que creemos ser y se ve lo que somos de verdad. Empecé entonces a conocer al ciclista dentro del hombre.

Pasé horas escuchándole hablar de forma apasionada de la bici, de sus carreras, de ídolos con pies de barro y de hombres llenos de barro que deberían ser ídolos. De afán, de superación, de ideales, de esfuerzo, de trabajo, de constancia, de sacrificio, de compañerismo, de amistad, de renuncias, de esperas, de metas que cruzas con lágrimas, a veces por llegar primero, y otras, casi todas, por llegar. De buscar ojos que te esperan, de no encontrarlos. De honestidad, de principios, de cabeza y corazón.
Me enamoré de un ciclista que me enseñó que la vida, al más puro estilo Forrest Gump, es como ir en bici.

Que da igual lo que pase durante la carrera, hay que seguir pedaleando.
Que el equilibrio está en el movimiento.
Que el camino no distingue entre ricos, pobres, intelectuales y obreros

Que hasta el final, no hay carrera ganada… ni perdida
Que los compañeros pueden ser rivales y los rivales, compañeros.
Que las carreras no siempre las gana el más rápido, ni el más fuerte.
Que eres tan fuerte como lo sea el más débil de tu equipo.
Que las cuestas y las montañas seguirán ahí, si hoy no pudiste, mañana.
Que siempre hay alguien mejor que tú.
Que siempre, cuando crees que ya no puedes, puedes hacer un poco más.
Que en la vida no siempre interesa ir rápido, pues te pierdes los detalles del paisaje, la sonrisa de aquellos con quienes te cruzas, la charla  y las risas con los amigos que van a tu lado.
Que la vida es un viaje que tú has de controlar, aunque a veces vayas lento, de subida, y a veces embalado, en el descenso.
Que lo importante al final, es de quién te despides cuando sales a montar y quién te recibe al llegar.

Y entre historias de ciclistas, de carreras y entrenamientos

De caídas, de lesiones, de fracturas en los huesos.
De duras recuperaciones, de adioses tempraneros.
De cimas imposibles e impasibles,  con los nombres en el suelo.
De hazañas memorables, del  fracaso inesperado.
De héroes, a golpe de pinchazos, falsamente encumbrados.
De “señores” en la bici y fuera de ella, de señores todo el tiempo.
De traiciones y lealtades, de amigos, enemigos, compañeros.
De ilusiones que se agotan, goteando saladas, sobre el suelo.
Del afán por superarse, de poder vencer al sufrimiento.
De gestas del que creías que era el más pequeño.
De victorias, abandonos  y derrotas.
De  aquellos que nunca vuelven, que siempre recordaremos.

Me cautivó la pasión que ponía en sus palabras.

Escuchando esas historias, se escribía nuestra historia.

El mayor reto, el más complejo, muchas veces me decía.
Con más cuestas que bajadas, sin ver, muchas veces, la cima.

Me enamoré de un ciclista  con todas sus consecuencias.
Me enamoré de un ser libre que vuela sobre dos ruedas.
Me enamoré y  prometí esperarle en sus metas.  

Y aquí estamos y pronto será ya nuestra tercera “Fudenas”.

Autora: Nohemi Hervada Palou

Fudenas: El sudor de la arena (1º Parte)

Esta es la primera parte de los dos artículos sobre la prueba de ciclismo de montaña Fudenas (Fuerteventura de Norte a Sur). Les explico como fue el inicio de la prueba, como se cimentó y un poco de historia de las 9 ediciones habidas y en las cuales he participado en la modalidad de carrera y finalizado. En la próxima entrega explicaré el cómo superar la prueba, entrenamiento, consejos, alimentación, bebida, el recorrido y agradecimientos.

La Salida, los nervios


El sudor de la Arena

FuDeNaS: Fuerteventura de Norte a Sur.

 

Su propio nombre nos deja claro cuál es el reto de esta prueba de ciclismo de montaña. Una prueba de 154 km donde el pedaleo es casi continuo, con pocas zonas técnicas y muy poco asfalto, con una exigencia alta de control mental y esfuerzo. Fudenas son unas siete u ocho horas de media pedaleando. Siete horas que crees que no vas a acabar, que se te hacen inmensas al iniciar y te parecen imposibles cuando llevas dos horas y comprendes que aún te quedan más de cien kilómetros por delante.

No encontrarás árboles para protegerte del Sol, ni riachuelos donde meter tus piernas, pero sí encontrarás tierra, piedras, arena y agua de mar. Y  sobre todo, encontrarás a 350 militares que se desvelan porque termines un reto que te has marcado y quieres superar.

Este artículo va dirigido a todos los que vemos esta prueba como un reto personal. Si eres de los que acabarán entre los quince primeros, supongo que ya sabrás enfrentarte a Fudenas y no lo necesitas, aunque seguro que algo aprenderás. Siempre se puede aprender algo en esta vida y Fudenas es, al final, un símil de la vida: esfuerzos, dificultades, retos, amistad, decisiones, deseos. Y al final de todo, ganas de llegar a tu meta, llegar al final y derrotar a Fudenas, derrotar tus límites.

Soria 9

El Soria 9  es el Regimiento de Infantería que organiza esta prueba clásica ya en el calendario ciclista de Canarias. Es el regimiento de infantería más antiguo de Europa, fundado en 1509 con la fuerza expedicionaria mandada al Reino de Nápoles por Fernando el Católico, para repeler los ataques franceses, bajo la denominación de Tercio de Zamudio en honor a su primer oficial al mando, Pedro de Zamudio.

La forma en que el Soria 9 realiza esta prueba ciclista raya la perfección en cuanto a organización y logística. Pensemos que más de dos mil ciclistas se desplazarán del norte de la isla al sur, que no irán juntos como un pelotón y que no se puede perder ninguno, a pesar de la dificultad de la orografía.

Como me decía su creador, el general Mateo Castañeda:

“César, para nosotros es un ejercicio de logística y transporte de refugiados. Pero con dos diferencias importantes: La primera, que van en bicicleta y la segunda, que hay que dar gracias que nadie nos dispara”.

Así fue planteada la prueba Fudenas, como un ejercicio militar y como una forma de aunar lo civil y castrense en la sociedad de la isla de Fuerteventura. Algo parecido a los 101 km. de Ronda, la conocida carrera de la Legión

La reunión

El coronel del Regimiento Soria 9, Consejero de Deportes Cabildo de Fuerteventura y yo mismo.

Los primeros contactos para la creación de la prueba tuvieron lugar en el año 2005 en la sede, en aquel entonces,  del Gobierno Militar de Las Palmas de Gran Canaria, en el Palacio de San Telmo. A ella asistí como presidente de la Federación Autonómica Canaria de Ciclismo, siendo el nexo de unión el Alférez Jesús Conesa (actual presidente de la Federación Insular de Gran Canaria). Conesa, quien presidía el club ciclista Natural Bike, me llamó y me comentó el deseo del General Mateo Castañeda de organizar esta prueba.

En la reunión, antes de entrar a su despacho y empezar la  primera tormenta de ideas, se produjo una anécdota curiosa:

Llegué el primero a la reunión y estaba esperando en la cafetería del Gobierno Militar la llegada del General. He de decir que mis conocimientos castrenses no son muy elevados y puedo confundir a un cabo con un teniente general y quedarme tan pancho. Cuando llegó el General todo el mundo estuvo donde debía, mostrando el debido respeto al mando, y yo, con mi café en la barra. El General se me acercó muy campechano y  me saludó dándome la mano.  Este hombre,  asesor directo del Rey, me pide perdón por el retraso y me solicita que le acompañe, lo que hice yendo a su lado, acompañados por detrás de unas cinco personas más. Cuando subíamos las escaleras de madera de una belleza muy particular que nos llevaban a su despacho, el General me detuvo y me insistió en bajar de nuevo las escaleras. Contrariado lo sigo y bajamos. Una vez abajo nos vamos a la parte trasera de las escaleras y me muestra una bicicleta de montaña.  El General me dice: “Échale un vistazo y dime lo que opinas. Me la he comprado hace poco y suelo montar de vez en cuando. A veces vengo aquí en ella  desde mi casa o hago algunos kilómetros.”

Un poco sorprendido intentando imaginar  a todo un general montando en bici para ir al trabajo, le respondí que yo poco sabía de componentes y calidades, pues cuando corría  como ciclista, me daban la bici y lo mío era pedalear, que yo no era ningún experto en esto de las piezas y monturas.

Después de esta curiosidad ya sí subimos a su despacho e iniciamos la reunión.

El General deseaba celebrar la primera edición ese mismo año, pero estábamos ya en junio, por lo que le comenté que una prueba de ese calado tenía que ser perfectamente planificada y estar muy bien organizada, pues un error en la primera edición, podría ser un golpe fatal de cara a ediciones posteriores. Una travesía de la isla de Fuerteventura tenía tres prioridades esenciales, le dije:

1º La seguridad.
2º La seguridad.
3º La seguridad.

Que el trofeo sea más o menos grande, que haya más o menos plátanos es secundario, pero que perdamos a un participante, eso sería imperdonable y ensombrecería la prueba.

Por tanto, aunque su deseo era empezar en octubre de ese año, le convencí de posponerlo a octubre del 2006, lo que quedó definitivamente decidido  después de varias reuniones más.

Ya en contacto con el colegio de jueces, meses después, nos trasladamos a Fuerteventura para ir viendo sobre el terreno el recorrido que se deseaba y los problemas que podríamos encontrar. El mayor problema era pasar por la playa de Jandía y su zona de protección medio ambiental.

Los conocimientos de la orografía, los planos y la experiencia del Soria 9 fueron esenciales para esta parte del trabajo planificativo. Ya se sabía cómo sería ese recorrido para atravesar Fuerteventura de Norte a Sur: 120 km de travesía. Este  recorrido original, no obstante,  sólo se realizó en la primera edición.

La capacidad de resolver problemas, la logística, las ganas de hacerlo perfecto y la predisposición del Soria 9 fueron la clave para conseguir poner en marcha este gran reto. Todo ello junto a la apuesta personal del General Mateo Castañeda, originario de Fuerteventura, de realizar algo distinto en su tierra. Ya estaban todos los ingredientes para iniciar “El Reto de FuDeNaS”.

Las ediciones

Abel Sánchez

1º Edición 2006: La  primera edición fue la única con 120 km de recorrido  (después serían 150 km), pero fue  la edición más dura, junto con la del 2012. En esta primera edición el protagonista no deseado fue el viento, en sentido contrario, que sufrimos los 51 participantes de los que terminamos 38.

El ganador Abel Sánchez hizo un tiempo de  5 horas 30 minutos, jugándose el sprint con Leandro Martín (El Palmero), compañero de mis primeros años de ciclista en Gran Canaria. Yo me colé en el puesto 12. Ese año no hubo  participación femenina. Lo curioso es que a veces te veías tan solo en el recorrido  que llegabas a pensar que te habías equivocado de camino.
Recuerdo la profesionalidad de los soldados, apostados en lugares estratégicos, indicando la dirección, sobre todo en Jandía y cómo el militar, silbato en boca y desde 100 metros antes de que llegase a su lugar, iba ya pitando e indicándome la dirección. Decir que en ese punto no iba sobre la bici, sino  caminando sobre la arena seca, solo,  así que cuando llegué a su altura le dije: “Gracias, ya puedes dejar de silbar, ya sé por dónde es.”

Andress Strobel

2º edición 2007: Esta edición es de la única que no tengo las clasificaciones completas. La primera con 150 km. de recorrido y un trayecto que se mantuvo hasta el 2012 por el centro de la isla hasta Antigua.

El recorrido era exactamente de 145 km y ganó Andress Strobel (05:00:13). En la categoría femenina ganó Kerstin Brachatendorf  y sólo sé las dos siguientes clasificadas: Ada González Valderas y Victoria María Suárez Viera ,desconociendo el total de participantes.

 

James Outcherlony

3º Edición 2008: En categoría femenina finalizaron Victoria Suárez (Arubike) y Katrin Schwing (Treck Internacional).  A Katrin la recordarán pues era asidua a Fudenas y a Gran Canaria, fácil de recordar por su llamativa melena pelirroja. Venció a Fudenas en apenas 6 horas el año que ganó James Outcherlony con 5 horas y 9 minutos. Yo finalicé en el puesto 30  de un total de 130 participantes, con un tiempo de 6 h 25 min. El año de las nuevas duchas en meta, traídas de Gran Canaria.

En el año 2009 no se celebró Fudenas. El regimiento Soria 9, tenía una misión más importante,  velar por la paz en Afganistán.

Muchos temieron que no continuase la celebración de la prueba, pero el General Mateo Castañeda era su valedor y la prueba seguiría.

4ª Edición 2010: El tiempo del ganador masculino fue de 5 h 05 min., nuevamente el escocés afincado en Tenerife, James Outcherlony . Tanja Gerards fue la única mujer que finalizó la prueba de los 144 ciclistas que lograron acabarla. Ese año acabé en la mitad de la tabla y recuerdo especialmente la ayuda que presté a un compañero con calambres en la zona de Los Gorriones. Otra cosa que hace a Fudenas diferente, la solidaridad.
El General era un amante de la prueba, tuvo que irse a Gran Canaria a despedir a militares que se iban a Afganistan, por lo que dio la salida y voló a dicha isla. Me preguntó a qué hora pensaba acabar, le respondí que sobre las 16:30 y me dijo: “Estaré para verte llegar.” Se retrasó un poco, pero aterrizó en el helicóptero para estar en la entrega de trofeos, no se lo quería perder.

Francis Pérez

5ª Edición 2011: El año del récord estratosférico del “gigante” Francis Pérez en 5 horas. Lo curioso es que yo, que era presidente de la Federación Canaria en esas fechas, había entrenado en alguna ocasión con él y le dije: “Este año la Fudenas para ti, Francis.” Él me respondía que era difícil, que estaban Calvo, James, Javier y alguno más que pudiese venir de fuera. Yo le insistí en que la ganaría. Cuando crucé la meta, hora y media después de él, me esperaba para darme un abrazo y decirme: “Me he acordado de ti varias veces por lo que me habías dicho”.

Ese año, si se hubiese aplicado el fuera de control en el kilómetro 60, se habrían quedado en carrera no más de 30 ciclistas. Mi tiempo fue de 6 h y 37 mn.

En mujeres ganaba por primera vez Hedvig Nagy, de origen rumano y residente en Gran Canaria. No nos olvidemos de su nombre, su relación con Fudenas continuará en el tiempo. Su tiempo: 7 horas.

Logramos finalizar 251. Hubo un elevado número de abandonos y más de la mitad  fuera de control, lo que generó algunas protestas. Hay que entender en relación a esto, que Fudenas no deja de ser una carrera y que hay unos reglamentos que sabemos de antemano que se aplicarán. Aún así, ese año se amplió en más de media hora el tiempo límite.

6ª Edición 2012: Se puede considerar la segunda peor edición para quienes participamos. En esta ocasión la prueba discurrió en su tramo inicial por un nuevo recorrido, más costero, hasta la zona de Majadicho. Recordamos especialmente la antipática zona de Malpaís que hizo diezmar muchas de las fuerzas que estaban reservadas para otro momento.

Rubén Calvo

El tiempo del ganador se incrementó debido a esta variación, que sólo se hizo en esta edición. Rubén Calvo, que perseguía este triunfo, lo lograría por fin. Ciclista afincado en la isla de Fuerteventura de origen abulense (Ávila) y exprofesional que decidió hacer de nuestras islas su casa desde el 2010.
Para mí ese año fue especialmente duro. Me rompí la cabeza del radio por lo que empecé los entrenamientos más tarde  y las molestias en carrera fueron continuas, 7h y 19min hice yo, comparados con las  5h 27min  de Rubén.
En la categoría femenina lograban finalizar tres, con Hedvig Nagy en lo alto del pódium. Su segundo año lo lograba con apenas 7 horas y 10 minutos.

Finalizan este año 306 deportistas de los aproximadamente 550 que participaban.

7ª Edición 2013: Primera edición con paso por Puerto del Rosario, rindiendo homenaje al Soria 9 pasando por delante de su puerta. Fue emocionante el paso por la ciudad con el   público animándote.

Aristides González y Rubén Calvo

Esta edición sería especialmente recordada por el esprint final, el segundo tras la primera edición, entre Arístides González y Mathias Nothegger. Ganó Arístides, un deportista polivalente que llegó a correr a muy alto nivel y que  tuvo incluso  la oportunidad de ir a Italia a competir. Un ciclista muy completo y versado en mil batallas, que se enfrentaba a Fudenas por primera vez y que no había realizado nunca entrenamientos superiores a cuatro horas. Por su parte Mathias es un ciclista y preparador de ciclistas profesionales y amateurs, austríaco, afincado en Gran Canaria. Los dos son unos caballeros del ciclismo y dados a ayudar y contestar a mil preguntas si fuese necesario.

Hedvig Nagy

En categoría femenina volvía a cruzar la meta en primer lugar de las nueve que finalizaron, Hedvig Nagy. Su tercera vez ganando Fudenas. En los hombres finalizaban 341 y  un total de 150  no finalizaron la prueba.

Yo llegué en 6h 50min en el puesto 122 y aún me esperaba lo más agotador: la entrega de trofeos y estar 45 minutos de pie. En algunas ocasiones tenía que sentarme del cansancio.

8ª Edición 2014: Se varió el paso por Puerto del Rosario debido a problemas de tráfico y pasamos por la parte costera de la ciudad.

Mathias Nothengger

Este año Fudenas saldaba la deuda pendiente con el ganador, Mathias Nothengger, que llevaba rozando el triunfo y luchando por él varias ediciones. Finalizaron 390 ciclistas y Mathias invertía un tiempo de 5h 11min. El último, Didier Ramet invertía 8h 03min.

Cinco fueron las mujeres que lograban vencer  Fudenas ese año y nuevamente, Hedvig Nagy ganaba Fudenas. Con sus 4 victorias es,  sin lugar a dudas, la Reina de esta prueba. En esta edición invertía 6h 55min.

9º Edición: La lluvia fue la protagonista y dos días antes de la fecha de arranque de la carrera, el Soria 9, junto con el Cabildo de Fuerteventura y todas las fuerzas de seguridad, acordaban, con muy buen criterio, la suspensión de Fudenas. Yo, que estuve allí y visité al coronel del acuartelamiento, pude ver la tristeza de la organización ante las circunstancias inesperadas. Son muchos esfuerzos, incontables horas de trabajo, muchos contactos, patrocinadores, logística, miles de kilos de plátanos y litros de agua que no tendrán la salida esperada, todo ello para nada. Pero la lógica y la seguridad  tenían que imperar. Las imágenes de las aguas corriendo por barrancos y las carreteras cortadas, daban la razón a la organización. Muchos ciclistas se lanzaron por cuenta propia a realizar el recorrido y lo contaban: “Hubiese sido imposible celebrar la carrera en esas circunstancias”.

 

Fin de la primera parte. Fudenas. El sudor de la Arena

 

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Fudenas: El sudor de la Arena (2ª parte)

Una vez me preguntó un periodista: “¿Es dura Fudenas?” a lo que respondí: “No, Fudenas no es dura, lo que es duro es el camino para llegar a Fudenas.”

Entrenamiento

Antes que nada quiero dejar claro que no soy entrenador ciclista. Fui ciclista de carretera durante doce años, diez de ellos en la península con entrenador. Competí a cierto nivel, llegando a ganar alguna carrera y participé en tres Campeonatos de España con Andalucía. Ahora no soy un profesional  y no escribo este texto como tal, ni para sustituir un entrenamiento profesional. Escribo de lo que yo hago, como deportista aficionado que se conoce, que  tiene experiencia con su cuerpo y, sobre todo,  porque sé a lo que me enfrento cuando hablamos de Fudenas. Dejando esto claro, me gustaría compartirles las pautas por las que yo me guío para preparar Fudenas. Ten en cuenta que no es un plan de entrenamiento para ganar, para jugarte el podio al esprint . Es algo personal que hago por el placer de hacer y completar esta carrera que siento un poco mía y que con esto pretendo ayudarte a superar tus límites, pero no a hacerte un ganador de podio, simplemente a ganarte a ti mismo. Pero tu eres quien corre.

Mis pautas valen tanto para mujer como para hombre, teniendo en cuenta que la mujer tiene algunas diferencias físicas con respecto al hombre, por ejemplo su propio corazón y casi siempre un ferrea decisión.

Para preparar los entrenamientos has de pensar en el tiempo de que dispones y adaptarte a él teniendo en cuenta tus obligaciones profesionales y familiares. No es lo mismo tener 30 años que 52 (mi caso) y no es lo mismo llevar treinta años en la bici que tres.
Es importante también  tener claro cuál es tu deseo: acabar, mejorar tu tiempo, ganar tu categoría, etc.

Yo comienzo los entrenamientos a primeros de Julio, pero ya cuento con una base de carretera al salir al menos cuatro días a la semana unas dos horas y media cada vez. A partir de Julio, comienzo a intercalar la montaña con la carretera y a hacer más kilómetros y horas. He de acostumbrar al cuerpo al “traqueteo” de la montaña y a las horas de sillín, mi semana tipo es:

Jandía, marea alta

Lunes descanso.

Martes: carretera, ritmo alto con 70 km más o menos, 140 ppm. Puedo hacer algún puerto largo y a ritmo alto sobre las 150 a 160 ppm.

Miércoles: montaña 3 horas y media a 4 horas y media, ritmo “quema grasa” . Termino sobre 135 ppm.

Jueves: carretera, normalmente algo cansado del día anterior, mis piernas me lo dicen y voy más suave. Termino con 125 ppm de media.

Viernes: montaña, salida en plan contrarreloj. Tengo un circuito de 35 km e intento mejorar el tiempo. Una hora y media, sobre 140 ppm de media.

Sábado: Montaña con un grupo, plan carrera en algún momento, pausado en otro, sin agobios.

Domingo: Carretera con la peña de amigos. Podemos jugar a ser ciclistas un poco y andar a ritmo alto, yo me entreno y me suelo despreocupar si me canso o no.

Lo suelo hacer durante tres semanas, luego me relajo la cuarta dos días y retomo el miércoles los entrenamientos. Según se va acercando la fecha de Fudenas aumento tiempo y distancia, para llegar a cinco horas de montaña.
No me ofusco en hacer siete horas, creo que es negativo, prefiero hacer  esas siete horas el día de la prueba solamente, así no me genera agobio alguno.
Cuando entrenes has de pensar en lo que haces, piensa en tu entrenamiento, dibuja la prueba y lo que representa. Ten pensamientos positivos siempre y  lo que vas a lograr. Aliméntate en la bici y piensa que te entrenas para ello.

Todo en orden

Algunos consejos si me lo permites:

  • Conoce mínimamente tu cuerpo, tu pulso en reposo y a máximo esfuerzo. Te ayudará a diseñar un plan de entrenamiento. El pulso en reposo es acabado de levantarte.
  • Ve controlando tu peso para evitar pérdidas bruscas y conoce cuál es tu peso ideal como ciclista. Hay una regla no escrita que dice que el peso ideal son los centímetros de altura menos diez. En mi caso 188 cm serían 78 kilos, aunque realmente llego a Fudenas con 74-74,5 kg, cuando era ciclista de competición mi estado de forma ideal estaba en 73 kg. y 42 ppm, aunque llegué a pesar 71,8.
  • Piensa que para Fudenas es bueno dejar un poco más arriba tu peso, así el cuerpo tendrá de donde alimentarse si entra en carencia.
  • Sal siempre: No importa el tiempo que puedas dedicar, pero sal casi todos los días,  que las piernas no se olviden de cuál va a ser su trabajo.
  • Mantén un plan de entrenamiento. Lo puedes diseñar tú mismo, pero sé muy disciplinado y llévalo a cabo.
  • Es muy importante al menos salir dos horas diarias, dejando un día a la semana para descansar  o  dos dependiendo de tus obligaciones personales.
  • Al menos uno de los días de entrenamiento de la semana intenta aumentar el tiempo que le dedicas, pasando paulatinamente de las dos horas que haces diariamente hasta cuatro o cinco el día escogido.
  • Las famosas series. Las puedes realizar, aunque piensa que Fudenas es ritmo más que esprint. Pueden mejorar tu rendimiento pero han de ser de larga duración, al menos de cinco kilómetros, con descanso de tres entre una y otra.
  • Fudenas es pedalear y pedalear. No hay puertos, por tanto, las montañas no son algo que tengas que  introducir en tu entrenamiento.
  • Intenta de vez en cuando mantener ritmos altos. Ejemplo:
    Mi pulso en máximo esfuerzo roza los 175 ppm (regla aproximada 220-edad, mujer 225) Fudenas la suelo terminar entre 145 y 150 ppm de media, por tanto intenta algunos días llegar a tu pulso de competición, en mi caso sobre el 80% del máximo.
  • Acostúmbrate a comer en la bicicleta, tendrás que hacerlo en Fudenas.
  • Entrena, si es posible, en los horarios de la carrera y acostumbra a tu cuerpo al Sol que posiblemente luzca en todo lo alto durante varias horas.
  • La clave para Fudenas es acostumbrar el cuerpo al esfuerzo, eso te hará más llevadera la prueba y podrás superarla con mayores garantías. No vale de nada hacer un día cinco horas y no salir más durante la semana.
La salida

La prueba

Fudenas es una prueba homenaje a una isla particular, Fuerteventura, que queremos siga siendo especial, por tanto sé respetuoso  con ella y no arrojes nada de basura. Guárdatela en el bolsillo y despréndete de ella en los avituallamientos.

Desde el punto de vista orográfico, Fudenas  se puede dividir en tres tipos de terreno.

1ª Parte: Desde la salida hasta Antigua, lugar de finalización de la cicloturista.

Un terreno con pocas dificultades, la zona de rizados del principio, algunas zonas empedradas y malpaís hasta una subida que te hace descender vertiginosamente hasta Puerto Lajas. En todo este trayecto el

Kilómetros por delante, decisión en tu mente

pelotón de participantes aún va muy compacto y has de tener cuidado con los enganchones. Después de la subida para descender a Puerto Lajas, se abre un poco la carrera y el sendero es más ancho, por lo que vas más tranquilo. Un buen lugar para descansar y no agobiarte en el descenso. Hay que extremar la precaución pues  la bajada es algo atractiva pero es tierra suelta y un frenazo inesperado puede hacer que te vayas al suelo.
Llegas a Puerto Lajas y luego entras en la capital de la isla, Puerto del Rosario, pasando por la costa y no por el interior de la ciudad como se hizo en alguna ocasión (el dichoso tráfico lo desaconseja). Llegas al aeropuerto y girarás hacia el interior, hacia Antigua, después de pasar por debajo de la carretera y subir un tramo muy corto donde tendrás que bajarte de la bici.
De ahí  nos vamos para Antigua, tranquilo, sin prisas, pero rodando ligero, por una parte asfaltada junto a un polígono industrial con la más que probable ambientación musical de un vecino de la zona, que coloca sus altavoces en la azotea y nos anima. Llegaremos a Antigua donde finaliza la primera etapa de la cicloturista y tenemos otro avituallamiento para los que continuamos.
Lo mejor, reponer fuerzas y avituallarte sí o sí, en este punto. Comenzará entonces un tramo largo hasta llegar al mar, por lo que ahora cambiará el terreno.

2ª Parte: De Antigua hasta la costa, Tarajalejo.

Siempre están. Seguridad

Esta zona es de mucho rodar, si puedes ir en grupo mejor. No hay zonas complicadas, simplemente pedalear y pedalear. Algunos rizados y paso de caseríos, donde los vecinos ya instalan sus mesas de comida fuera para verte pasar, Fudenas se ha convertido en un acontecimiento y lo hacen por ti, tu eres la estrella.
Es bueno que comas ya, llevarás ya unas tres horas en la bici y no podemos dejar el estómago vacío. Al ser una zona cómoda, podrás alimentarte, incluso hay tramos de asfalto largo y en descenso. El viento casi siempre de espalda, sólo se dio el caso de viento en contra en la primera edición, pero bueno es consultar el estado del dios Eolo.
Antes de Tarajalejo tienes otro avituallamiento, te recomiendo  hidratarte y coger alimento. Los plátanos son una fuente primordial de sodio, potasio y  azúcares, fáciles de comer.  Y  el agua, no te despistes, aunque no tengas sed, bebe y bebe, que llega lo peor.

3ª Parte: Tarajalejo a Morro Jable.

Aquí empieza lo difícil de Fudenas. Para empezar, el empedrado de la playa, luego los continuos sube y baja del recorrido, con fuertes pendientes, algunas difíciles de ascender montado. Si es tu caso, te aconsejo que bajes de la bici y camines, es una manera de desentumecer las piernas y relajarlas, pero ¡¡cuidado al subir!!, hazlo despacio y tranquilo. Si vas justo, los gemelos se te pueden poner duros, lo que popularmente se conoce como “se sube la bola”. El cansancio del músculo es ya palpable por lo que la hidratación es muy importante. Si te sucede, lo mejor es relajar las piernas y no estirar enseguida, sino bajar de la bici si estás en ella y sentarte. Intentar ahora levantar los dedos de los pies a la canilla estirando la pierna y a la vez masajear la zona del músculo, mejor  en dirección hacia el corazón. También refrescar la zona, luego subir a la bici y continuar suavemente al principio. Beber agua o bebida isotónica.

Sube y baja, tierra y arena

En esta zona es digna de mención la subida brutal de asfalto que te encontrarás en la zona de la Playa del Salmo, si  no me  equivoco. Es fácil de identificar porque te llamará la atención ver lo larga que es. Luego viene un descenso, ten siempre mucho cuidado porque empiezas a estar agotado y a no dominar tu cerebro. Controla el descenso porque lo que quieres es terminar y algunos descensos terminan en arena (jable) y te puedes encontrar de golpe que la rueda se clave y caigas al suelo.
Ya hemos pasado Costa Calma, lugar del fuera de control. Ya respiras porque ves que podrás terminar, bebe y come, quedan aún unos 30 kilómetros y no podemos bajar la guardia. A muchos, eso de pasar dentro de control, los relaja mucho y tardan más de dos horas en hacer los últimos 30 km.
Después de Costa Calma llega Jandía. Da placer pasar por la playa y ver a los turistas bañándose o aplaudiendo a los que pasan. ¡¡ Atención a la subida del mar !! Consulta cómo estará la marea  y así saber a lo que te has de enfrentar. Si la marea está alta, nos toca pasar por la arena y caminar, por consiguiente, llenarnos de arena las zapatillas.
Una vez pasado este tramo e introducirnos hacia el interior nuevamente, tendremos que subir un tramo algo antipático de arena y tierra. Cuidado con la bajada y el final de la misma. Enfrente llegaremos al ansiado asfalto y los últimos 15 kilómetros, con algún repecho hasta Piedras Caídas, donde bajaremos por un pequeño barranco. Cuidado que hay tierra suelta y la cabeza ya no funciona bien. He visto caer a compañeros en este tramo y ya solo faltan pocos  kilometros para llegar.

Meta, tu destino

Una vez que descendemos llegamos al amado carril bici y ya sólo queda disfrutar del paso ante los turistas y aficionados, hasta la meta.

¡Hemos derrotado a Fudenas! y claro, a bañarse a la playa, te lo mereces.

Besos, abrazos de amigos, parejas, familia, conversación y emoción con los compañeros, ducha o playa, masaje y comida y tu merecido diploma de finalista. Has derrotado a Fudenas, te has derrotado.

El material

El ciclismo no es sólo dar pedales y tener una bicicleta y ropa. Ten en cuenta que vas a estar al menos unas siete horas sobre la bicicleta, por tanto, el material ha de ser de cierta calidad, tanto la bici, como tu indumentaria. Unos buenos culotes son esenciales, con una buena badana. Gracias a la técnica de materiales ya no se usan los de gamuza que llegué a probar en mi época de competición y

Mi montura las últimas dos Fudenas

a los que le colocábamos vaselina para suavizarlos. Ahora los hay de muy buena calidad y diferentes densidades de absorción, por tanto adquiere calidad, tanto en el culote como en el mallot. Inclusive se de algunos que han usado dos culotes a la vez.
Las zapatillas ídem de lo mismo. Las calas y el pedal han de estar en perfectas condiciones. La bicicleta tienes que tenerla perfecta, te recomiendo que unos quince días antes la lleves al mecánico para que te la ponga en perfecto estado. No lo dejes para los últimos días porque lo más probable es que tenga saturación de trabajo y no pueda atenderte.
Las cubiertas, si son sin cámara has de saber cómo cambiar un pinchazo, si no es suficiente con el líquido que llevan en su interior para tapar el agujero producido, tendrás que extraerla y estas cubiertas son duras para extraerlas, has de estar acostumbrado. Yo las uso con cámara, no me importa perder 10 minutos.
Si lo deseas ponte vaselina en los labios o protector labial, se pueden secar y cortar, si usas crema del Sol, que no sea de una protección alta, pues entre el sudor, el polvo y la propia crema, se genera una pasta que hace difícil la transpiración de tu cuerpo, yo uso de factor 15.

El día antes

Recogida de dorsal

Ya habrás recogido tu dorsal y la bolsa de regalos en el acuartelamiento del Soria 9 en Puerto de Rosario. Comprueba los horarios y hazlo lo antes posible, así evitarás esperas.
Los nervios los tienes a flor de piel.
La bicicleta es tu herramienta, por tanto es esencial que esté en perfecto estado, pero el día antes no hagas de mecánico, sólo algo de aceite, presión de neumáticos correcta, amortiguación, etc. Nada de ponerte a arreglar cosas. Es bueno que te lleves un bote de aceite en carrera, son muchas horas y la cadena se suele secar, sobre todo si hay que circular por la arena en la zona de Jandía.
Vuelve a revisar el recorrido y mira dónde se encuentran los avituallamientos. Una pequeña ayuda es llevar un papel donde se indican los kilómetros de los avituallamientos. Yo lo llevo pegado a  la barra horizontal de la bici, con los tiempos de paso que quiero hacer.
Si lo deseas puedes darte un paseo en bici, en plan tranquilo, hacer los primeros kilómetros de la prueba, sobre todo si no los conoces. Un paseo en plan suave, sin esfuerzos, de no más de 20 o 30 kilómetros, sin elevar pulsaciones y vuelta para el hotel. Ducha relajante y cena no pesada ni copiosa.
Dormir posiblemente se te haga difícil, no te preocupes, el cuerpo es inteligente. Es mucho mejor haber dormido la noche del jueves muy bien, sabiendo que el viernes te costará conciliar el sueño. Es bueno mantener la rutina normal de sueño, no hagas nada especial que pueda romperla. Si eres amigo de infusiones o algún preparado para conciliar el sueño, tómatelo antes de irte a dormir y relájate, lee, mira la TV o da un pequeño paseo, lo que te ayude a  conciliar el sueño.
Ese día anterior has de tenerlo todo preparado. Yo lo que hago es que lo coloco todo sobre una mesa: casco, guantes, ropa, zapatillas, comida, bebida en la nevera, herramientas, cámaras (llevo dos además de parches y tronchacadenas) y  compruebo que no me falte nada. Sólo he pinchado en una edición, suelo llevar la presión más alta de lo habitual, no me importa botar un poco más, pero voy más seguro. Las cubiertas las he adquirido unos 15 días antes y me he llevado otra de repuesto por si el viernes, que salgo a rodar un poco, sucede algo. Has de ser muy precavido con cualquier detalle que lleve al traste tu ilusión.

La salida

Dos mil quinientos ciclistas en la salida, música, helicópteros, militares, policías, autoridades, periodistas, aficionados, público, familia, amigos y…tú.

Ese “miedo escénico” es importante controlarlo. Recuerdo al gran Miguel Indurain, con quien tuve el placer de cenar en una ocasión, cuando me dijo que las carreras las has de dominar tú, no que te dominen ellas a ti. Es importante estar tranquilo, ir con tiempo suficiente, comprobar si has de firmar o entregar tu equipaje a la organización, saber dónde se dará la salida y hacer tus necesidades antes ( lo que los ciclistas llamamos “la meada del miedo”).
Colócate en un lugar que sepas que no has de interrumpir el paso a ciclistas que van a otra carrera, los que van a ganar y  quieren salir en cabeza. No te preocupes, tendrás muchas horas para ir escalando posiciones y colocarte más adelante. No te agobies, quedan 150 km por delante, pon atención a tu bici y que no te falte nada. Es bueno que tu cuenta kilómetros o gps esté en correcto estado, será un gran amigo.
Cuando se dé el bocinazo de salida, tranquilo, controla bien tu bici porque algunos salen como poseídos por el diablo y parece que fuera ya el esprint final de  la prueba. Repito: controla bien, sería tonto que sufrieses un enganchón o lo generases.
La primera parte de la carrera se hace por la localidad de Corralejo hasta la estación de guaguas (autobuses), ahí se gira a la izquierda y comienza la prueba. Extrema la precaución en estos primeros kilómetros ya que hay muchos ciclistas que no están acostumbrados a ir en pelotón y realizan movimientos bruscos o sin avisar. Utiliza tu voz y grita si es necesario. Presta atención a los rizados que te encontrarás los primeros kilómetros, ve por los laterales.

La alimentación, la bebida

Fudenas es una prueba de fondo, una prueba de resistencia y una prueba mental. Podemos llegar a decir que el 50% es físico y el otro 50% mental.
En muchos momentos te vendrán deseos de abandonar y no seguir, sobre todo si tus fuerzas han sido diezmadas más de lo necesario en los momentos en que no hacía falta. No te pares, esos momentos pasarán, te lo aseguro, domina a tu mente, sobre todo controla el ritmo de la primera hora y media, hasta que el cuerpo empiece a adaptarse al ritmo.
Por ello, saber dosificar los esfuerzos, saber mantener un ritmo,  saber alimentarte e hidratarte es esencial, pero también lo es tu férrea decisión de acabar la carrera.
La hidratación, piedra angular para superar Fudenas, no se reduce sólo al día de la prueba. Toda esa semana previa has de hidratarte muy bien, esos famosos dos litros de agua diaria, con ello conseguirás que tu cuerpo no entre en deficiencia de hidratación y por consiguiente tus músculos no se vean afectados por los calambres o las subidas de “bola” muscular.

¿Qué beber y cuánto?

La cantidad y frecuencia depende de cada uno, no existe una receta general. He conocido a ciclistas que bebían poca agua en la competición y otros que no paraban de hacerlo.
Existe una regla general de beber un sorbo de agua cada 15 o 20 minutos, pero no es una regla fija. Lo ideal es que nunca llegues a sentir sed, pues eso significa que ya has llegado a la deficiencia hídrica y será complicado recuperarte de ello, por tanto, bebe cada rato, aunque no tengas sed, pero no te excedas pues tampoco es lo mejor para tu estómago.

Y ¿qué beber? pues ídem que la respuesta anterior, hay ciclistas que toman la clásica bebida isotónica, otros que sólo prefieren el agua limpia y  otros que se la preparan ellos mismos, como en  mi caso. Con un poco de bicarbonato (media cucharada), media naranja y miel en agua, me fabrico mi propia  bebida isotónica, pudiendo sustituir la miel por azúcar (dos cucharadas).
Con las bebidas industriales también hay que tener cuidado porque no todas son iguales. Algunas llevan una carga de azúcar elevada y eso genera en tu cuerpo más necesidad de agua y, por tanto, tu estómago puede convertirse en un depósito y sentir pesadez. Te recomiendo leer los ingredientes y así saber cuál elegir. Pero si estás acostumbrado a una marca determinada o lo haces de forma personal, sigue así, no cambies, pues ya tu cuerpo está habituado.
Yo suelo no parar en los dos primeros avituallamientos y ya en el tercero repongo agua. Llevo dos botellas de 750 cc, no llevo mochila de agua desde hace dos ediciones porque me siento algo más cómodo y aprovecho los bolsillos del mallot para comida.

¿Qué comer y cuándo?

Recuerda comer y beber

La comida es otro aspecto esencial. Desde la misma semana de la prueba tu cuerpo ha de irse cargando de hidratos de carbono de asimilación lenta, pero sin olvidarse de las grasas y proteínas. Estas últimas son esenciales para la recuperación de las células musculares y las grasas son las reservas de las que el cuerpo tirará una vez agotados los hidratos de carbono.
La pasta, el arroz, las papas, son alimentos que no han de faltar esa semana. Si comes carne y pescado (yo soy vegetariano), has de entender que la calidad ha de primar. Siempre debería ser así, pero en esta semana más. Mejor pescado que carne y ésta sin abusar. La carne tiene elementos que al cuerpo le cuesta digerir y asimilar, aparte de los posibles aditivos que le añaden. Si es posible evita la charcutería y la casquería, pues no es lo más indicado para el cuerpo de un deportista. Es lo primero que me quitaron de mi dieta cuando competía en el ciclismo, ahora soy vegetariano desde hace ya 22 años.
La cena del día anterior es  el clásico  “fiesta de la pasta”, pero mejor que el día anterior son los dos días anteriores. Tampoco hemos de atiborrarnos a macarrones  el viernes si lo hemos hecho bien durante esa semana, así que sin agobios.
La mañana de la prueba es importante no comer demasiado fuerte y hacerlo, al menos, dos horas antes. Desayuna hidratos de carbono, alguna proteína y poca grasa (cereales, huevo, queso tierno y tostadas de mantequilla y mermelada)
La comida el día de la prueba ha de ser sobre todo de recarga de los depósitos de hidratos de carbono así como alimentos que contengan los famosos oligoelementos (sodio, potasio, zinc, cobre, yodo, etc). Las almendras y nueces son buena elección. Yo suelo llevar en mis bolsillos plátanos, orejones, dátiles y un “arma secreta” : mis turrones “La Moyera”. Lo hago desde mi época de competición en la península en carretera y en todas las Fudenas. Los uso incluso los fines de semana y días de entrenamientos largos. Los famosos turrones del ribete de papel los llevo ya preparados para comérmelos, llevo unos cinco para ir comiendo durante el trayecto.
Lo normal para mí es comer algo a partir de la tercera hora o dos horas y media y después cada rato, cuando el recorrido es más cómodo como algo y voy recargando continuamente. Tenía compañeros que llevaban pasta, macarrones cocidos que  se  comían en carrera. Otros llevan las famosas barritas energéticas que, a la postre, no es mucho más que lo que llevo yo por separado. Existen en el mercado unas barritas de gofio y plátano con miel, una buena decisión si no quieres hacértelas tú mismo.
Hagas lo que hagas, has de estar acostumbrado a ello, no hagas pruebas extrañas en carrera. Aliméntate con los productos que normalmente consumes, cualquier “invento” el día de la carrera, te puede traer malas consecuencias.

Recuerdas los lugares de avituallamiento

En los avituallamientos hay agua, fruta y bebidas isotónicas. Como dije antes, cuidado con las marcas que no conoces, si no estás acostumbrado  a ellas o eres de estómago delicado.
Los plátanos siempre vienen bien, además suelen tenerlos cortados en trozos para comerlos directamente. En cualquier caso, es bueno que pares un momento y te avitualles correctamente. Los militares son sumamente amables y te suelen llenar las botellas o abrírtelas para que no tardes mucho. Es un buen momento para relajar piernas y estirar un momento aunque sea. Al montarte de nuevo, hazlo tranquilo, sin nervios, no vas a ganar nada y sí puedes perder mucho, recuerda que tu meta es acabar.
Cuando llegues a meta es importante que comas. Después de la ducha y del masaje, es un buen momento si lo deseas para comer.  Suele haber comida disponible, arroz normalmente o ensalada de pasta y mientras recargas fuerzas puedes entablar conversación con otros ciclistas, intercambiar experiencias y hacer nuevas amistades. Ya eres un fudenero.

Por la noche, bebe y aliméntate nuevamente, pero no te atiborres. El cuerpo suele estar agotado y sin energías y no desea comer en exceso. Al día siguiente podrás darle algo más.

Carril bici, la meta

La Clave: Piensa en positivo

Seis, siete u ocho horas encima de la bicicleta. Posiblemente puedas arreglar el mundo unas cuantas veces y también creerás que no vas a poder vencer a Fudenas otras tantas. Te doy algunas pautas o consejos, si me lo permites, para ayudarte a llegar a tu meta:

  • Piensa siempre, utiliza el cerebro continuamente.
  • No pienses en los que te pasan o en los que superas tú, piensa en ti mismo.
  • Utiliza la “calculadora” mental, piensa lo que te queda.
  • Si llevas pulsómetro, guíate por él. La media normal para mí es entre 142 y 150 pulsaciones (mi límite está en 175).
  • No hagas alardes, eso se paga.
  • La velocidad  es importante, si prevés hacerlo en X horas, controla la velocidad media. 20 km/h es una buena media en esta prueba y sobre 18 es lo mínimo. Ten en cuenta que la media desciende mucho a partir del kilómetro 108.
  • Mejor comer siempre y reponer en los avituallamientos, ten en cuenta que alguno está algo alejado del siguiente.
  • Si lo deseas ponte vaselina en los labios o protector, se pueden secar.
  • Un truco: si tienes mucha sensación de sed, corres el peligro de deshidratarte, pero si hace calor puedes llenar tu estómago de agua innecesariamente y tampoco es bueno. Chupa un grano de café para eliminar esa sensación de la boca.
  • Recuerda que a partir de los 108 km. comienza lo difícil, dosifica tus energías.
  • Normalmente en la carrera el viento es a favor, pero la primera edición fue al revés. Piensa que si es así, todo será más duro aún.
  • Realiza estiramientos cuando puedas sobre la misma bici o párate si lo crees necesario.
  • Si te comienzan a venir pensamientos negativos, lleva tu mente a lo positivo, recurre a recuerdos agradables, piensa en la comida de la noche, en tu familia o pareja, en ti viéndote cruzar la meta, en las charlas con los amigos y piensa que eres fuerte y que puedes hacerlo, que te has entrenado para esto.

Si abandonas

Si por cualquier razón has de retirarte, comunícalo a la organización o a cualquier militar que encuentres. Esto es muy importante ya que la seguridad es un aspecto importante de esta prueba. Que un ciclista no aparezca en meta y no se sepa nada de él  puede generar un enorme trastorno a la organización. No sería la primera vez que participantes se retiran y aparecen en su casa sin comunicar nada.

Terminar, esa es tu meta

En Resumen

Fudenas es ante todo un reto personal, tú no eres un ciclista profesional y no lo pretendes ser, pero sí que pretendes vencerte y superar un reto que te has impuesto. Piensa que tu mayor contrincante eres tú mismo, olvídate del resto. Otra cosa distinta es si vas a competir para ganar, pero supongo que si ese es tu caso, ya sabrás cómo hacerlo, te admiro por ello, pero también admiro al último que llega, porque nadie le ha vencido y posiblemente ha sufrido más que el primero.

Sé siempre respetuoso con la isla de Fuerteventura, con la organización, con los espectadores y con tus compañeros. Eres ante todo ciclista, por tanto has de ser un caballero o una dama, representas a nuestro deporte, representas una filosofía de vida.

Si lo vences, alégrate y aprovéchalo en tu vida diaria: eres capaz de vencer los obstáculos. Si Fudenas te ha derrotado, ya sabes, el año que viene has de volver y vencer a Fudenas y vencerte.

Gracias a:

  • Soria 9: Por dejarme ser parte de la historia de Fudenas junto con los cientos que la amamos y por su entrega a Fudenas que va más allá de la simple organización.
  • A los miembros de seguridad de la prueba por  el esfuerzo que representa su trabajo para sentirnos seguros: policías locales, guardias civiles, Protección Civil, 112, personal de helicópteros, Cruz Roja, ambulancias, etc.
  • A los ciclistas que he conocido y conoceré, que me han enseñado que el ciclismo no es sólo montar en bici y que los más grandes campeones, muchas veces, no han ganado una carrera.
  • A las metas que nos imponemos y conseguimos, por hacernos continuar. Aunque sea difícil, nos enseñan a vivir.
  • Y sobre todo a los que nos esperan en nuestras metas, sin importarles los días, las horas o las vidas que hayan de estar esperando a que crucemos.
  • Felicidades a todos los que se enfrentan a Fudenas, llegar a decidir ganarle es como la vida misma, sabes que tienes posibilidades de triunfar, pero solo si te preparas para ello.
  • Un amigo me dijo una frase referente a la organización de Fudenas y que me tomé la libertad de utilizar en una presentación de la prueba y que resume su organización:

Fudenas es la única carrera donde la bebida me la han dado en vaso de cristal y con hielo

 

Y gracias Nohemí Hervada, por hacerme llegar a mi meta, nuestra meta y  también por ayudarme con la corrección de este artículo. Como siempre, eres especial.

 

 

Y pido disculpas y perdón por los errores que haya podido cometer, nunca han sido intencionados.

César Acosta Lantigua
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El último de la carrera

El último de la carrera

Tengo un hijo que monta en bici y al que le gusta montar en bici.
Empezó a montar, como la mayoría de los niños, por diversión. Por lo que deberían montar todos los niños.
Cuando nos enteramos que en nuestra ciudad había una escuela de ciclismo, le pregunté si quería ir y me dijo que sí. No es un niño que haya destacado en el deporte así que me alegré de que hubiera encontrado una actividad deportiva que le gustara y divirtiera. La clave es si el día de clase tiene ganas de ir, o hay que obligarle “un poco”.
Ya en la escuela nos comentaron la posibilidad de federarse y participar en pruebas deportivas. A él no le hizo especial ilusión el tema de competir y a mí la verdad, las competiciones infantiles no eran algo que me atrajeran lo más mínimo. He visto a padres pelearse por cómo juegan sus hijos, hasta llegar a insultar al contrario o a sus hijos por no ser más agresivos. Es un espectáculo bochornoso que no quiero bajo ningún concepto en la vida de mis hijos. Pero el ciclismo es bastante diferente al fútbol (al menos en la inmensa mayoría de los casos).

Tenemos, además, la suerte de pertenecer a una escuela y un club  del que estar orgullosos:

  • Un club que no busca campeones. Al menos no con los niños de estas edades.
  • Un club y unos monitores que les enseñan a amar la bicicleta y lo que esta implica.
  • Que les recuerdan que lo importante es que disfruten.
  • Que les recalcan que el día de la prueba lo que han de hacer ante todo, es pasarlo bien con sus amigos, los de su club, y los de los otros clubes a los que ven cuando hay carreras.
  • Que insisten en la importancia de disfrutar con la familia del día al aire libre.
  • Que les recuerdan que en la carrera van a poder practicar aquello que van aprendiendo en las clases, y que no necesariamente es ser el más rápido y llegar el primero.

Y todo eso le repito a mi hijo cuando el día antes de una carrera le noto nervioso. Eso y que él sabe que sólo participa si le apetece. Sin presión.

No quiero que mi hijo sea Indurain. No digo que no pudiera serlo, no lo sé. Digo que no quiero que lo sea porque YO lo quiero.
Veo a los padres los días de las carreras y tengo sentimientos encontrados. Quizás sea porque mi hijo es de los que nunca gana. No puedo saber cuál sería mi comportamiento si fuera ese que siempre llega primero, pero la realidad es que hay más posibilidades de ser la madre del que no gana, que del que gana, así que creo que merece la pena pararnos a pensar en esos niños que nunca van a subir al podio, que nunca reciben medallas, y que nunca oyen al llegar a meta: “eres un máquina”.

Todas las competiciones son, en cierto modo injustas, porque nunca hay dos seres humanos que jueguen en igualdad de condiciones. En el deporte te ponen con los de tu misma edad, aunque tengas menos aptitudes, más o menos peso, más o menos experiencia, más o menos habilidad en ese campo y mejor o peor bici.

Yo en las carreras tiendo a fijarme en ese niño que ve cómo el primero de la carrera le dobla y aún así no se para. Al que le cuesta la vida seguir pedaleando, aun sabiendo que no habrá podio, ni medalla, ni siquiera aplauso, salvo el de sus padres, si es que estos no son de los que ponen cara de decepción cuando su niño no gana. Ese niño que a pesar de saberse el último, sigue pedaleando. Porque no lo hace por ganar (ya sabe que será el último de la clasificación), sino que corre por él mismo. Es su propio reto. Terminar la carrera, superarse a sí mismo. Vencerse.

Yo soy la madre de uno de esos niños.

De ese niño que se emocionó el día en que en una de las carreras hubo medalla para todos, foto para todos, escenario para todos, aplauso para todos. PARA TODOS.

Porque ¿quien dice que se esfuerza más el que más corre? Quizás el mayor esfuerzo es el de aquél a quien más le cuesta correr. Aquél que no tiene “el tipo” de ciclista. Aquél que nunca ganará una carrera contra otros.

Ese valor quiero que mi hijo aprenda del ciclismo:

  • Un deporte en el que la mayoría de profesionales no vestirá nunca un maillot amarillo, y aun sabiéndolo participan en la carrera.
  • Un deporte en el que la mayoría corre para que gane otro de su equipo.
  • Un deporte en el que la victoria no se mide de forma individual.
  • Un deporte que mide la fuerza del equipo por su eslabón más débil, no por el más fuerte.

Un valor que a veces los padres que gritan a sus hijos en las carreras cosas como: -“A por él” -“No te entretengas a hablar” -“No te pares” -“Tienes que ganar”, olvidan.

Olvidan que la mayoría de esos niños en vez de disfrutar de lo que hacen, incluso de lo que consiguen, acaban por odiarlo por la presión a la que les someten. Olvidan que educar desde la competitividad será menos valioso para la vida adulta que educar desde la colaboración. Olvidan, que cuando ellos están diciéndole a su hijo: –“eres un máquina que has ganado” hay otros niños oyendo que sienten que ellos no lo son porque han quedado últimos.

Todos los niños son especiales, todos son máquinas. En una carrera de niños deberíamos animar a todos, ¡de verdad! Porque la lección más importante que tenemos que enseñarle a nuestros hijos no es cuándo cambiar el piñón o cuándo apretar sino a respetarse  a uno mismo y al compañero.

El próximo día que vayas a una carrera, acuérdate de felicitar a todos los niños que corren… incluido al último.

Autora: Nohemí Hervada Palou 

Ciudad y Ciudadanos

No todo es bicicleta en la ciudad.
El primer lugar en la ciudad lo ha de ocupar el ciudadano, repito, ciudadano y no peatón, pues en primer lugar los habitantes de la ciudad son ciudadanos.
Define “ciudadano” la RAE :
Persona considerada como miembro activo de un Estado, titular de derechos políticos y sometido a sus leyes.
Y sin embargo “peatón” es:
1. Persona que va a pie por una vía pública.
2. Valijero o correo de a pie encargado de la conducción de la correspondencia entre pueblos cercanos.

Por tanto, los habitantes de la ciudad son ciudadanos y no peatones, como a veces se nos considera. Todos somos ciudadanos al vivir en una comunidad, con unos derechos y deberes.

Obstáculos para el ciudadano

Las ciudades actuales han ido dejando al ciudadano de lado, para convertirlo en peatón, en usuario de la vía pública, postergado a los laterales de la misma. Antaño, el ciudadano se movía por donde consideraba, sin mayor problema y sin miedo alguno al resto de usuarios de la calle, a no ser que algún caballo o carro perdiese su control.
El centro de la vía era para las personas. Con la aparición del automóvil o más concretamente, de los coches tirados por caballos, comenzó el problema. Ahí se comenzó a ordenar, de alguna manera, la movilidad.
Pensemos que los primeros reglamentos, por llamarlo de alguna manera, para circular y moverse, datan de finales del siglo XIX y así, el 11 de octubre de 1909 se estableció un primer acuerdo en la Convención de París, en la que se fijaron algunas disposiciones generales para los vehículos y los conductores que deseaban circular por otros países. Estas disposiciones, completadas y adaptadas a las características de cada nación, dieron origen en años sucesivos a los primeros reglamentos nacionales, inicialmente de carácter general y luego con normas de circulación urbana e interurbana.
En España el primer código de circulación data de 1934, aunque antes hubo algunos atisbos de reglamentar (1899).
 Fuente DGT.

Con todo ello, lo que queremos decir es que ya desde entonces, la movilidad comenzó a ser un problema, pues se debía legislar algo que, debía ser natural y no necesitar  reglamentación, el moverse.

El verdadero problema vino con la revolución industrial y el desarrollo de las ciudades. La economía de los ciudadanos mejoró, el automóvil prometía una soñada independencia (falsa), junto a una imagen de éxito, un estatus social, que la propia industria supo vender muy bien.

Ya en España, el desarrollo económico de los años 50, permitió a un gran número de españoles tener un coche. En 1957 aparece el famoso Seat 600 y con él la posibilidad de que cada español pudiese poseer el ansiado coche, su precio en euros era de 390€. Podrías desplazarte más lejos, en menos tiempo, más seguro y rápido. Muy bien en la teoría, pero la realidad fue que al haber más coches, se necesitaban más infraestructuras. Las calles no estaban preparadas para ese tráfico, hubo que modificarlas y crear aceras. En este proceso el coche era el protagonista ocupando el mayor espacio, el centro de la vía, y se arrinconó al ciudadano y al resto de usuarios, entre ellos la bicicleta. Fue en este contexto que el ciudadano pasó a llamarse  peatón por contraposición al coche.

Situación actual

Scalextric de Las Palmas de G. C. (1974-2006)

Hoy todo se hace o hacía, para el coche, símbolo de progreso y estatus social y económico. La industria del automóvil tiene mucho peso en el desarrollo económico de un país, debido al gran número de empresas satélite que trabajan alrededor de él: Carreteras, mecánica, transporte, mercancías, infraestructuras y por tanto, mano de obra y dinero.

La realidad es que tenemos ciudades colapsadas  y muchos problemas de movilidad. Este es un tema importante y de debate no  sólo en las ciudades, en los países. Existen problemas y choques entre todos los usuarios de la vía, entre los derechos de unos y de otros, pero la realidad es que casi todo se construye pensando en el coche y no en los ciudadanos.  Se da por sentado que todos usamos coche, pero la realidad es que el 50% de los ciudadanos no tienen coche.

Existen 480 coches por cada 1000 habitantes, y aún así se le sigue dando la máxima prioridad en nuestras

Zona de antiguo scalextric, hoy

calles, ciudades y creación de infraestructuras:  no es lógico.
Si además cuantificamos no sólo lo que nos cuesta un coche, a nivel particular (coste y mantenimiento),  sino los problemas que genera en accidentes, construcciones, heridos, fallecidos, aspectos sanitarios que pagamos todos, incluyendo los que no tienen coche, no nos salen las cuentas. Un  herido grave cuesta 219.000€, sin añadir los costes de tener que adaptar su vivienda, ese coste lo asumimos todos.

Y ahora a lo que vamos, ¿es justo que tengamos que sucumbir a la dictadura del automóvil?

¿Qué es lo primero que piensas cuando  coges el coche en tu ciudad? Simple: ¿dónde lo aparcaré?

Hemos pasado de la teórica independencia prometida a justo lo contrario. La esclavitud y dependencia a la que nos somete el automóvil coarta no sólo la libertad de los usuarios del mismo, sino de todos los ciudadanos.

Un ejemplo claro: las aceras mismas. Hemos apartado al sufrido ciudadano a los laterales de la vía y no contentos con eso, le hemos puesto obstáculos, vallas en las esquinas para evitar que crucen la calle por el lugar natural. Obligamos a desviar su ruta, a  caminar más, al más débil, cuando tendría que ser todo lo contrario.

 Colocamos señales de “Peligro niños”, “Peligro pasos de peatones”, “Peligro bicicletas”, “Peligro animales sueltos”, “Peligro zona residencial”, etc. ¡Pero si el peligro es el coche!

Antaño, cuando aparecieron los primeros automóviles (siglo XVIII), era obligatorio que se anunciase su llegada, con una persona portando un farol rojo, avisando de su proximidad.

Vivimos en la dictadura del automóvil. Nos han intentado convencer de que es útil y económico, pero no es así, es un medio de transporte egoísta. En un 75% de los coches en movimiento, va  una sola persona, no es lógico.

Está claro que la movilidad no puede seguir por los mismo derroteros. Ha de cambiar, hemos de cambiar como  sociedad y reconocer que  no es tan maravilloso como nos han hecho creer el tener un coche.
En Alemania, los jóvenes han cambiado su interés por el coche:

Un estudio de una universidad privada alerta de que “para más de un tercio” de los alemanes menores de 25 años, “el coche es un medio de transporte más”. No están dispuestos a sacrificar sus viajes ni a reducir otros gastos para costearse un vehículo. Solo el 4% de los jóvenes consultados en 2010 prefería tener coche propio que irse de casa de sus padres. El 18% invertiría sus ahorros en un automóvil. Mala señal para una industria especializada en coches de gamas media y alta. Solo alrededor del 7% de los compradores de coches nuevos en Alemania tiene menos de 29 años. Hace poco más de diez años, representaban casi el 15% del total.” (El País, 29 agosto 2013)

Las ciudades empiezan a cerrar los centros históricos o comerciales al coche. En algunas has de pagar una cuantía (elevada) para entrar con  tu coche y otras comienzan a plantearse el eliminar el coche de la ciudad o de gran parte de ella (Oslo, Milán, Dublín, París).

La Hamburgo de 2034 no tendrá coches circulando por el 40% de su territorioEsta es la propuesta que pretende llevar a cabo la ciudad para eliminar de raíz el problema de las emisiones que en estos momentos supone un serio tema de discusión para la segunda ciudad más poblada de Alemania.”

El coche es un problema y hay que atajarlo YA.
La ciudad, para los ciudadanos.